Andrea Carballo protagoniza Cuando oscurece, un drama familiar dirigido por Néstor Mazzini, en el que también actúan César Troncoso y Matilde Creimer Chiabrando. Cuando oscurece, una producción de Banda Aparte (Paulina Zoboli), es la segunda película de la trilogía Autoengaño, de la cual anteriormente se conoció 36 horas.
Andrea Carballo, quien reside desde hace varios años en España, llegó a Buenos Aires para acompañar el estreno en salas de Cuando oscurece, el jueves 24. Dialogamos con ella:
–Teniendo en cuenta que en esta segunda parte de la trilogía tu participación es más acotada que en la primera. ¿Cuál es el eje de tu personaje y cuánto cambió en Cuando oscurece?
-La trilogía va tomando diferentes momentos de esta ex pareja. En 36 horas, la película anterior, ellos ya están separados y lo que se aborda es un momento de esa separación. Cuando oscurece nos muestra otro momento, muy distinto. En este caso, el punto de vista está puesto más en la relación entre el padre y la hija. Entonces, cuando aparece Érica, mi personaje, creo que se empieza a ver más lo que va a venir en la tercera parte de la trilogía. Pero creo que en realidad, lo que se muestra en esta segunda película, es que el vínculo entre esta ex pareja ha empeorado. Más allá de que el título de la película sea Cuando oscurece, lo que vemos es que es un momento definitivamente oscuro entre ellos.
-Cuando además, el conflicto central pasa por la tenencia de esa hija, un tema lamentablemente frecuente en las separaciones. ¿Tomaste referencias cercanas o experiencias propias para abordar tu personaje, atravesado por situaciones tan difíciles y conflictivas?
-Siempre que me toca interpretar personajes de madres, como yo no lo soy, tengo como puntos de referencia madres que conozco. Es decir, hablo con madres. Tengo un montón de amigas que lo son. También, por supuesto y lamentablemente, conozco casos donde se han dado conflictos graves, sobre la tenencia y separaciones muy difíciles con hijos. Entonces siempre tomo esa posibilidad, de poder observar y de hablar con personas que hayan pasado por una situación similar. También tengo que decir que tanto en 36 horas como en Cuando oscurece se hizo un trabajo muy bueno con la niña. Por un lado, porque en la primera parte César (Troncoso) y yo hemos tenido tiempo de desarrollar un vínculo muy bueno con ella, que además es una actriz buenísima. Fue realmente muy natural la manera en que pudimos vincularnos con ella. También a través de un gran trabajo de la coach María Laura Berch, que es especialista en este tema, lo manejó muy bien y fuimos entrando de a poquito en confianza con la niña. Entonces claro, al llegar a Cuando oscurece, que la trama es más compleja y dura, ya teníamos un vínculo muy creado.
Por otra parte, Néstor Mazzini tiene una manera de trabajar muy buena: nos dice siempre que el guión está ahí justamente para que lo trabajemos o para aportar lo que queramos dentro de nuestro trabajo como actores. Entonces hubo cosas que se fueron agregando, fortaleciendo lo que sentíamos que contribuía a reflejar todo de una forma más real.
-En ese sentido, ¿cuál fue tu aporte para trabajar tu personaje y el vínculo con esa niña que, de algún modo, se está alejando de su mamá involuntariamente?
-Creo que en esta fase de la historia, el eje emocional de mi personaje es la desesperación. Tomé mucho esa emoción, la de una mujer que se ve en una situación desesperante. Y a partir de eso fui trabajando todo el arco dramático que tiene la aparición de mi personaje en este punto de vista, que creo es el de la hija. Es la visión que ella tiene de su papá, es lo que a ella le pasa y cómo se va dando cuenta de lo que va pasando, lo que va sintiendo. Eso también es muy interesante. A su vez, la película pone en juego emociones muy intensas que involucran a cada personaje.
-Trabajaste en México, en Argentina, en España, con directores consagrados y con debutantes. ¿Cuál es el toque personal de Néstor Mazzini, cómo definirías su estilo?
-Me voy a repetir un poco, pero para mí es uno de los directores que más busca la verdad en escena: esto que te decía antes, que las emociones y las escenas sean lo más realistas posible. De hecho en 36 horas, como la película sucede durante esa cantidad de tiempo, filmamos en orden cronológico e incluso físicamente pasamos por momentos donde llevábamos muchas horas de rodaje y los horarios eran parecidos a los que supuestamente sucedían en la película. Buscó que desde la actuación, nos sintamos lo más reales y verdaderos, más allá de la capacidad de interpretar. Creo que ése es su toque personal: mostrar la verdad, sin maquillaje. Eso es muy interesante, porque todas las historias que cuentan sus películas están muy bien escritas, muy bien construidas, con muy buenos diálogos. Y él mismo como director, busca dentro de eso la menor cantidad de maquillaje posible, darle a las emociones crudas.
-Hace una década que vivís en España. ¿Recibís muchos buenos guiones? ¿Qué te interesa particularmente al decidirte por una historia?
-Personalmente hay algo que me sucede o no me ocurre cuando leo un guión. Diría que es algo muy intuitivo, donde me entusiasmo o no con lo que estoy leyendo. Eso para mí es un parámetro enorme. Siempre hago una primera lectura donde no me detengo demasiado en nada y hago de cuenta que estoy leyendo una novela o cualquier libro –leo mucho-. Lo leo, lo cierro y me pregunto qué sensaciones tengo, un primer feeling con lo que acabo de leer. Después, por supuesto, hago una lupa importante en el personaje que me tocaría, cuáles son las circunstancias que le toca enfrentar, cuál es el enfoque de ese personaje. Y si realmente como actriz voy a poder aportar algo, si lo voy a poder disfrutar haciéndolo. Porque creo que no todos los personajes son para todos. La verdad, siento que fui muy afortunada a lo largo de mi carrera: en general recibí muy buenos guiones y proyectos, de mayor o menor producción –da igual-. Y eso es lo que me mueve, darme cuenta que ese proyecto va a ser interesante y que detrás hay un equipo que quiere contar una historia que vale la pena, que va a aportar algo y tiene un mensaje de verdad.
-¿Qué tenés por delante al volver a España?
-Apenas llego, tengo ensayos en Madrid para una película que voy a filmar en febrero de 2023, Solos en la noche, de Guillermo Rojas. Y después, en principio sale la tercera parte de la trilogía de Néstor Mazzini, que se llamará La mujer del río, donde viene también un momento importante de Érica porque es su punto de vista dentro de la historia.
Julia Montesoro