Vanessa Ragone es la productora y showrunner de Carmel, ¿quién mató a María Marta?, serie documental de cuatro capítulos de una hora de duración dirigida por Alejandro Hartmann, que rápidamente se convirtió en un suceso en su plataforma de estreno, Netflix.
La serie sobre el caso del crimen de María Marta García Belsunce –ocurrido en 2002, y que aun despierta controversia- abunda en información novedosa: testimonios, imágenes y audios desconocidos, incorporados a la trama a la manera de un thriller.
El comienzo de la pandemia encontró a Ragone en proceso de montaje y posproducción de Carmel. Como la etapa de la producción artística había concluido, resolvió de manera remota el aspecto técnico (color, mezcla de sonido, efectos) y pudo llegar a tiempo para estrenarla el 5 de noviembre, el dead line que se habían impuesto. “Si hubiéramos estado rodando hubiera sido distinto”, evalúa Ragone.
Vanessa Ragone dialogó en forma exclusiva en GPS Audiovisual Radio.
-¿Qué diferencias advertiste entre producir una película y una serie?
Yo empecé dirigiendo un programa de televisión, Historias de la Argentina secreta. El cine fue muy pregnante, y produje sobre todo películas. Pero también produje series para la TVA. Casi todos los productores argentinos pasamos por esa experiencia. Cuando produje series estaba más abocada al área numérica, de organización y de planes. Conmigo trabajaba una persona que venía de Estados Unidos y Brasil y me dijo que era showrunner. Fue en 2012, 2013. Esa persona llevaba adelante los proyectos en un rol cruzado entre lo productivo y lo realizativo: veía guiones y hacía devoluciones, pero a la vez hacía una especie de diseño de producción. Me pareció genial combinar dos aspectos interesantísimos.
El caso García Belsunce, desde mi lugar de productora y showrunner, me dio ese espacio. Tuvimos que investigar mucho, pero sentí que una parte de lo más realizativo lo podía poner en juego en el vínculo con Alejandro.
-¿En qué consistió tu rol como showrunner?
El showrunner es esa figura que en la televisión antigua es el productor general: tiene una concepción de productor y director a la vez, y de diseño de producción y hasta de imaginación de un formato posible. Fue una experiencia grata, sobre todo por tratarse de un documental.
-La serie está dirigida por Alejandro Hartmann. ¿Cómo fue el trabajo con él, teniendo en cuenta que vos también sos directora y documentalista?
Hubo mucho análisis de cada escena que estábamos haciendo, porque la serie cuenta con muchos elementos: material de archivo, entrevistas, documentos. Tuvimos que trabajar desde cómo hacíamos las recreaciones y qué mostrábamos hasta el trabajo de montaje, que fue megagigantesco, con muchísimos cortes y devoluciones muy plano a plano. Por un lado había que mantener la ecuanimidad y juntar las voces de todos. Por otro, pensar en públicos no argentinos. Teníamos que poner un poco de contexto, la explicación del caso y sumar todas las voces que podíamos.
-¿Qué es lo primero que advertís en un proyecto para que te entusiasme?
Yo soy productora de historias. Me atrapan. El guion es lo primero que veo. Si tengo que leer un guion para hacer un trabajo técnico y me emociona, seguramente el resultado final va a conmover. Siempre cuento que leí El secreto de sus ojos llorando. Si bien tengo un approach literario -porque me encanta la literatura-, cuando leo un guion lo pienso en términos de escenografía, de producción, de cuentas. Un guion es una planilla Excel. Cuando lo pasás a imágenes y te pega en el pecho sabés que tenés un éxito.
-¿Cuánto de tu mirada como directora influye en un proyecto ajeno?
Bastante. No me gusta la producción de campo ni estar en los rodajes. Pero siento que aporto en las etapas de desarrollo de guion, de búsqueda de actores. Y por supuesto la etapa de montaje: es mi parte preferida. Soy buena para hacer devoluciones de guion o de montaje. Allí hay una línea de autoría -que acompaña la autoría del director o directora- que tiene que ver con mi parte de realizadora.
-¿Te golpeó el pecho el guion? ¿Sabías que estabas en presencia de un suceso?
El día que se posteó el tráiler tuvo 200 mil visualizaciones en las primeras dos horas. ¡Ni todas mis películas juntas tuvieron 200 mil visualizaciones! Cuando la estábamos haciendo no lo dimensionamos. Pero ahí tomé conciencia del éxito.
Julia Montesoro