Paula Carruega es la protagonista femenina de la comedia dramática Camino al éxito, road movie dirigida por Sebastián Rodríguez con Sergio Prina y Benjamín Otero sobre el sueño de jugar al fútbol, que está en su segunda semana de exhibición en el cine Gaumont.
Además se presenta en los espacios INCAA de El Palomar (Cine Teatro Helios), miércoles 5 de octubre a las 18 hs.; Tucumán (Hynes O’Connor), sábado 1 a las 20hs.; Mendoza (San Rafael del Diamante), martes 4 a las 21 hs. y miércoles 5 a las 21 hs.; Neuquén (Cine Municipal de Zapala), viernes 30 a las 21.30 hs y martes 4 a las 21.30 hs. y Jujuy (Tilcara), el martes 1 de noviembre a las 19 hs.
-¿Qué te hizo decidir a asumir este rol en Camino al éxito?
Me gusta porque me saca de lo cómodo. Es un personaje de pueblo: para eso tuve que componer un acento, cambiar una cadencia al hablar. Nosotros en Buenos Aires tenemos una urgencia mucho mayor. Tuve que bajar la perilla y aquietar las aguas (risas).
-Escribís, dirigís y producís audiovisuales. ¿Cuál fue tu grado de participación en algunos de esos roles?
Le propuse incorporar una tonada, que se identifique con un pueblo y a Sebastián le encantó. Cuando uno va al interior se encuentra con gente que viene de distintos lados. Pensé que estar en un hotel varado cerca de la ruta debía tener algo diferente. Pero mi rol fue solamente como actriz. Puesta al servicio del personaje. Mi desafío es tratar de que cada rol que interpreto sea diferente, busco la particularidad.
-¿Cómo fue el método de trabajo con Sebastián Rodríguez, teniendo en cuenta además que es su ópera prima?
El siempre tuvo superclaro lo que quería. Hubo poco tiempo –tres semanas- de mucha actividad y corridas. Fue un rodaje con muchas locaciones y varios actores yendo de un lado a otro, complicado para el montaje. Pero Sebastián trabajó mucho en la preproducción y aunque era su opera prima, estaba muy enfocado. Siento que encontró ese lugar. Era lo que el quería y lo logró.
-¿Cómo preparás tu personaje?
Vengo de la escuela de (Agustín) Alezzo; del Método, de Stanislavsky. Estudié varios métodos. Y siempre regreso a las primeras clases de teatro, cuando se trataba sobre buscar el comportamiento. Por eso siempre estoy buscando la diferencia: esa también es la base de un personaje. A veces ocurre que hay varios trabajos uno atrás de otro y allí no hay mucho tiempo para dedicarle y buscar un comportamiento definido. También ocurre que los roles no son tan disimiles uno del otro. Pero lo intento: aunque sea con diferencias muy sutiles, me gusta aportar algún detalle que marque la diferencia.
–Camino al éxito es una película sobre personajes comunes, de localidades pequeñas, en busca de un sueño en la gran ciudad. ¿Hay algo de eso que se parezca a tu propia vida?
Nací en La Plata y vivo en Buenos Aires hace más años que los que viví en mi ciudad natal. También vine atrás de un sueño, aunque no en forma conciente. Sabía que era acá donde podía estudiar y formarme. Lo que me sucedió es que entre a la escuela de Agustín (Alezzo) y me enamore de él y de su enseñanza. Y me quedé. Desde muy chica empecé a trabajar en sus obras. Mi primera película fue a los 18 años y siempre encontré en el cine mi lugar de creación. Me llamaban para hacer tv y si estaba con una película, decía que no. Una forma hasta inconciente de elegir el cine. Me gusta encontrarme con amigos de otras películas, participar en otros proyectos y volverlos a encontrar.
-¿La actriz le gana a cualquiera de tus otros roles?
Mi carrera es la actuación: no lo voy a dejar jamás. Pero también me gusta producir productos míos, que siento que pueden funcionar. Hicimos una serie llamada Un año sin nosotros y el año que viene vamos a filmar la película. También estudio cine: me gusta mucho la dirección de actores. Y también escribir cuentos. Me gusta contar historias. Ni siquiera pienso si lo voy a actuar: escribir es catártico.
Julia Montesoro