Gastón Solnicki regresó al Festival de Venecia después de siete años por la puerta grande: el domingo 31 estrenó mundialmente The Souffleur, protagonizada por Willem Dafoe, en la sección competitiva Orizzonti de 82ª edición de la Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica, que prosigue hasta el sábado 6.

Se trata de una comedia negra en la que Dafoe encarna el rol del veterano director del Hotel InterContinental de Viena, que emprende una venganza personal contra el nuevo propietario (el propio Solnicki) después de enterarse de que tiene planes de demoler el hotel y reconstruirlo por completo.
“Es una película muy rara, sin duda. Como todas mis películas, no empiezan con una idea muy preconstruida -expresó Solnicki en la rueda de prensa-. Hay mucha improvisación, naturalmente hay algo grotesco en mis películas. Pero improvisación como decía Mekas, como la forma más grande de concentración, no como un truco o una técnica que se imita o aprende, sino como una forma de vida”.
The Souffleur supone el regreso de Solnicki a La Mostra, después de su paso con Introduzione all’oscuro en 2018, además de haber presentado Kékszakállú en 2016) y formado parte del jurado en 2017.

Rodada en el verdadero Hotel InterContinental de Viena, la película narra la historia de Lucius Glantz, un estadounidense que ha gestionado el mismo hotel internacional en Viena durante 30 años. Un día, al descubrir que el venerable edificio está a punto de ser vendido y demolido, emprende una misión para detener su destrucción, enfrentándose a un arrogante agente inmobiliario argentino. A medida que el conflicto entre ellos se intensifica, el característico suflé del hotel deja de subir misteriosamente, obligando a Glantz a afrontar la posibilidad del fin de todo lo que aprecia.
Con guion coescrito por Solnicki con Julia Niemann, The Souffleur es producida por Gabriele Kranzelbinder y Eugenio Fernández Abril para Little Magnet Films, con sede en Viena, KGP Filmproduktion, Primo Content y Filmy Wiktora, la productora argentina de Solnicki. Dafoe protagoniza el filme junto a Solnicki, Lilly Senn, Stephanie Argerich y Claus Philipp. El equipo incluye a Rui Poças como director de fotografía.
The Souffleur cierra una trilogía vienesa que empezó con Introduzione all’oscuro (2018), una oscura oda a su fallecido amigo Hans Hurch y A Little Love Package (2022).
Días antes de la presentación de The Souffleur, Solnicki anticipó su regreso a Buenos Aires para rodar una película histórica sobre su abuelo, el ajedrecista argentino (nacido en Polonia) más trascendente de todos los tiempos, Miguel Najdorf.
“Fue una persona muy singular y un personaje increíblemente carismático cuya historia aún no se ha contado. Su vida es una de las grandes odiseas del siglo XX . Yo solo tenía 18 años cuando falleció en Marbella, sobre una mesa de poker”, describió Solnicki a variety.com.
«Compartió momentos con todas estas figuras icónicas que lo admiraban, desde Kirk Douglas hasta Perón, desde Bobby Fisher hasta el Che Guevara. Ese es mi próximo proyecto, más ambicioso, donde lo personal, lo autobiográfico, lo histórico y lo político se combinan a la perfección», expresó el realizador.

Miguel Najdorf nació en el seno de una familia judía en Varsovia, en 1910. A los veinte años alcanzó la categoría de Maestro Internacional de ajedrez. En 1936 jugó sus primeras Olimpíadas de ajedrez en Múnich, con la selección polaca de ajedrez.
En 1939, el inicio de la Segunda Guerra Mundial lo sorprendió en Buenos Aires, ciudad en la que se desarrollaba la Olimpíada de ajedrez de 1939, en la que representó a Polonia. Siendo judío, interpretó correctamente los sucesos de su tiempo y decidió quedarse a vivir en la Argentina, y adoptar esa nacionalidad.
En 1950, cuando la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) creó el sistema de títulos oficiales, fue uno de los jugadores a los que se reconoció con la categoría de Gran Maestro Internacional.
Participó en gran cantidad de Olimpíadas de Ajedrez representando a Argentina, consiguiendo como mejor resultado el segundo puesto en Helsinki (1952). A pesar de su edad avanzada participó en el encuentro de 1970 «URSS versus Resto del Mundo», consiguiendo un empate con el excampeón mundial Mijaíl Tal. En 1980 obtuvo el Premio Kónex de Platino como el más importante ajedrecista de la historia en Argentina, en 1990 volvió a ser premiado con un Konex, esta vez el Diploma al Mérito. Su gran longevidad como ajedrecista de máximo nivel asombró al mundo.
Hasta 2020, y luego de 94 ediciones del Campeonato Argentino de Ajedrez, el gran maestro Miguel Najdorf sigue ostentando el récord vigente desde 1975 de ocho títulos nacionales, obtenidos en 1949, 1951, 1952, 1955, 1960, 1964, 1967 y 1975; siendo el ajedrecista con más victorias de campeonatos y torneos en el historial argentino.