Germán Andrés Gómez es el subsecretario de cultura de Entre Ríos, organismo provincia que desarrolla una intensa actividad audiovisual y que este año anuncia el retorno del Tercer Festival Internacional de Cine de Entre Ríos, después de un año de inactividad por la pandemia. La muestra se llevará a cabo del 8 al 11 de diciembre, con entrada libre y gratuita para todas las proyecciones y en modo virtual para el mercado.
-¿Cuáles van a ser las características de la tercera edición del FICER?
Al tratarse de un festival internacional, tendremos como país invitado a España. Además, vamos a volver a contar con un mercado regional. El mercado impulsa la producción profesional de la región NEA litoral, conformada por seis provincias. Por otro lado, al programarse en diciembre, esperamos la llegada del turismo, ya que uno de los objetivos del festival es que sea un evento turístico y cultural.
-¿Cómo se va a desglosar la modalidad mixta?
La programación del festival va a ser íntegramente presencial. Por un lado tenemos en cuenta que en la provincia y el país hay un gran porcentaje de población vacunada, y esperamos llegar a diciembre con más gente con las dos dosis. Por otro, hay estrenos y novedades que tienen restricciones para exhibirlas en línea.
Por su parte, el mercado tendrá algunas actividades virtuales, como la conexión de invitados y las capacitaciones.
El festival, como en las ediciones anteriores, va a contar con un patio gastronómico, con sectores al aire libre, actividades paralelas, charlas de invitados, alfombra roja, voto del público: todos los aditamentos que hacen que la experiencia sea completa. Cada realización del FICER es un hito para los realizadores entrerrianos y la región.
-La dirección artística vuelve a estar a cargo de Celina Murga.
Sí. El rol es compartido con Nicolás Herzog. Ellos están a cargo de la programación y de las gestiones con la embajada de España. Además, cerramos la convocatoria para las películas que van a estar en las dos competencias oficiales del festival: largometrajes nacionales y cortometrajes entrerrianos.
-¿Qué otras secciones componen el festival?
Hay una sección infantil con películas que se exhibirán durante la tarde y que serán presentadas a chicos de las escuelas y de los barrios de Paraná. Algunos de ellos tendrán por primera vez la experiencia de ver una película en un cine.
Por otra parte, inauguramos una sección regional, en la que vamos a tener una película de cada una de las provincias que conforman la región del NEA litoral argentino. Es una sección nueva que no está en competencia, sino que cada provincia elige una película. Esperamos al sector y a los amantes del cine de las provincias vecinas. Tenemos la experiencia de las muy buenas repercusiones que tuvimos en Santa Fe, ciudad muy cercana a Paraná, en las ediciones anteriores.
Otra novedad de este año es que habrá una película invitada desde el Instituto Nacional de la Música, un documental que hace un recorrido por la producción de música para cine en la historia del cine argentino. Se llama La música en el cine nacional. Vamos a convocar como invitado a un creador de música para cine para dar una charla a músicos y realizadores, sobre todo para quienes estén interesados en la realización de música para lo audiovisual.
-La programación de este año, ¿tiene algún eje temático?
No tiene ejes temáticos desde la programación, pero el festival está signado por una fuerte impronta femenina, ya sea en la dirección como en la programación, a partir de la propia secretaria de Cultura: quien rige los destinos del festival también es una mujer, Francisca D’Agostino. Tanto en el mercado como en el equipo de producción hay mucha presencia femenina. Eso enriquece las distintas miradas de los géneros.
-¿Se observa alguna característica en común en las películas presentadas?
Sí: hay una fuerte presencia de la región centro del país. Las provincias con más producción tienen un instituto o un polo audiovisual. Lo vemos en el resultado: hicimos un recorte por provincias y en esas provincias es donde hay más producción. También se nota la presencia de realizadores jóvenes. No todas son óperas primas pero hay nuevas voces, nuevas maneras de contar.
Para el mercado, además de los entrerrianos, en las convocatorias hay buena cantidad de postulantes de las provincias más fuertes de la región. En ese sentido dimos un paso importante como provincia: la media sanción de la Ley de Fomento Audiovisual.
-Ese es un anhelo por el que venían trabajando hace bastante tiempo: ¿cuáles van a ser los beneficios inmediatos que va a haber con la implementación de esta Ley?
En principio, la Ley crea un Instituto con un fondo de fomento destinado a impulsar la producción audiovisual. Los fondos van a ser concursables, emulando las legislaciones de Misiones o Córdoba. Recibirá un porcentaje del Instituto de Ayuda Social Financiera, un ente autárquico de la provincia que, entre otras cosas, recauda por lo que se obtiene con el juego. Con la ley, un porcentaje va a estar afectado directamente al fondo audiovisual. La intención es que se forme un instituto autárquico, en el cual el Poder Ejecutivo disponga de sus autoridades y de un consejo asesor, que son los que van a diseñar la política a desarrollar y las líneas de fomento. Seguramente para la fecha del festival estará la ley en vigencia.
-¿Se puede anticipar la creación de una Film Commission provincial?
En 2019 empezamos a trabajar con un registro de locaciones: ya tenemos disponible una guía on line. Ese registro está creciendo. El primer objetivo es que sirva para rodajes de publicidad, algo que sucede por nuestra cercanía con Buenos Aires y Rosario. Pero la intención es potenciarlo: en el marco de la ley, la Film Commission va a permitir desde su propia estructura la posibilidad de crear convenios de coproducción y establecer porcentajes. Está en los planes: hay mucho diálogo con el sur de Brasil, con Uruguay y Paraguay y además tenemos un potencial creativo muy interesante en la provincia, con directoras y realizadores que han ganado premios a nivel nacional e internacional.
-¿Cómo interactúan estos realizadores con la secretaría de Cultura?
El diálogo es permanente. Comenzamos a pensar en un festival a raíz de que percibimos que no era tan visible la producción y el trabajo -y la calidad de ese trabajo-, de estos realizadores dentro de la provincia de Entre Ríos. El festival les da la posibilidad de tener una pantalla y para que la provincia se entere de la cantidad de voces, de guionistas, de personal humano y técnico capacitado que hay, y de las historias que se cuentan.
La creación del festival dio lugar a los primeros foros que se juntaron a debatir las problemáticas y a trazar líneas de acción. Venimos sosteniendo una agenda de trabajo con el sector en general.
En la provincia hay dos agrupaciones bastante grandes de realizadores y realizadoras: la ARAER (Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos) y CAPAER (Cámara de Productores Audiovisuales de Entre Ríos), que nuclean a la mayoría de trabajadores del sector. Están todos involucrados en el festival, trabajando desde distintos lugares y aportando de diferentes maneras, tanto como los realizadores independientes que no están agrupados. El objetivo es no pensar políticas para un sector cultural sin ese sector.
Julia Montesoro