Martín Ferrari fue hasta 2023 el director provincial de Fomento de la Industria del Cine del Ministerio de Culturas de la Provincia de Neuquén y a la vez, integrante de la Asamblea Federal del INCAA. Fue también coautor del proyecto de ley de Cine provincial de la provincia de Neuquén y Vicerrector de la ENERC-Sede Patagonia Norte.
–¿Cuál es tu posición con respecto al capítulo de la Ley Ómnibus que se relaciona con el nuevo esquema de financiamiento a la actividad audiovisual?
Fue un golpe muy duro haber leído esa letra en contra de la cultura. Y muy dolido particularmente porque deja a la ENERC afuera. Eso impacta directamente a Neuquén, porque la provincia es sede de la ENERC Patagonia Norte desde 2017. Nos quedamos muy impactados al ver que desaparece el Inciso G del artículo 24, esencial para su mantenimiento. Esta sede es la primera y única escuela de cine en la historia de Neuquén y desde 2017 forma realizadores audiovisuales de calidad: ya tenemos 53 egresados en cuatro cohortes. Y además es una escuela regional: hay alumnos de Neuquén y también de Río Negro y de La Pampa.
-La Escuela activó la producción audiovisual y la formación de técnicos en la región.
Sí. Tener la escuela en Neuquén es parte de un proyecto del crecimiento del audiovisual como política de Estado, porque vino de la mano de una Ley Provincial de Cine y de la conformación de un Ente Cinematográfico Neuquino. No tenía sentido tener una escuela sin una política de fomento.
Este golpe es muy duro porque esta política generó un montón de logros, no solo por la cantidad de alumnos que tiene y tuvo la escuela sino por lo que generó en la región. No quiero ser autorreferencial, pero yo me tuve que ir a estudiar cine a Buenos Aires porque en Neuquén no había una escuela de formación audiovisual. Y en la región, desde 2017 hay más de 90 alumnos -entre egresados y cursantes-, que tuvieron la posibilidad de formarse en Neuquén.
La formación implica tener las herramientas para generar contenidos audiovisuales, contando historias propias de la provincia de la mano de los planes de fomento del Ente Cinematográfico local y también generar mano de obra calificada para producciones que vengan a filmar a Neuquén. La Ley de Cine comprende una convocatoria de reembolso para películas nacionales. Tuvimos una experiencia muy buena el año pasado con la película de Sebastiàn Schindel (Una muerte silenciosa), donde se contrataron 60 personas, la mayoría de ellos egresados de la ENERC. La producción invirtió en mano de obra local más de 20 millones de pesos a la provincia. Los resultados son palpables.
-¿Cuál es la incidencia que tiene este proyecto sobre el futuro de la escuela de cine?
Es difícil de responder: todavía estamos shockeados. Los egresados y estudiantes de la ENERC empezaron a publicar una frase que me apropié: la ENERC no se toca. A nosotros nos impacta directamente, pero hay ocho sedes en el país con más de 600 alumnos. Tenemos la esperanza de que los Diputados de estas ocho jurisdicciones van a tener presente, en el momento de evaluar esta Ley Ómnibus, el Inciso G del artículo 24 de la Ley de Fomento Cinematográfico.
-¿Están en contacto con estos representantes regionales como para plantear posibles salidas?
Estoy muy en contacto con el rector, Gabriel Rojze. Él nos mantiene al tanto de las reuniones que tiene con legisladores de todas las provincias en las que hay sedes de la ENERC. Esto, más allá de los distintos sectores de la cultura que se están movilizando.
-¿Hay alternativas diseñadas para continuar con la escuela de cine en el caso de que desaparezca el apoyo del INCAA?
Esto es muy reciente y además coincide con un cambio de gestión, porque hay un Gobierno provincial que llegó hace muy poco. Pero básicamente sin el apoyo del INCAA va a ser muy difícil sostener una escuela de cine. Las sedes regionales -por ejemplo, la de Neuquén-, funcionan bajo un convenio en el cual el INCAA aporta el sueldo a los docentes, el plan académico, el equipamiento y el traslado de los docentes; la provincia aporta el hospedaje, el edificio de la escuela y su personal. Sin ese convenio no se puede hacer.
-¿En qué medida este proyecto de ley puede afectar al Ente Cinematográfico y la Cinemateca de la provincia?
