Juan Antonio Vigar es el principal gestor de la actividad cultural de Málaga: además de ser gerente de la empresa municipal Festival de Cine de Málaga e Iniciativas Audiovisuales y director del Teatro Cervantes, es el director del Festival de Málaga, cuya 26º edición comenzó el viernes 10 y se extenderá hasta el domingo 19, y que cuenta con una importante participación de la actividad audiovisual argentina.
-La pandemia parece haber quedado atrás hace un tiempo lejano. Sin embargo, paradójicamente, esta es la primera edición del Festival de Málaga con plena normalidad. Sin mascarillas ni medidas de protección. ¿Cuál es tu impresión sobre lo que la gran expectativa que viene ocurriendo desde las vísperas de esta nueva muestra?
Tienes toda la razón: nosotros fuimos, creo, el primer festival en España que tuvo que aplazar su realización por la pandemia en el año 2020. De hecho, inaugurábamos el día en que en España se confinó a toda la población. Desde entonces, hemos luchado por mantener el festival de modo presencial, abierto. La edición del año 20 pudimos hacerla unos meses después. El 21 e incluso el 22 hemos luchado para que fuera presencial. Pero el año pasado aun había ciertos elementos que todavía no hablaban de normalidad. Teníamos en esta fecha mascarillas aquí en España y había algunas medidas de naturaleza sanitaria que todavía estaban implementadas.
Este es como tú bien decías el primer festival de vuelta a la normalidad, de vuelta a la prepandemia. Por eso es un festival que yo quiero calificar de celebración de la vida, en el sentido de que vamos a recuperar las señas de identidad que siempre nos definieron. Es decir, una alfombra roja muy nutrida en cuanto a representación de celebrities y muy unida al público de Málaga. Que es un público cálido y generoso, que acoge al cine español todos los años con gran alegría. Eso desde el punto de vista de la recuperación de la parte llamemos más lúdica.
-¿Qué rasgos destacables advertís en la selección de esta edición?
Ya el año pasado tuvimos una excelente selección, tanto del ámbito español como latinoamericano, con películas excelentes que han tenido mucho recorrido. Recuerdo Cinco lobitos, que fue la película ganadora de la sección de contenido español, que ha tenido varios premios Goya y que recientemente está nominada a los Premios Platino. O bien Utama, que fue la película ganadora de la sección latinoamericana, que de hecho está también ahora en los Premios Platino y ha tenido un magnífico recorrido a lo largo del tiempo. Creo que 2023 sigue la senda en general en cuanto a calidad y de los contenidos.
En la programación tenemos un total de 20 películas a competición (12 de ellas españolas y 8 latinoamericanas), que representa la foto fija de lo bueno y mucho que se hace en el sector audiovisual iberoamericano. Hay películas de una producción llamemos más convencional, junto a otras de una producción más vocacional. Directores con largo recorrido frente a otros que hacen su primera o segunda película, y que son talentos emergentes que pronto tendrán un espacio propio en el mundo del audiovisual. Se trata de diferentes miradas, que es un poco nuestro objetivo. Suelo decir que nuestra singularidad es la generalidad: la capacidad que tenemos de sumar todos los elementos que componen la realidad de un audiovisual y poderlo ofertar a nuestro público. Esto va a hacer que esta 26ª edición sea muy celebrativa y muy gozosa.
-Uno de los ejes esenciales del Festival de Málaga es el cine iberoamericano. ¿Por qué te entusiasma ese cine?
Nosotros nacimos en 1998 con una finalidad: ser útiles. Si tú como cualquiera de los espectadores de este programa hiciéramos una memoria de cómo éramos hace 25 años, probablemente habríamos cambiado en los rasgos físicos e incluso emocionales. Te diría que también desde el punto de vista de nuestra concepción de la vida. Pues el cine español atravesó a lo largo de los años un proceso simular, al mismo tiempo que ocurría en todo el ámbito de los distintos países iberoamericanos, donde poco a poco dejaron de ser películas de un país para ser de varios. Hemos tenido películas con seis y siete países coproductores.
Este año hemos visto 224 películas latinoamericanas, a las cuales hay que sumar 24 coproducciones entre España y los distintos países de la región. De tal manera que si queríamos mantener nuestra utilidad para el sector audiovisual teníamos que ir avanzando hacia este abrazo necesario con el mundo iberoamericano.
En el año 2017 decidimos cambiar en la denominación del festival y pasar de ser un “Festival de cine español” a un “Festival de cine en español”. Con lo cual ese enorme abrazo a una comunidad de 500 millones de personas que tenemos un idioma común era algo necesario para seguir siendo útil.
