El presidente del Festival de Mar del Plata, Fernando Juan Lima, anticipó en forma exclusiva a GPS audiovisual cómo será la próxima edición de la muestra, que se llevará a cabo en forma mixta del 21 al 29 de noviembre. Asume el desafío de crear una muestra más compacta –con menos títulos- pero potente y convocante. Programación, convocatorias, cine argentino, posibilidad de invitados, interacción con Mar del Plata y acuerdo con Cine.ar Play: el sucesor de José Martínez Suárez responde a todo.
-El Festival de Mar del Plata se va a realizar del 21 al 29 de noviembre, en un formato mixto. ¿Cómo es organizar el imprevisto en el día a día?
Muy difícil. Los requerimientos que tienen que ver con cuestiones sanitarias nos impulsó a que una parte sea online. Nuestra intención es hacerlo en modo presencial todo lo que se pueda, sin poner en peligro la salud de nadie. Pero no sabemos qué va a ocurrir de aquí a noviembre.
Este es un año especial: hace 25 años que este festival tiene continuidad. Debía haber sido un momento de encuentro, de abrazos, de cultura compartida –más necesaria que nunca-. Pero las circunstancias económicas, y sobre todo la pandemia, obligaron a cambiar el rumbo.
-¿En qué estado se encuentra la programación de las secciones?
Tratamos de estirar lo máximo posible las convocatorias para poder adecuarnos a los cambios. Aunque estamos en un punto en que debemos tomar decisiones, y estar abiertos a que la situación vaya cambiando. La intención es preservar el corazón del festival: la programación. Es algo que viene funcionando muy bien y es indiscutido (casi, porque estamos hablando de cine y arte, así que todos discutimos todo). Pero en términos generales está muy consolidado. Cecilia Barrionuevo como directora artística y los programadores me parecen lo mejor que tiene el festival. Y aun si se piensa en un festival más acotado en cuanto a cantidad, la idea es proteger las secciones sustanciales.
-¿Cómo imaginás un festival acotado y además, desdoblado en dos formatos distintos?
Si hay una parte presencial, seguramente se implementarán medidas restrictivas en cuanto al aforo de las salas. Con lo cual las películas deberían tener más pasadas. Si pasa eso, al mismo tiempo la cantidad va a disminuir. Lo mismo puede ocurrir con el formato online, porque la sobreoferta puede confundir y hacer que se parezca más a una plataforma que a un festival. Queremos que sea accesible y que pueda ofrecer distintos recorridos posibles. Lo difícil será replicar eso tan hermoso que es el encuentro. El Festival de Mar del Plata es muy de público: uno se ha hecho amigo a lo largo de los años, haciendo las colas, charlando de una hilera a otra. Y hay que encontrar la vuelta para no perder esa mística.
-¿Estuvieron visualizando cine argentino? ¿Hay material seleccionado?
Por suerte hay muchísimo material. El problema no va a ser la falta de material sino de espacio. En ese sentido, si la propuesta va a ser online (o con un porcentaje alto de online), más que nunca la programación tiene que ser muy potente. Por suerte hay mucha buena oferta online en este tiempo: Cine.ar Play, y también Puentes de Cine ofrecen muy buen cine argentino, y en otro plano, también Cine Arte Lumière y Malba. Hemos podido salir del plato único, la gran plataforma en la que uno solo se queda con las películas o las series que pasan por ahí. Habiendo tanta oferta, Mar del Plata tiene que ofrecer algo distinto, nuevo y potente. Que aun siendo compacto no podamos dejar de verlo. Tratamos de trabajar para eso.
Y también pensamos que puede servir como oportunidad: si las masterclasses no pueden ser presenciales, es el momento de sacarnos las ganas y poder contar con aquellas figuras que siempre quisimos que estuvieran. Y lo digo en plural porque siento el festival muy mío: desde el 96 hasta ahora no falté nunca. Si este año no tenemos a alguien en carne y hueso, podemos generar algunas otras instancias.
-La pandemia obliga a reperfilar las características de las secciones. ¿Habrá más producción nacional?
Posiblemente. Además es una señal para el cine argentino. La idea desde el INCAA es acompañar en un momento difícil. El festival funciona como encuentro, pero también como oportunidad de lanzamiento, de acompañamiento. Esperemos que en noviembre hayamos pasado estos días tan terribles y que efectivamente podamos relanzar el sector.
-Este es el año en que los estrenos nacionales se hacen a través de Cine.ar y Cine.ar Play. ¿Creés que parte del festival se va a poder ver por las plataformas del INCAA?
Algo novedoso y reciente es que el festival tendrá su programación en un sector específico de Cine.ar Play, con la intención de que se haga un trabajo conjunto. Esa programación especial tendrá películas que pasaron por el festival.
-¿El festival se va a poder ver en simultáneo en todo el país?
Este será un festival más federal que nunca, y efectivamente se va a poder ver en todo el país. La dinámica de un festival no es la misma que una plataforma, en cuanto a tiempos, posibilidades de ingresos o limitaciones. Pero la intención es que la programación continúe durante el año.
-¿Tuviste la oportunidad de viajar a Mar del Plata? ¿Cómo evaluás la expectativa de la ciudad con respecto al festival?
Siempre se reclama más participación local. Que el festival no sea una tropa de ocupación mientras la ciudad no interviene. En ese aspecto, venimos teniendo muy buen diálogo. Tenemos la posibilidad de sumar otras fuerzas de la ciudad que habitualmente no participaban; por ejemplo, la universidad, que tiene una carrera que se relaciona con lo audiovisual. También hubo encuentros muy fructíferos con la Film Commission, aunque por ahora está interrumpido. Será de gran utilidad trabajar conjuntamente en distintos espacios. En los últimos años, el Festival fue perdiendo salas y acotando espacios. Necesitamos volver a crecer.
Julia Montesoro
Esta entrevista se puede escuchar en GPS audiovisual radio.
Programación de Cine.ar Play
Tal como anunciara Fernando Juan Lima, numerosas producciones argentinas del Festival de Mar del Plata están disponibles en Cine.ar Play. Entre los títulos que componen esta selección, se encuentran los largometrajes de ficción Fase 7, de Nicolás Goldbart; La Tigra, Chaco, de Juan Sasiaín y Federico Godfrid; Los globos, de Mariano González; El futuro perfecto, de Nele Wohlatz; El aprendiz, de Tomás de Leone; Vikingo, de José Celestino Campusano y Sueño Florianópolis, de Ana Katz. Entre los documentales, están disponibles Reflejo narcisa, de Silvina Szperling; Soldado, de Manuel Abramovich y Ata tu arado a una estrella, de Carmen Guarini. Los cortometrajes son Sociales, de Mariano Luque; Salón Royale, de Sabrina Campos; En la sorprendente era de la comunicación, de Augusto González Polo; Al silencio, de Mariano Cócolo y Videojuegos (HB 9), de Cecilia Kang.
Sueño Florianópolis y Ata tu arado a una estrella forman parte de la programación de Novedades de Cine.ar Play, incluidas en la programación de agosto. Esta curaduría ira rotando y continuará creciendo en la pantalla del INCAA.