El porcentaje de participación de profesionales mujeres del Festival de San Sebastián apenas superó el 30%, de acuerdo al tercer Informe de identificación de género dado a conocer por la organización de la muestra. Los datos denotan estancamiento: no ha habido grandes variaciones al cabo de los tres últimos años.
Este año la presencia de profesionales que se identifican con el género femenino ha sido más visible, gracias a la presencia de siete directoras (frente a nueve directores) en la competición oficial, jurados mayoritariamente femeninos y un palmarés que por segundo año consecutivo ha premiado a más mujeres. Sin embargo, tanto en las secciones paralelas, con la excepción de Zabaltegi-Tabakalera y Nest, como en las películas de producción vasca y española predomina la autoría masculina en todas las categorías.
El documento no solo examina los equipos de las películas, que permiten observar el estado de la situación en la industria cinematográfica vasca, española e internacional año tras año, sino que también se extiende a otras decisiones del Festival, como la composición de las mesas redondas, las clases magistrales y los jurados de los premios oficiales.
Tres controversias vinculadas a cuestiones de género atravesaron esta edición. La decisión del Festival de reemplazar las Conchas de Plata al mejor actor y a la mejor actriz por galardones que reconocen la mejor interpretación protagonista y la mejor interpretación de reparto ha provocado el rechazo de una parte del movimiento feminista y de las asociaciones de mujeres profesionales del cine. El Festival se da un plazo de al menos tres ediciones para comprobar el efecto de la medida, pero no pierde de vista la presencia creciente de personas no binarias en la industria cinematográfica, como puede observarse en los datos de la sección Nest o de WIP Latam. La paridad es uno de los objetivos, pero también la no exclusión.
Tras el debate causado por la concesión del Premio Donostia a Johnny Depp, el Festival acordó en la jornada de trabajo sobre igualdad de género, junto a la asociación de mujeres profesionales del sector audiovisual y las artes escénicas (H)emen, el Grupo de Trabajo Interterritorial de Igualdad en el Audiovisual 50/50 para 2025 (GTI) y la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales CIMA, discutir en los próximos meses la posibilidad de acordar un código ético respecto a los premios honoríficos. El fallo del Jurado Oficial, presidido por la cineasta Dea Kulumbegashvili y compuesto por cuatro mujeres y un hombre, que otorgó la Concha de Oro, el Premio Especial del Jurado y la Concha de Plata a la mejor dirección a películas dirigidas por mujeres, ha sido acusado de obedecer a criterios no artísticos. No sucedió lo mismo el año anterior, cuando el jurado presidido por Luca Guadagnino, compuesto por tres hombres y dos mujeres, concedió cuatro de los seis galardones oficiales a una película dirigida por una realizadora. Mientras estos temas estén en el centro del debate social será difícil que las decisiones que se tomen en el Festival no lo estén. Por eso, es importante seguir avanzando, tomando decisiones con responsabilidad, pero analizando año a año sus resultados y sin miedo a cambiar aquello en lo que nos equivoquemos. Como parte de los acuerdos de la reunión con las asociaciones de mujeres del ámbito audiovisual, en el informe de 2022 el documento incorporará nuevas categorías profesionales. El Festival confía en que los datos que recoge este informe y el trabajo interno y con las asociaciones durante todo el año contribuya a impulsar un progreso relevante y medible en los próximos años.
El Festival tiene una plantilla estable de 37 personas: ocho hombres y 29 mujeres (78%). La organización del Festival se estructura en doce apartados, de los cuales diez están dirigidos por mujeres. El comité de dirección está compuesto por siete personas: cuatro son mujeres. En cuanto al comité de selección, está formado por seis programadoras y seis programadores.
El informe completo se puede consultar en este enlace.