A partir de ahí, te confieso que nuestra relación con todos los países y los institutos de cine es enormemente cercana y cómplice, y estamos descubriendo cinematografías de una riqueza extraordinaria, con diversidad de mirada, pero a la vez también con señas identitarias. Con el paso del tiempo hemos conseguido que esa cercanía fructifique en la presencia de proyectos realmente interesantes del ámbito iberoamericano.
Resumiendo, te diría que en nuestra identidad ya no se entiende nuestro ADN: necesita de lo iberoamericano, necesita esa presencia de los países hermanos con los cuales compartimos no solo idioma común sino también miradas creativas y planteamientos industriales en lo cultural muy similares.
-El vínculo entre España y los países latinoamericanos es cada vez más visible. Y hay que destacar que Argentina siempre tiene una participación destacada en el Festival, ya sea en la Competencia Oficial como en prácticamente todas las secciones. ¿Cómo es tu vínculo con el cine argentino?
Diría que es una relación muy estrecha y muy enriquecedora para nosotros. Tengo que agradecer siempre al INCAA, a las instituciones que tienen la responsabilidad de dirigir el audiovisual argentino, la sensibilidad que han tenido hacia el festival y la confianza en que el festival podía ser un buen escaparate, una buena plataforma de promoción del cine argentino. Hace unos años tuvimos la satisfacción de hacer protagonista a la Argentina de nuestro foco de coproducción bilateral, con un desembarco de proyectos muy interesantes. También hemos dado nuestro homenaje a nombres tan señeros como Cecilia Roth, Mercedes Morán u Oscar Martínez. Seguiremos en esa idea de traer los nombres más representativos del cine argentino para rendirles el homenaje que merecen.
En nuestra área de industria, tenemos una relación enormemente estrecha con Ventana Sur. Para nosotros es enormemente importante. Primero porque lo valoramos como un proyecto realmente de mucho nivel, en el que se concita el interés y la presencia de una enorme cantidad de agentes y de productores, distribuidores y en general, de todo el colectivo del sector audiovisual latinoamericano. Luego, porque entendemos que es un gran amplificador de lo que España puede mostrar a ese mundo iberoamericano.
Este año, en nuestro proyecto Spanish Screenings -el mercado oficial del cine español, impulsado por el Instituto de Cine de España, el Instituto de Comercio Exterior y con fondos de la Unión Europea-, decidimos hacer lo que llamamos el on tour. Es decir, un viaje un desembarco del cine español para ser conocido en el ámbito iberoamericano. No encontramos mejor lugar que Ventana Sur. Allí hicimos un proyecto bastante sólido, muy coherente, con un centenar de invitados que trasladamos de España a Buenos Aires, y luego con una veintena de actividades que sumaban para esta imagen que queríamos trasladar del audiovisual español.
En lo histórico hay una relación bastante estrecha. Y si tenemos que ir al presente presente, pues este año en Sección Oficial tenemos dos películas netamente argentinas: Empieza el baile, de Marina Seresesky y Desperté con un sueño, de Pablo Solarz. Y tenemos también coproducciones argentinas con Chile, Colombia y Perú. Y desde ya con la propia España. El cine argentino sigue teniendo un peso específico muy importante en nuestra competencia.
–El MAFIZ alberga espacios para la industria y la formación en los que el cine latinoamericano también está presente con proyectos en diferentes etapas. Allí también hay una participación muy destacada de Argentina. ¿Cuál es el objetivo que se trazaron?
En nuestra área de industria, lo que pretendemos es acompañar en la cadena de valor al audiovisual. Tenemos un proyecto que es un laboratorio, en el que hacemos que estos proyectos sean visionados y sean valorados por los fondos internacionales que aportan para la coproducción con el ámbito latinoamericano. Luego tenemos el work in progress, un paso más en este sentido, que se acerca a proyectos algo más elaborados y cercanos al corte final. Luego se encuentra la exhibición: muchas películas pasan desde esos laboratorios y work in progress a la competencia oficial. Por último, la venta internacional. En todo el proceso la presencia del mundo iberoamericano es muy importante. Nosotros consideramos que nuestra riqueza actual es este abrazo y este encuentro, que suponemos para las producciones que nos llegan de los países de la región y que son la esencia de lo que queremos construir. Allí, siempre contamos con proyectos argentinos.
