Darío Grandinetti comenzó en la ciudad de Benidorm, España, el rodaje del drama Después de Kim, dirigida por Ángeles González-Sinde y coprotagonizada por Adriana Ozores.
Después de Kim es una novela de la propia directora, publicada en 2019, que parte de una noticia devastadora: la muerte en España de una hija con la que ya no existía vínculo. Juan y Gloria, que llevan veinte años separados y viven en Buenos Aires, viajan hasta aquí para reconocer el cadáver de Kim. Pero al llegar descubren que ha dejado un hijo del que nadie sabe nada. A partir de ese instante, el viaje se transforma en otra cosa: una búsqueda urgente y una reconciliación improbable. Un thriller por fuera, pero una historia de afectos y silencios por dentro.
“El motor de la historia son los personajes, como en todas mis películas -explicó González-Sinde-. Quería explorar qué permanece de una pareja cuando ya no queda casi nada; qué vínculos siguen existiendo incluso cuando la familia se ha descompuesto”.
La película es una adaptación de su propia novela homónima y está atravesada por esa tensión entre el pasado que pesa y el futuro que aún se resiste. Benidorm, con su mezcla de estridencia y melancolía, se convierte en un personaje más: sus rascacielos, sus urbanizaciones solitarias en invierno, sus calles que parecen no dormir nunca sirven de espejo a la distancia emocional entre los protagonistas.
Completan el reparto Gloria March, Cristina García, Karina Kolokolchykova, Kevin Brand, el niño Roger Aranda y Cristina Rosenving.
Se trata de una producción de Voramar Films, Tornasol Media y Después de Kim AIE que cuenta con el apoyo de RTVE, À Punt, el ICAA y el Institut Valencià de Cultura (IVC). El rodaje se extenderá durante siete semanas por distintas locaciones de Benidorm y Valencia.