El sábado 12 comienza la decimonovena edición del Festival Latinoamericano de Cine con Vecinos. Como desde hace dos décadas, sus creadores Fabio Junco y Julio Midú siguen adelante en un proyecto absolutamente original, que tiene como propósito visibilizar y reconocer a los creadores independientes, que hacen cine por fuera del sistema industrial.
Este año, el Festival se realizará de manera virtual y trasladando su histórica sede de Saladillo a la ciudad de Neuquén y se difundirá en forma gratuita hasta el sábado 19 , a través de su sitio web.
-¿Qué Festival nos espera?
Fabio. Confiamos mucho en los contenidos de este festival. La producción volvió a aparecer, después de dos años de pandemia. Notamos que empieza a regularizarse. Inclusive se presentaron producciones realizadas en contexto de pandemia, con celulares. Se inscribieron unas cincuenta, una cifra más que importante.
La programación es muy buena y estará disponible íntegramente todos los días y en forma gratuita: la competencia, la muestra y los cortometrajes.
-¿Esta edición del Festival salió tal como lo tenían planificado?
Fabio. No pudimos desplegar el plan original: quedará para el año que viene, para celebrar el vigésimo aniversario. Sobre todo, por falta de apoyo en tiempo y forma de los tres estamentos: Nación, Provincia y ciudad de Saladillo. Sin embargo, el eje estará en la ciudad de Neuquén, gracias a un acuerdo realizado con el Ministerio de las Culturas local. Allí se realizarán talleres y proyecciones y la ceremonia de premiación, el último día.
-La falta de pantallas no va a conspirar contra la calidad de la programación. ¿Con qué secciones y con qué películas se va a encontrar el espectador?
La Competencia y la Muestra tienen películas de gran calidad. Este año el Festival premiará a la mejor película, producción y guion. También otorgarán premios Argentores y Cineteca Vida. Los jurados serán Mónica Lairana, Araquén Rodríguez y Matías Musa. Y fuera de competencia, tendremos las películas que ganaron en los últimos años y habrá dos secciones de cortometrajes: una con contenidos de la Fundación Cine con Vecinos y la otra con realizaciones de Neuquén. Estos se van a proyectar en la ciudad de Neuquén el último día del Festival.
Será el sábado a las 21 hs. al aire libre. Allí se van a anunciar los ganadores. Estamos conversando con los organizadores del área de Cultura para poder trasmitir en vivo a través de nuestra web. Quedará como la velada de cierre.
Julio. Siempre tuvimos la idea de que la pantalla no debe apagarse a pesar de los problemas. Es lo que motivó a la Fundación a seguir adelante con el Festival. Además del formato virtual también se empiezan a encender otras pantallas, con vistas a la edición del año próximo. Mantenemos intención y la ilusión de que cada año se sigan iluminando esas pantallas, dándoles espacio a películas que de otras formas no se conocerían.
-Hay un apoyo fundamental en esta nueva edición de Cine con Vecinos, que es el Ministerio de las Culturas de Neuquén. ¿Cómo surgió el vínculo y qué va a ocurrir allí?
Julio. Conocieron nuestro trabajo y antes de la pandemia, nos invitaron a dar talleres con directores del lugar. De esa manera continuaron con la propuesta que habíamos iniciado en Saladillo. Se dieron cuenta del valor de tener producción local, que la gente cuente sus propias historias. Nos ofrecieron ser parte del Festival, se involucraron.
Fabio. Una de las perlas de esta edición es un Formador de formadores que vamos a hacer con alumnos y alumnas de la ENERC Patagonia. Van a hacer cortos con vecinos el jueves y viernes. Y el sábado se van a estrenar en el cierre, cuando anunciemos los ganadores.
-En Neuquén se encontrarán además con el lanzamiento de la Cinemateca. Fabio. Nuestro seleccionador, Hayrabet Alacahan, quien viene de hacer una especialización en preservación en México, está muy interesado con la posibilidad de hacer actividades juntos. Hay material muy valioso allí. Para nosotros es importante las experiencias en paralelo: la social y cultural con los alumnos de la ENERC Patagonia y la patrimonial con Hayrabet,
-El fenómeno Cine con Vecinos prosigue en forma ininterrumpida desde hace 19 años. Ahora, con la novedad de que otras regiones están interesadas en diversificar la tarea. ¿En ese interés hay un camino posible para este Festival?
Los dos: ¡Sí!
Fabio. Porque cada vez hay más producción. Y es mucho mejor técnicamente que hace 20 años, cuando comenzamos, y los materiales se hacían en VHS, 8mm o en cinta. Muchos jóvenes tienen una cámara en 4k en el celular y pueden hacer con una memoria sola fragmentos de escenas y después editar una película. A nosotros nos interesa la ficción, pero también están haciendo documentales. En algún momento irremediablemente va a tener que ser contemplado por el festival, porque la producción comunitaria que hay es esencialmente de documentales.
Julio. La gran responsabilidad para quienes estamos detrás de esta propuesta es mantenernos comunicados. Pudimos superar este largo encierro en el que muchas pantallas se apagaron y la gente se volcó masivamente a las computadoras y los teléfonos. Cuando nosotros comenzamos el fenómeno de Saladillo, aparecieron muchísimos jóvenes con ganas de filmar. Nuestro socio, Rodrigo Fernández Engler, surgió del Festival. De pronto nos encontramos haciendo Soldado argentino solo conocido por Dios; Yo, traidor o más recientemente La noche que luché contra Dios. Acabamos de rodar en Israel, donde también trabajaron vecinos. En otro plano, también Santiago Mitre comenzó su carrera haciendo El estudiante con amigos, en forma amateur. No tenemos que dejar de ver la importancia del fenómeno. En las clases en la ENERC yo repito que hay que laburar. Es nuestra responsabilidad no apagar la cámara cuando no se dan las cosas. Que no nos ganen los problemas ni la burocracia.
Fabio. Hay que estimular a la gente para que produzcan contenidos. Creemos que la ficción es una opción para que no solo sea bailar en tik tok. Ademas de bailar, puede dejar un registro de una historia o de un personaje.
Julia Montesoro