Ciudad Oculta, de Francisco Bouzas, tendrá su estreno mundial en la 10ª Semana de la Crítica de Berlín, que se llevará a cabo desde el miércoles 14 hasta el sábado 24. La proyección se llevará a cabo el miércoles 21 en el marco del programa “Luces de la ciudad”, donde también se exhibirá el cortometraje Warnes (1991), de Narcisa Hirsch.
En la doble función las formas urbanas y cinematográficas chocan. Primero, se derrumba un edificio; podría ser cualquier edificio, pero era especial. Para su película Warnes de 1991, Narcisa Hirsch filmó en cámara lenta la demolición del hospital infantil más grande de Argentina por parte del gobierno de Carlos Menem. Originalmente ordenado por Eva Perón unos 40 años antes, el edificio nunca se completó y siguió siendo un tema político durante mucho tiempo; Muchos residentes que habían vivido en el edificio en desuso durante décadas fueron desplazados cuando finalmente fue demolido. Mientras tanto, las realidades sociales de Buenos Aires hoy figuran en la Ciudad Oculta de Francisco Bouzas, que toma –como título– el apodo dado a la villa 15. En esta película de gángsters casera, trágica y punky, una pandilla queer de músicos de carnaval se enfrenta fácilmente con la policía. Cuando un miembro de su camarilla muere, la ley vuelve a interponerse en su camino, ya que la puerta de entrada al más allá (y, por tanto, el lugar para despedir al difunto) se encuentra en el centro de la comisaría.
El programa “Luces de la Ciudad” se plantea: ¿Qué hace una película argentina? Dos películas de diferentes épocas visualizan el pasado y el presente de la desigualdad social del país, al mismo tiempo que oscurecen la realidad a través de la estilización y la evocación del punk, los fantasmas y el carnaval. Tras el doble programa habrá un debate en el que participarán Francisco Bouzas, Davide Oberto y Susanne Sachsse.
Ciudad Oculta es una producción de Pensar con las Manos (Maria Laura Buslemen, Francisco Bouzas, Andrea Testa, Francisco Marquez y Luciana Piantanida), Ciudad Oculta se relaciona con el barrio llamado de esa forma. Justo antes del Mundial de 1978 el entonces intendente de Buenos Aires, Osvaldo Cacciatore, ordenó construir un muro frente a la Villa 15, una villa miseria, para que los turistas no la vieran, de ahí su nombre. Allí hay una ciudad dentro de la ciudad, y otra debajo para los muertos. Iki regresa a casa para visitar a sus viejos amigos y pronto se enfrenta a la muerte. Visita a Franki en sus sueños y pronto lo siguen más amigos. Las líneas entre sus mundos se vuelven borrosas y la puerta de entrada al más allá está en el lugar más peligroso de la ciudad: la comisaría de policía. Ciudad Oculta crea un mundo de amistad en medio de la violencia.
“Hace 12 años que frecuento Ciudad Oculta por diversas razones –expresó Francisco Bouzas, el director-. Lo que comenzó como un proyecto para documentar la formación de una joven murga (agrupación musical de carnaval del Rio de la Plata) llamada “Los locos no se ocultan”. Fue mucho de la amistad que se forjó, mezclada con las experiencias vividas en el barrio y en esa murga, lo que me llevaron a realizar esta película: es el resultado de un proceso colectivo desarrollado por más de una década.
Una de las particularidades de Ciudad Oculta proviene de ahí: la posibilidad de trabajar con un elenco y con parte del equipo técnico con los que me unen años de relaciones, vínculos afectivos y creativos me colocó ante una situación muy atípica para este tipo de películas: tenía la sensación de que la película ya existía previamente al rodaje, nuestro trabajo fue el recuerdo, la rememoración, incluso la reencarnación”.
El elenco está conformado por César Languidey, Ezequiel Martino Dosantos, Belen Ramirez, Nelson Pereira, Liz Lovera y Fernando Gonzalez
La Semana de la Crítica de Berlín está conformada por experimentos de la India entrelazados con triángulos amorosos oníricos. La ira femenina se escucha a dúo con los lemas machistas de los empresarios obsesionados con su carrera. Los edificios y los sistemas políticos se derrumban, y luego la puerta al más allá se abre de golpe en una comisaría de policía. Los pequeños monos conocen a un pez gigante y a una niña caballo, y luego unen fuerzas para imitar al mundo. El cine activista hace acto de presencia, mostrándose elocuente y polifónico ante las crisis globales.