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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Lautaro Delgado Tymruk reestrena «El corazón del mundo»: «Me interesa el umbral que existe entre el teatro y el cine»

Lautaro Delgado Tymruk vuelve a estrenar El corazón del mundo, la obra teatral que dirige y protagoniza junto a William Prociuk y Ezequiel Rodríguez, escrita por Santiago Loza, a partir del domingo 4 en el Espacio Callejón, a las 20.30 hs. Se trata de una obra que oscila en los límites entre la realidad y la ensoñación; entre lo corpóreo y lo proyectado. Como si fuese cine dentro del teatro. La obra marcará el regreso de los actores al escenario.

 -¿Qué los impulsó a reestrenar El corazón del mundo?

Tenemos muchas ganas de hacer la obra, porque aunque se habló mucho de ella, es muy nuevita. Estrenamos en 2019 solo por dos meses: hicimos ocho funciones. Reestrenamos en marzo de 2000 pero por la pandemia hicimos solo una función. Volvimos este año pero solo por cinco funciones: hubo que guardarse de nuevo. Nos vamos a tener que acostumbrar a esta nueva realidad. Por eso tenemos pensado hacer cuatro funciones. ¡Ojalá podamos hacerlas! Por un lado porque no sabemos cuánto durará esta nueva realidad; por otro, porque no sabemos cuál será la respuesta del público.

-No somos los mismos antes que después de la pandemia. ¿Cómo influyó en la obra?

El texto mismo se resignifica con la coyuntura. Y nosotros también estamos distintos. La obra de por sí es muy existencialista. Habla de temas muy sensibles, de umbrales, en los espacios entre la vida y la muerte y entre el pasado, el presente y el futuro. Es una obra que puede ser también un estado oniroide, donde puede ocurrir que efectivamente, esa persona a la que le sucede ese accidente esté efectivamente transmutando en otras vidas.

Bueno, Santiago loza, que digamos recordemos y además de dramaturgo es cineasta, que así hay unos elementos que seguramente te resultaron también muy atractivos, no en la hora de hacer el corazón del mundo.

-¿Cómo fue la experiencia de dirigir una pieza escrita por Santiago Loza, que además de dramaturgo es director?

Es una obra muy visual, no solo por la puesta sino por su prosa. Las imágenes de Santiago son muy poéticas. Nos conocimos cuando estudiamos juntos la carrera de dramaturgia en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático. Me ofreció esta obra hace como cuatro años. No solo me pareció preciosa: me intrigaba mucho cómo llevaría a escena sus textos.

¿Cómo fue el proceso de combinar lo teatral con elementos cinematográficos?

Me interesa mucho ese umbral, ese diálogo entre el cine y el teatro. Muchas veces en mis clases de actuación utilizo un libro hermoso de Walter Benjamin, “La obra de arte en la era de su reproducción técnica”, donde habla justamente que los actores y las actrices pierden su aura al pasar del teatro al cine. Esta obra está en ese umbral, está en el medio. ¿Qué estamos viendo? ¿Es cine, es teatro?

Fue muy complejo, tanto para Willy (Prociuk) como para Ezequiel (Rodríguez) ensayar imaginándonos algo que no estaba. Tener como una certeza psicótica de que no le estábamos hablando el aire, sino que efectivamente delante nuestro había una persona. Es medio alucinatorio, porque hablamos con el éter (risas).

-¿Qué significado tiene volver a un teatro, a pisar un escenario?

La primera vez que volvimos, en marzo, nuestra asistente de dirección Violeta Palukas llegó por primera vez a la sala (el Espacio Callejón) y quedó en estado de shock. Le pregunté si se sentía bien. Se dio vuelta despacito, se tomó el pecho y me dijo “me acabo de dar cuenta lo que necesitaba volver al teatro”. A mí me pasa igual. Antes de volver a ver una obra –fue en el teatro Moscú- tenía mucha resistencia, mucho miedo. ¿Cómo era estar todo el tiempo con barbijo, con distanciamiento, con la mitad de la sala vacía? Pero me sentí feliz, me excitó estar allí adentro viendo actores y actrices trabajando, delante de mí, en vivo. Me conmovió profundamente.

Allí me dije que valía la pena volver con la obra en este momento. Y también hay que hacerla como un acto de resistencia, de militancia, de volver a apostar a lo que hacemos. Esto fue una paliza para todos, y especialmente para el teatro independiente, pero hay que volver a hacer lo que uno quiere.

-Pudiste volver a hacer lo que querés en diversas participaciones, especialmente en series. ¿Cuáles son tus trabajos más recientes?

Por un lado pudimos terminar de grabar El tigre Verón. El último capítulo se grabó de milagro, porque estábamos a punto de terminarla y comenzó la pandemia. El proyecto estuvo a punto de caerse. Participé en la miniserie Días de gallos, que se presentará en agosto en HBOMax. Y actualmente estoy grabando Tierra incógnita, dirigido por Sebastián Pivotto. Es una historia de terror, pero también de aventuras y misterio. Siento que estamos haciendo Los goonies (risas). Nunca antes había transitado este género: es una historia para el público adolescente. Y también es fascinante.

Julia Montesoro

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