Esteban Meloni reside en España desde comienzos de año. A comienzos de junio terminó de rodar la serie Express y casi al mismo tiempo concluyó la temporada de la obra teatral Shock – El cóndor y el puma, que presentó en Madrid y que tendrá su correlato con Shock 2 – La tormenta y la guerra. Simultáneamente, Amazon estrenó la serie Isabel, en la que encarna al amante argentino de la protagonista, Isabel Allende. Cómo atravesó el peso de la angustia por no tener trabajo a un presente con actividad y proyectos.
-¿Te imaginabas al comienzo de la pandemia, un año atrás, que serías el protagonista de Express, la serie española que multiplicará tu imagen en pantallas de Europa y América?
No. El año pasado para mí y para todos fue durísimo. Y para nuestro sector fue particularmente difícil. No porque no lo haya sido para otros sectores, sino que el teatro, el cine y la industria audiovisual no era considerada esencial. Nunca me imaginé que 2021 iba a venir con esta actividad. Fue todo de golpe, sorpresivo: todavía estoy cayendo de la sorpresa y agradeciendo. Me siento un privilegiado.
-Este es un momento tuyo de continuidad laboral. Sin embargo, tu primera impresión al llegar a Madrid fue el recibimiento de Filomena. ¿Qué es Filomena y qué pensaste en ese momento?
En diciembre se terminó de cerrar el proyecto. El 11 de enero llegué de la Argentina sin trabajar, con la angustia de no tener perspectivas. Me quedé con una sensación muy encontrada: por un lado sentía que era un afortunado; por otro me parecía una locura, viajar y establecerme en un momento complicado, lejos de mi gente, mi familia. Además, no me lo creía: pensaba que algo iba a pasar.
En España se había reactivado un poco la industria audiovisual, pero yo no era conciente de eso. La cuestión es que cuando estaba por tomar el vuelo se declara una tormenta de nieve excepcional en España, conocida como Filomena. Se suspendieron los vuelos y se cerraron los aeropuertos. Me dije “bueno, listo, era esto: no tenía que viajar”. Después de tres días viajé. El paisaje era distópico. Me encontré con una ciudad blanca. Los taxis no entraban a Madrid: te dejaban tirado en donde pudieran estacionar. Había que ir con la maleta al hombro por toda la ciudad porque no había forma de acceder. Había desabastecimiento de comida. La locura duró un par de semanas. Hasta que de a poco se volvió a la normalidad. Empecé a ensayar y después a filmar y me acostumbré a la nueva situación .
-¿De qué trata Express? ¿Qué podrá ver la audiencia allí?
Es un thriller policial familiar. La protagonista es Maggie Civantos, que interpreta a una psicóloga policial que se dedica a los secuestros express. Yo soy su marido y tenemos dos hijas. La serie habla del mundo de hoy, de la vida que llevamos. Por eso tiene un trasfondo muy profundo, existencial.
Acabamos de terminar de filmar la primera temporada y queda pendiente la segunda. O sea que tengo que volver. Es la primera serie de Starzplay -una plataforma estadounidense- en España, con producción de Mediapro.
-Al mismo tiempo, el 13 de junio concluiste una temporada teatral en Madrid. ¿Cómo atravesaste la experiencia de volver al escenario, de interactuar con el elenco artístico y técnico y con el público?
Eso también me sorprendió. Viajé a España varios años seguidos para hacer teatro. En una de esas obras me vio un gran director español, Andrés Lima. Hace más de dos años me invitó a un taller de investigación para lo que terminaría siendo este espectáculo, Shock, que habla sobre las dictaduras en América Latina, el plan Cóndor, Argentina y Chile. Estuvimos trabajando intensamente todos los días durante un mes. Volví a la Argentina y dejé de lado el proyecto. Ya en España supe que estaban ensayando y pasé a saludarlos. Coincidió con que Ernesto Alterio tenía un rol pero debía viajar a filmar a la Argentina: quedó ese papel libre y apareció la oportunidad. Me da una gran felicidad hacerlo, poder hablar de mi país. Se me hincha el pecho de emoción.
-Hablar de Argentina es recuperar tus afectos y tus raíces.
Sí. Pero también poder decir cosas muy importantes. Está inspirado en La doctrina del shock, de Naomi Klein. Consiste en tratar de entender por qué llegamos a donde llegamos. Cómo ocurrieron las dictaduras, cómo pasamos por esos años tan terribles.
-En estos días se estrenó la serie Isabel, en la que encarnás al amante de Isabel Allende. ¿Cómo llegaste a ese personaje?
Fue a principios de 2020. Estaba en Telefé y un productor del canal me recomendó a una productora chilena que necesitaba un actor argentino. Está basado en un personaje real, un músico argentino que estaba exiliado en Caracas y que conoció a Isabel cuando ella se exilió allí. Ella dejó a su familia y sus hijos: fue un quiebre en su vida. La serie es una biopic sobre su vida, que atraviesa muchas décadas de su historia y de Chile.
-Se encadenan los trabajos que reflejan la realidad latinoamericana. ¿Es búsqueda o coincidencia?
Nunca fui demasiado conciente, pero creo que uno atrae las oportunidades. Búsqueda no es: los actores no elegimos demasiado. Muy pocos pueden decir “quiero hacer la vida de tal”: a mí no me pasa.
-¿Express te abrió la puerta a otros proyectos? ¿Tu plan es quedarte en España?
Mientras haya trabajo, voy a estar. Tengo que volver para la segunda temporada de Express. El ideal es ir y venir. Además quiero producir mis espectáculos en la Argentina. Soy eso. Pero el mundo está tan convulsionado que no puedo hacer planes.
Julia Montesoro