Por otro lado, hay una presencia institucional de Argentina dentro de nuestra área de industria, en nuestro Industry Club, dedicada a los países que forman parte de nuestra comunidad. Ahí hay un stand dedicado al cine argentino con presencia institucional, que sirve para darle difusión y promoción al cine que se hace allá.
-Entre Málaga y San Sebastián impulsaron y desarrollaron la versión Spanish Screenings XXL. ¿Qué actividades y qué anuncios están previstos?
Por segundo año consecutivo, gracias a los fondos de la Unión Europea, podemos desarrollar este formato extendido de los Spanish Screening. Recurriendo a algo entendible por todos le hemos llamado XXL para hablar de un tamaño muy grande. Ese proyecto tiene tres líneas de actuación. Una es el Content que se celebra desde el 13 al 17, dentro del marco del Festival. Podremos celebrar la presencia de compradores y agentes y festivales que vienen de todo el mundo. Por darte un dato, en el año 2022 tuvimos en este área de industria casi 1600 acreditados y específicamente para el área de mercados unos cerca de 700, que venían de 46 países del mundo. Significa un esfuerzo logístico de producción bastante importante. Pero consideramos que es necesario, para que se conozca lo que se hace por todos los que luego pueden difundir mediante la compra y la exhibición el audiovisual en español. El segundo proyecto es el que se realiza durante la celebración del Festival de San Sebastián, el Final Financing & Tech. Tiene que ver con la financiación y las nuevas tecnologías. Ya el año pasado reunió a un número muy importante de grandes empresas de financiación del mundo audiovisual y fue muy productivo.
El tercero es el On Tour, que realizamos el año pasado en Argentina. Este año la idea que estamos trabajando y las gestiones que estamos realizando nos llevan hasta Corea, hasta el Festival de Busan. Pretendemos hacer el mismo proyecto que hicimos en Buenos Aires y llevar al mundo asiático el cine argentino y latinoamericano, y sobre todo en el ámbito español también, de tal manera que podamos mostrar lo que hacemos fuera de nuestras fronteras.
-El Content es lo más urgente, ya que se desarrolla en el curso del Festival. ¿Qué novedades aporta?
Hay nuevas secciones que consideramos fundamentales. Una de ellas es el Short Corner, una zona específica para el cortometraje. Para que aquellas productoras y agentes de venta que están en el ámbito del cortometraje tengan posibilidad de mostrar lo que hacen y darle difusión.
Por otra parte, seguiremos avanzando en el terreno de los remakes, aquellas historias que entendemos que podrían servir de inspiración ahora mismo para otros productores más contemporáneos, que ya fueron un éxito en su día.
También hay dos aspectos que nos aparecen también muy interesantes: las adaptaciones literarias -tenemos un apartado de material que podría ser susceptible de ser adaptado literariamente para que quienes lo quieran conocer puedan profundizar en quienes son los detentadores de derechos- y la música. Queremos mostrar el trabajo de los compositores españoles a quienes andan detrás de realizar una producción y a lo mejor todavía no han sido capaces de encontrar o no han podido encontrar al músico idóneo.
Nuestra zona de industria es muy amplia y sirve para darle valor a ese sentido de utilidad que comentaba.
-Si tuvieras que definir el Festival de Málaga en un concepto, en una característica, ¿cuál sería?
Nuestro objetivo es ser útiles a un sector y a una ciudad. A un sector a través de todo esto que te acabo de contar, acompañando en la cadena de valor a todo el audiovisual. No solo exhibirlo sino también ayudarle a su venta internacional y a su propio desarrollo. Y a una ciudad -un territorio como la ciudad de Málaga- dinamizándolo económicamente. Invertimos cantidades muy importantes a lo largo de la celebración del festival y su preparación en empresas, autónomos, profesionales del territorio, que de algún modo recuperan la inversión que el ayuntamiento de la ciudad hace para que el festival se pueda celebrar. Desde ese sentido de utilidad a la ciudad nos expandimos a una utilidad más global al audiovisual español y al iberoamericano.
Pero desde la mayor de las humildades posibles digo que no presumimos de nada más que de ser útiles. Eso nos está validando y situando en una buena posición. De hecho, en el último Observatorio de la Cultura realizado en España el evento del Festival de Málaga está situado en novena posición entre los proyectos culturales más importantes de España. Eso nos hace sentir que el trabajo que realizamos va en buena dirección. Y por el feedback que recibimos también del otro lado del Atlántico, entendemos que cumpliendo ese objetivo cumplimos con esta razón de ser.
Julia Montesoro