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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Jimena Muñoz, productora general del 10º Festival de las Alturas y su balance: «Es una década de mucho trabajo con resultados muy positivos»

Diez años después de su creación, el Festival Internacional de Cine de las Alturas (que en 2025 se celebró del 16 al 24 de mayo) se consolidó como el espacio que reúne y visibiliza producciones audiovisuales de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia y Venezuela.

Su productora general, Jimena Muñoz, conserva la idea inicial de constituir un puente entre los pueblos andinos a través del cine: además del impacto cultural y turístico, el festival es una plataforma de exhibición invaluable para realizadores del NOA y de países vecinos.

-El día después del final de la 10ª edición, ¿qué sensación te quedó?

Que nos salió exquisita. Más de 20 mil personas pudieron disfrutar de las salas, el domo, el encuentro del público con Guillermo Francella, el cinemóvil y los recorridos a lo largo y ancho de la provincia. Estamos muy contentos con el impacto generado y con el trabajo que se hizo. Se podría decir que en estos diez años nos volvimos expertos en lo que respecta a la exhibición.

-Al llegar al décimo aniversario, ¿con qué escenario te encontraste?

Me encontré con un crecimiento exponencial. Año a año fuimos creciendo. Pensábamos en un festival pequeño al principio, pero en el resultado final nunca quedó pequeño. Siempre fue una gran muestra, con más de 90 ó 100 películas. Este año tuvimos 120 proyecciones o producciones audiovisuales, lo que habla de este crecimiento que logramos a nivel regional. Algo muy importante de esta edición es que tuvimos 24 producciones u obras audiovisuales de Jujuy. En años anteriores no habíamos tenido esa cantidad y calidad de películas y de producciones.

Esto da cuenta del trabajo que hicimos estos 10 años. No solo con el fomento, los laboratorios y la exhibición que el festival viene desarrollando y fomentando: también en esta construcción que hicimos para posicionar a Jujuy como polo audiovisual regional andino, con esta característica e identidad andina que le damos al cine.

Revalorizar esta identidad también nos permitió ser el único en la región en darnos cuenta de que es un importante espacio para los directores y las directoras de esta parte del continente. En esta edición muchos se autoconvocaron a participar, a venir, a vivir el festival. Eso también fue de gran impacto: vimos en los halls de las salas de cine personas armando la agenda para poder ver todas las películas del festival. Ese era el sueño de la primera edición, o por lo menos el mío: llegar a ver ese movimiento como en el festival de Mar del Plata, que me impactó muchísimo la primera vez que fui. Ver ese público armando su agenda para no perderse absolutamente nada es uno de esos pequeños detalles que dan cuenta del crecimiento y del compromiso que tiene el gobierno de la provincia de Jujuy de darle continuidad a estas políticas de Estado.

El festival también ha aportado a que el Instituto de Cine de la provincia, que está funcionando hace dos años, tenga un mayor impacto y prestigio. Es una década de mucho trabajo y ese trabajo ha tenido resultados muy positivos.

-¿Cuáles fueron los grandes desafíos que se fueron presentando a lo largo de los ocho días en que transcurrió el festival?

Lograr tener producciones y obras audiovisuales de directoras y directores de la provincia es un gran impacto. Si bien el año pasado tuvimos documentales en competencia -ganadores inclusive-, esta edición se destacó por la cantidad de obras audiovisuales de jujeños y jujeñas que son el resultado del desafío que nos planteamos hace dos o tres años con el Instituto, de generar un área de fomento para poder ver nuestras obras audiovisuales en nuestra pantalla y en esta pata de exhibición que es el festival.

-¿Qué evaluación hicieron del público?

Este año quedó mucha gente afuera de las pelis y de las salas. Y hubo muchos con ganas de volver a ver películas. Para nosotros es positivo y a la vez, para la gente fue negativo por no poder entrar a ver las películas, que se exhibieron a sala llena. Quedó mucha gente afuera. Es fundamental el interés con que Jujuy se ha apropiado del festival.

Además de eso, hemos recibido múltiples declaraciones de interés de distintos organismos de la provincia por lo que contribuye este festival a la información y la exhibición de estos contenidos, tanto ambientales, educativos o culturales.

Crecieron y van a tener que seguir agrandándose.

Es el próximo desafío: seguir inaugurando espacios también en el interior. Lo que le queda a este festival es llegar mucho más allá de la capital, que es donde contamos con las salas comerciales. En el interior hace falta muchas más salas todavía.

-El sábado 24 de mayo, día de la entrega de premios del 10º Festival, ¿fue el último día del décimo festival o el primero de la edición 2026?

Inmediatamente después seguimos trabajando y pensando en la onceava edición, mientras estamos elaborando las rendiciones. Ya estamos buscando optimizar los recursos con los que contamos. Pensando en el acompañamiento del privado para que el festival no baje la calidad y que podamos seguir expandiéndonos también en la provincia. Ya estamos metidos en lo que será el festival del 2026.

Julia Montesoro

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