Las mil y una, de Clarisa Navas, ganó el premio a la mejor película del VIII Sebastiane Latino, galardón que se entregará durante la 68 edición del Festival de San Sebastián, que se realizará del 18 al 26 de septiembre.
Según consideró el jurado, conformado por integrantes de GEHITU (asociación de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales del País Vasco), el reconocimiento fue concedido por tratarse de “una película que narrativa y técnicamente refleja con gran naturalidad las vivencias disidentes de un grupo en un entorno marginalizado”.
“Clarisa Navas demuestra que es posible en cine hablar de los afectos y la sexualidad adolescente con realismo y sin perder la magia de su historia de amor”, indicó el jurado, premiando a la única directora mujer de las cinco películas latinoamericanas que fueron seleccionadas por GEHITU.
Las otras finalistas para el Sebastiane Latino fueron Alice Junior (Gil Baroni, Brasil), Los fuertes (Omar Zuñiga Hidalgo, Chile), Todos cambiamos (Arturo Montenegro, Panamá) y Vento seco (Daniel Nolasco, Brasil).
El galardón, que será entregado en la noche de la primera función de Las mil y una, se concede al largometraje latinoamericano que mejor representa la defensa de las reivindicaciones y valores de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales. “Los trabajos finalistas muestran la vida de las personas LGTBI en el medio rural y en los barrios marginalizados, entornos pequeños y no anónimos en los que las personas LGTBI son las más vulnerables. Sin embargo, también figuran entre quienes más aportan para mejorar esos espacios, como ha quedado demostrado en los tiempos del Covid”, señalan desde GEHITU.
El colectivo destaca que en la selección hay “reflejos de la sexualidad y el deseo masculino rodados con una osadía poco habitual en el cine” y “relatos corales que encarnan radicalmente el lema del orgullo de este año: volver la mirada hacia las más vulnerables, las mujeres, en su declinación de lesbianas, trans y bixesuales”.
Las mil y una está protagonizada por Sofía Cabrera y Ana Carolina García. El argumento es el siguiente: cuando Iris conoce a Renata entre los monoblocks de Las Mil Viviendas siente una atracción inexplicable. La nueva presencia de Renata incomoda y los prejuicios se esparcen. Ante la hostilidad, ellas y su pequeño grupo de amigos serán la resistencia queer, haciendo que esas arquitecturas derruidas se vuelvan tan cómplices como riesgosas y que sus encuentros sean luz en la noche barrial.