La Ley Provincial de Cine tiene fondos propios. Hubo muchos concursos de desarrollo de proyecto. En estos tres años hubo 30 líneas de fomento, de las cuales se seleccionaron 43 proyectos y se dieron aportes por más de 50 millones de pesos. Todo se hizo con fondos de la provincia. Pero esos desarrollos de proyecto se hicieron para poder aplicar al INCAA después, porque es donde está el Fondo de Fomento Cinematográfico, que es federal y que tiene ventanillas para documentales y cortos.
Con lo cual sin el aporte del INCAA sería muy difícil sostener. ¿Qué vamos a hacer? ¿Cortos? ¡Nosotros queremos hacer industria! Queremos que Neuquén sea un atractivo para las producciones nacionales para que vengan a filmar, porque hay mano de obra calificada, pero también hay incentivos de reembolso para la contratación de mano de obra local. Esta es una cadena y si falta un eslabón, se corta.
-¿En qué estado se encuentra actualmente la actividad, tanto en rodajes y producciones como en los planes de fomento en Neuquén?
Los planes de fomento de 2023 están en plena producción. Se seleccionaron 15 proyectos, que abarcan el desarrollo de proyectos cortos, documentales, serie documental y cortos de ficción, para los cuales se destinó un fondo de 31 millones de pesos. Hicimos una convocatoria temática sobre 40 años de Malvinas sobre la que se está trabajando. Estamos preparando, con las nuevas autoridades que se designen, el nuevo Plan de Fomento 2024.
Por otro lado, los egresados están trabajando en un servicio de producción de un largometraje para plataformas en San Martín de los Andes. Hay actividad en la provincia.
-¿Te preocupa la lectura política que se hace de las funciones del INCAA?
Sí. Es parte del desguace que se busca. Pero así como es lamentable que la situación se plantea políticamente, también me gusta ver a los referentes nacionales en agenda: Santiago Mitre, Vanessa Ragone, Axel Kuschevatzky, Gabriel Rojze… Lo veo positivo. Muchos tuvimos que salir a la opinión pública provincial a decir que el Fondo de Fomento Cinematográfico no sale del presupuesto nacional, un argumento que durante ocho años se escuchó en los medios de comunicación. Veo positivo es que la gente de la industria está saliendo, se está poniendo en la agenda, está dando a conocer que es la ENERC, el Fondo de Fomento Cinematográfico, el INCAA.
¡El INCAA no es solamente hacer películas! También hay un mercado como Ventana Sur o como el Festival.
-GPS Audiovisual está llevando a cabo una serie de entrevistas a referentes de la actividad y entre otras coincidencias, sostienen que hay que debatir cuál es el futuro del INCAA. Te traslado ese interrogante.
Absolutamente hay que hacerlo, pero esta no es la forma de dar una discusión. Se debe dar en otro ámbito y en otro contexto. También es necesario reformular una nueva Ley de Cine, en la cual las provincias tienen que ser parte de esa discusión, porque no es lo mismo la realidad del año 94, cuando se modificó, que en 2024. Pasaron muchas cosas y las sedes del ENERC fueron parte muy importante de ese desarrollo. Además hay varias provincias con leyes provinciales de cine a partir de San Luis, en 2001. Esa realidad hay que tenerla en cuenta a la hora de generar una discusión y una reformulación de un nuevo proyecto de Ley de Cine. Aclaro que no es el contexto ni el momento, pero hay que ponerlo en agenda en algún momento si queremos que esto no vuelva a suceder.
Hay que trabajar seriamente en una política audiovisual, como decía Axel Kuschevatzky, para atraer inversiones a la Argentina. ¡Eso es muy importante! Como también lo es seguir manteniendo el Festival de Cine, la ENERC, Ventana Sur, los espacios INCAA y todos los beneficios que tiene una política audiovisual a través del INCAA.
-¿Se puede proyectar o imaginar una industria audiovisual en Neuquén sin el apoyo del INCAA?
Es una cuenta regresiva hacia un final muy abrupto. No veo que desde una provincia se pueda generar si no hay una política nacional que lo acompañe. Es fundamental que el Fondo de Fomento Cinematográfico tenga participación en las provincias: en los cinemóviles, en los Espacios INCAA, en los concursos para Historias Breves. Si cierra la ENERC va haber un retroceso muy grande. Para la industria audiovisual en Neuquén, sin el apoyo del INCAA ni la ENERC, es una sentencia de muerte.
Julia Montesoro