Charo Mato abrió un camino casi ignorando en la filmografía mundial: se trata de una realizadora hipoacúsica que dirigió 8 Cuentos sobre mi hipoacusia un documental que aborda la temática de la sordera a partir de los testimonios de los propios involucrados. La película integra la Competencia Nacional de Largometrajes de la 9ª edición del Fidba (Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires). El estreno mundial fue online para toda la República Argentina el 27 de diciembre último.
-¿Qué te propusiste contar con 8 cuentos sobre mi hipoacusia?
Yo fui diagnosticada de muy pequeña con una hipoacusia progresiva, hasta que a los 23 años quedé completamente sorda. Entonces decidí realizarme un implante coclear. Eso me cambió muchísimo la forma de escuchar, de conectarme y de comunicarme con el mundo. A partir de ahí, surgieron muchos cambios míos a nivel personal, laboral y social. Y comencé a escribir para contar una parte de este camino y esta vida atravesada por la hipoacusia y la sordera.
Lo que la película plantea es entender, a través de la imagen y el sonido, cómo escucha quien no escucha, tanto a través de mi historia como la de otras chicas elegidas a través de un casting en Argentina y en Uruguay. Y también participa mi familia, obviamente. Es un entramado coral donde voy pasando por ocho diferentes estadíos, desde mi diagnóstico hasta el implante. Me ayudó y me ayudan las otras historias que retratamos para poder contar mi historia.
-¿Cómo es tu historia con la hipoacusia?
En mi familia hay otras personas con hipoacusia, como mi padre y mis primos. Fui diagnosticada con una hipoacusia moderada a los 6 años, cuando ya había adquirido el lenguaje escuchando, y mi pérdida fue progresiva y genética. Se pudo haber detenido, pero perdí todo.
Pero aprendí a hablar que es, quizás, lo más difícil. En la actualidad, si la sordera se detecta en un bebé se lo puede implantar al año y puede adquirir el lenguaje hablado normalmente. En mi caso, yo nací escuchando y adquirí el lenguaje. En la primaria empecé a tener problemas en los dictados: escribía incoherencias porque no escuchaba lo que me estaban diciendo. Yo pensaba que escuchaba algo y escribía mis propias historias.
-¿Cómo iniciaste el camino que relatás en tu documental? ¿Cuánto demandó la producción artística, cómo fue el proceso de búsqueda de personajes?
Se realizó un casting para documental en ambos países. Buscábamos niñas y jóvenes o adolescentes que pudieran representar ciertos recuerdos y que tuvieran ciertas similitudes con mi infancia y mi adolescencia, para relatar mis propios recuerdos y a su vez, aportar otro punto de vista con su historia personal.
-¿Cuánto tiempo te demandó todo ese proceso para encontrar a estos personajes?
Al pertenecer a la comunidad de personas hipoacúsicas ya nos conocemos un poco entre todos, entonces fue una búsqueda muy particular. Hicimos la convocatoria en redes y conformamos el elenco en seis meses entre Argentina y Uruguay. Hubo mucha ayuda, muchas redes y muchos grupos privados de Facebook donde estamos todas las personas hipoacúsicas de Argentina.
–8 cuentos sobre mi hipoacusia se presentó, en estreno mundial, en la competencia nacional del FIDBA. ¿Cómo llegaste hasta allí?
Es un festival que sigo. Es el festival de cine documental más importante de Latinoamérica. Hacen una selección de películas muy cuidadas y muy buenas y, obviamente, era de nuestras grandes opciones para poder estrenar la película.
-La película se presentó por primera vez el 27 de diciembre. ¿Qué sensación te dejó la primera proyección?
Estuvo muy bueno, muy efervescente. No pensé que iba a ser así porque el estreno fue online y la difusión la hacemos por las redes, pero muchísima gente seguía la película desde antes: desde el casting, desde el desarrollo. Hicimos un teaser al que le había ido muy bien: dentro de la comunidad de personas hipoacúsicas ya se sabía de la existencia de la película y nos seguían en las redes. En el momento el estreno en el FIDBA había mucha gente esperándola. Recibí muchos mensajes -padres con chicos implantados, chicas implantadas de mi edad o un poco menores, gente de la comunidad hipoacúsica que usa audífonos- de mucho agradecimiento. Motivados por la peli, porque 8 cuentos tal vez sea la película inaugural de una temática nueva. En este caso, hablo de un nuevo camino posible que tenemos las personas hipoacúsicas de volver a escuchar. Y creo que es la primera película que trata este tema desde la vivencia propia de quien la escribe y la dirige.
-La película es un modelo de producción pero, también de perseverancia, porque tiene apoyos de fondos tan disímiles, que van desde Sundance a Lau Haizetara de San Sebastián.
Tenemos apoyo del INCAA, del INCAU, del fondo de coproducción minoritaria de Uruguay, del fondo de posproducción Sundance Institute, de Mecenazgo, del Fondo Nacional de las Artes. Hay una cantidad de apoyos increíbles que ayudaron a terminar la película como quería hacerla.
-¿La película está subtitulada en formato accesible?
¡Sí! Tiene subtítulos en close caption en español y también están los subtítulos en inglés. Es muy importante para nosotras que cada función, cada estreno online, cada momento de difusión de la película podamos hacerlo accesible. Porque tanto mi productora como yo somos hipoacúsicas, porque queremos cuidar a la comunidad a la cual pertenecemos y a la cual le estamos hablando, y también para sentar un precedente: es necesario que las cinematografías latinoamericanas y de todo el mundo empiecen a hablar seriamente y se hagan cargo de que las películas tienen que ser inclusivas, con subtitulado inclusivo, close caption, audiodescripción para las personas ciegas y debates en lengua de señas para las personas que hablan en lengua de señas. Es fundamental entender que hay un público muy numeroso esperándolo.
Julia Montesoro