Claudia Piñeiro será presidenta del jurado de Largometrajes del Festival de Cine de Málaga, que se va a llevar a cabo del 1 al 10 de marzo.
El reconocimiento a la escritora ocurre apenas dos meses después del estreno comercial en streaming de Elena sabe, largometraje basado en su novela homónima publicada en 2007, con dirección de Anahí Berneri y protagonizada por Mercedes Morán y Erica Rivas.
Piñeiro estará acompañada por el director del Festival de San Sebastián, José Luis Rebordinos; el cineasta boliviano Alejandro Loayza Grisi; la actriz chilena Antonia Zegers; la guionista, directora de cine y televisión y dramaturga argentina radicada en España Daniela Fejerman y el cineasta Javier Ruíz Caldera.
-¿Cómo te tomó esta convocatoria? ¿Qué te atrae o te entusiasma de este rol que te han asignado?
Cuando me invitaron a ser parte del jurado, lo que me atrajo fue pensar en estar una semana mirando cine en Málaga. ¡Es una ciudad preciosa! Tiene vista al mar, siempre hay gente alegre, es muy bonita y en los últimos años creció muchísimo. Además la propuesta es para ver cine y estar todo el tiempo conversando con gente sobre cine, tanto con el jurado como con las personas que seguramente conozco que van a ir y con aquellos que no conozco. Todo es atractivo.
-¿Qué referencias tenés del festival?
Tengo amigos y amigas que se han ido, como Berna González Harbour, que es una periodista del El País y que fue jurado. Uno de los productores del festival, el escritor Miguel Ángel Oeste, también muy amigo mío. El año pasado le dieron el premio a la Trayectoria a Mercedes Morán, quien también es amiga. También tengo buenas referencias de ella. Y además es el mismo premio que le dan este año a Marcelo Piñeyro.
Creo que es un festival que está muy consolidado. Genera mucho interés por estar allí. Me parece que vale la pena, seas jurado o no, para ver las películas. Para los cineastas también es muy importante participar.
-¡Claro! Vas a tener un trabajo muy arduo.
Estaba haciendo el cálculo de cuántas películas tengo que ver y son 19. Si veo tres por día llego (Risas).
-¿Cuál creés que puede ser tu aporte, la impronta que podés darle a las reuniones del jurado?
Yo he sido presidenta del jurado, por ejemplo de Alfaguara. Mi tarea será coordinar, aunque las personas que componen conmigo el jurado podrían ser tan presidentes como yo. Por ejemplo, uno de ellos es el Director del Festival de San Sebastián (Jose Luis Rebordinos). Me parece que mi posición es ordenar la charla, dirimir alguna posición menor, pero siempre con la voluntad de conversar y definir entre todos. Lo que tiene de bueno cuando el jurado es diverso son las distintas miradas. Hay cosas que uno podría definir pero finalmente se trata de una cuestión de gustos: dentro de las películas buenas a cada uno les gusta algunas más que otras. Conversar sobre eso con distintas personas te da una amplitud de mirada interesante.
-Fuera de tus obras literarias, adaptadas para el audiovisual, ¿cómo es tu relación con el cine? ¿Qué nombres o qué géneros te atraen particularmente?
Me gusta todo el cine en general. Parece una respuesta de conveniencia, pero me pasa lo mismo con la literatura. No soy fanática de un género, ni literario ni en cine. Una película me gusta o no, no importa si es de terror, policial, de culto, una comedia… A veces hay como ciertos pruritos con respecto a determinados géneros y cuestiones. Trato de que no se me instalen en mí porque me parece que la película tiene que ser buena o mala, independientemente del género al que pertenece. A veces hay algunos malos entendidos con respecto a eso.
-En los festivales suele considerarse muy poco una comedia como, por ejemplo, para incluirla. Y menos para premiarla, ¿no?
¡Por eso mismo! Me parece que justamente esto es una picardía, porque hay comedias que son extraordinarias. Sin embargo parecería que las cosas más importantes no pasan en las comedias. He visto comedias españolas en festivales que me parecieron muy buenas, pero no es lo habitual.
-¿Cuando vas al cine te entregás como espectadora o buscás otras lecturas?
El otro día me preguntaba alguien que me estaba haciendo una entrevista si iba a valorar más el guion que otras cuestiones técnicas, porque vengo de ese lugar. ¡No! Una película puede tener un gran guion, pero si después está mal filmada, mal actuada, mal musicalizada, mal editada, va a ser mala igual.
El guion no es todo. Por supuesto que tengo una deformación profesional. Cualquier palabra dicha a mí me hace un ruido especial. También es cierto que una está muy atenta a cómo se desarrolla una historia, cómo se estructura, qué palabras se usaron para los diálogos, etcétera.
-¿Vos escribís pensando en imágenes? ¿En que las situaciones pueden tener un correlato audiovisual?
Escribo pensando en imágenes, pero no porque piense que pueden tener un correlato audiovisual, sino porque pienso de esa manera. En mis novelas veo una imagen y busco las palabras para contarla. Simplemente me aparece la imagen y tengo que buscar cómo expresarla. Creo que tiene que ver cómo está formateada la cabeza de cada uno. Hay gente que es mucho más visual, otra es mucho más auditiva. En mi caso, las historias aparecen con una imagen porque es el motor de la inspiración.
Julia Montesoro
Crédito foto: Alejandra López / Festival de Málaga