César Troncoso protagoniza Cuando oscurece, segunda película de la trilogía Autoengaño, de Néstor Mazzini, con producción de Banda Aparte (Paiulina Zoboli), que se estrena el jueves 24.
Se trata de un drama que muestra el devenir de una familia que comienza a desmembrarse cuando los problemas económicos se mezclan y repercuten en lo personal. En esta parte, el conflicto se agudiza por el desgaste del paso del tiempo, de las mentiras y la imposibilidad de los adultos de dialogar.
Junto con Troncoso completan el elenco Andrea Carballo y Matilde Creimer Chiabrando. Además, Mazzini obtuvo el premio a la Mejor Dirección en Gramado y en Trieste.
-¿Podríamos definir Cuando oscurece como una película de suspenso, oscura?
Sé que causa mucha tensión. 36 horas, la primera de las películas que componen la trilogía Autoayuda, también tenía esa misma sensación. Y además es cierto que hay un componente muy potente de suspenso: es la línea de trabajo de Néstor Mazzini.
-Esta parte de la trilogía está fuertemente atada a un conflicto de pareja muy visibilizado en los últimos tiempos, que tiene que ver con la tenencia de los menores. ¿Cómo fue el abordaje?
Las primeras aproximaciones a la trilogía comenzaron a partir de las experiencias personales de separación de Néstor. Obviamente, en el proceso del trabajo, se terminaron transformando en elementos de la ficción. No estamos contando la biografía del director, sino que se tomaron algunas vivencias y se desarrollaron.
Tengo un vínculo muy directo con estos temas a través de mi compañera, porque trabaja con cuestiones de violencia de género en el Instituto de la Mujer, organismo que depende del Ministerio de Desarrollo Social. Los intercambios que tuve con ella a lo largo del tiempo me nutrieron para hacer este abordaje. No tengo un proceso demasiado intelectual para trabajar, pero sé por dónde pasa desde lo subjetivo, desde lo intuitivo. Es un tiempo en el cual hay hombres que intentan reivindicar la tenencia compartida, la manutención de los hijos. Una de las cosas que cambiaron es la duración de las relaciones. Aquello que era “para toda la vida” empezó a ser de corto plazo. Me acuerdo de haber escuchado que las relaciones promedian los siete años. Los hijos están más allá de la supervivencia de la pareja. Este es un tema del cual hay que hablar.
-¿Cuál es el eje de tu personaje?
Se va de mambo, tal vez hasta por un tema de edad. En la medida en que su masculinidad está puesta en tela de juicio -cuando deja de ser el padre proveedor- empieza a tomar decisiones equivocadas.
-Una gran parte de Cuando oscurece se desarrolla como una película del camino, entre dos protagonistas: el adulto –que sos vos- y la niña. ¿Cómo se trabajó para lograr ese vínculo tan verosímil?
Colabora el hecho de que tanto Andrea (Carballo) como yo establecimos en la primera película un vínculo fuerte con Matilde (Creimer Chiabrando), de mucha confianza. Si querés conseguir resultados de un niño tratalo desde un lugar de respeto. Algunos preparadores de niños toman caminos más cuestionables. Em este caso, la grandísima tarea de María Laura Berch fue fundamental. Yo ya había trabajado con ella en Infancia Clandestina. Es muy crack, sus asistentes están formadas en la misma línea de trabajo, con respeto hacia los actores infantiles. Nos fuimos encontrando, y la relación se reforzó sobre todo conmigo con relación a 36 horas.
–Cuando oscurece se presentó en el Festival de Gramado, donde además Mazzini ganó el premio al mejor director y en la Cinemateca de Montevideo, en tu país natal. ¿Qué te devolvió el público, con qué respuestas o reacciones te encontraste?
El personaje no es particularmente encantador (risas). Ya de por sí es un cuento complejo, tenso. La devolución tuvo que ver con los climas conseguidos por la película, cómo se iba enrareciendo el vínculo entre padre e hija. Y cómo se siente un profundo alivio cuando al final hay una solución positiva para la niña. El clima de tensión, el vínculo, las dificultades de comunicación y cómo se empieza a transformar esa vacación en otra cosa está muy bien resuelto. La gente en Gramado lo sintió. Todos los comentarios hablaban de la construcción de los tres personajes.
Julia Montesoro