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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Lucas Turturro dicta un taller de Video Instalación y Cine Expandido en DAC: «La experiencia inmersiva convierte al espectador de cine en participante»

Hasta el domingo 21 está abierta la inscripción para el Taller de Video Instalación y Cine Expandido del Centro de Extensión Profesional de DAC que dictará el realizador y artista visual Lucas Turturro.

El Taller se llevará a cabo en forma gratuita y la inscripción se realiza a través de este enlace. 

-¿En qué consiste el Taller de Video Instalación y Cine Expandido? ¿Qué se propone el concepto de “explorar las fronteras”?

Todo nace de una cuestión personal. Mi formación es cinematográfica: me dedico al cine y también a las series de televisión. Pero hacer una película o una serie lleva mucho tiempo, mucho esfuerzo y dinero. Hay un trabajo de producción muy grande. Para quien hace un trabajo creativo y artístico, resulta desgastante. Por eso y para mantenerme activo, hacia 2013 me empecé a presentar a una serie de convocatorias. Así obtuve una beca de la Fundación Telefónica para hacer una obra interactiva o de videoinstalación. Eso me introdujo en el mundo de las artes visuales; el mundo de la instalación y el cine expandido. Y entendí la diferencia entre ellos.

Se abrió una disciplina nueva muy interesante y creativa, más allá de lo cinematográfico, de mi experiencia en los medios públicos o en series. Y con posibilidades muy distintas de lo que sucede en el cine.

-¿Cómo se establecen las diferencias y los marcos entre el cine y la experiencia inmersiva?

Una experiencia de cine expandido o una videoinstalación propone un visitante en vez de un espectador. Propone recorrer un espacio y hacer una experiencia inmersiva más que estar sentado en una butaca. El cine es como una ventana. Una ventana en la uno se olvida los límites, pero en algún punto el espectador está puesto con el cinturón de seguridad. Estamos ahí, nos olvidamos del mundo y vemos otra vez la ventana. Esta experiencia es distinta: el espectador es un visitante que recorre una experiencia.

-¿Con qué se van a encontrar los interesados?

El propósito del taller es compartir laa experiencia e invitar a gente que tenga proyectos parecidos. No importa si es de formación cinematográfica, en artes visuales o solamente tenga la inquietud de anotarse a presentar un proyecto y trabajar en el desarrollo del mismo. En cuatro encuentros no vamos a llegar a la obra terminada, pero vamos a tratar de encontrar un desarrollo y empezar a pensar de manera inmersiva.

-¿A quiénes está dirigido el taller?

A todo aquel que esté interesado y tenga una idea. Ni siquiera tiene que ser un proyecto muy desarrollado. Puede ser una idea o un pequeño disparador.

Mi primera instalación fue a partir de una pregunta: si las películas son como sueños de la realidad, ¿los sueños de las películas qué son? Era lo único que tenía. Surgió a partir de una anécdota personal. Una madrugada, a las 3 de la mañana, me desperté con una escena de 8 y medio dando vueltas en la cabeza. El cine no es solamente una profesión o una vocación: también es una obsesión que se me aparece en los sueños.

Empecé a tirar esa punta e hice mi primera videoinstalación, llamada, La sombra invertida, que recopila cien escenas de sueños de directores como Leonardo Favio, Andréi Tarkovski, Federico Fellini o Akira Kurosawa. Son cien escenarios de sueños, que arma un inconsciente colectivo del cine. Gracias a la tutoría de Rodrigo Alonso, Mariano Sardón y de la Fundación Telefónica, empecé a pensar que por ahí no necesitaba una pantalla. Por ahí necesitaba más de una. Y no todas tenían que ser horizontales. Y podían dialogar entre sí, formando una orquesta audiovisual. También hay elementos escultóricos: tiene otras complejidades con relación al cine, pero es igualmente fascinante: son lenguajes que se complementan.

Después hice otras videoinstalaciones. Una fue hecha con imágenes de archivo de los grandes funerales patrios, como Carlos Gardel, Evita o Néstor Kirchner. Editado como si fuese un único muerto. A este cajón lo pasean por la ciudad de Buenos Aires, lo traen en avión, en barco, lo llevan por el cementerio de Recoleta y nunca lo entierran. Funciona en loop. Es un reto circular que no tiene principio ni fin, como una especie del mito de Sísifo, quien quiso burlar a la muerte y fue castigado por los dioses.

-Si te guiaras por la intuición o por algún elemento concreto, ¿sobre qué ejes creés que van a girar los proyectos que se van a presentar?

En los primeros días hubo bastantes inscriptos. Estuve chusmeando los proyectos y son muy diversos. Muchos parten de experiencias muy personales, vivencias de historias familiares o de espacios que se habitan que son cotidianos. Es muy interesante porque el videoinstalación o el cine expandido dialoga con el espacio de exposición, con la sala. Por lo general, se adapta a los diferentes espacios, pero también es un diálogo con el espacio. A diferencia del cine, donde la película es la misma, sea la sala que sea.

-¿Cuál es el objetivo con los proyectos seleccionados?

Lo ideal es que cada participante del taller se lleve, al final, un dossier de su proyecto desarrollado. Que pueda presentarlo a convocatorias, a concursos, a fundaciones o a espacios culturales. Es un buen objetivo, que sirve para impulsar al interesado a pasar a la etapa de la realización.

Julia Montesoro

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