El proyecto de una nueva Ley Audiovisual –que incluye la creación del Instituto Nacional de Artes Audiovisuales– está en marcha.
Desde los primeros días de la pandemia, guionistas, productores y directores, con el asesoramiento de profesionales en el campo legal y extensa experiencia en redacción de leyes, convergieron en una idea común: proponer una nueva normativa que comprenda a todo el audiovisual y reemplace a la vigente Ley 17741 promulgada en 1994.
Las reuniones dieron como resultado la conformación de la plataforma digital de Espacio Audiovisual Nacional, denominada así con el objeto de nuclear a los representantes de todo el campo audiovisual. En la misma están expresados los fundamentos y los objetivos de la propuesta y el texto del proyecto de ley.
Esta propuesta pretende “abarcar a todo el conjunto de la producción audiovisual nacional y a sus nuevas formas de realización y difusión, respetando el carácter diverso, federal y con paridad de género de esta producción”, tal como se expresa en el sitio web.
“En los últimos años muchos y muchas profesionales de la actividad audiovisual nos encontramos dialogando sobre la desactualización en la que estaba la ley –nos detalla uno de los varios redactores del borrador y directivo de DAC, una de las entidades que promueve reformular la legislación vigente junto con APIMA, PCI y Argentores-. Al mismo tiempo se escuchaba que a la ley de cine no hay que tocarla ‘porque es peligroso’. Pero lo cierto es que cambió el paradigma. No sólo por la evolución tecnológica (no existe más el celuloide, la forma de grabar se equiparó tanto para el cine como para la televisión o las plataformas), sino en la exhibición (hoy da lo mismo un teléfono o un televisor) y en la distribución (“Roma” por ej. se hizo para Netflix y se exhibió en cine una semana para poder competir por el Oscar). Entendimos que llegó el momento”.
Las consideraciones que se expresan en la plataforma Espacio Audiovisual Nacional están en línea con requerimientos de entidades y organismos del sector de larga data: “…es deber del estado argentino regular este universo de prácticas, en defensa de los contenidos nacionales audiovisuales, fomentar su producción y asegurar su distribución, así como sostener el compromiso del Estado Nacional con la Convención para la Diversidad Cultural de la UNESCO que impone a los firmantes, proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales.
En esta misma dirección se vuelve necesario modificar los gravámenes a todos los nuevos medios de exhibición existentes y a los que vendrán.
También se vuelve imperioso establecer y hacer cumplir «cuotas de pantalla» en todos los medios por los que circulan ese tipo de contenidos, para de este modo, dada la concentración de los medios en manos de grupos hegemónicos, contrarrestar sus prácticas monopólicas y de abuso de posición dominante.
La incorporación de lineamientos explícitos acerca de la representatividad de las mujeres está en consonancia con las medidas y leyes aseguradas por el gobierno nacional en cumplimiento no sólo de la Declaración universal de DDHH sino con la Comisión Jurídica y Social de la Mujer (CEDAW). La Ley del Audiovisual ratifica el compromiso del gobierno argentino con las políticas dedicadas a la promoción de igualdad de género así como con lo presentado en la Carta Cultural Iberoamericana presentada en la XVI Cumbre de Jefes de Estado”.
En el recorrido que hicieron los miembros de las diversas entidades en busca de nuevas alternativas para antiguos obstáculos se detalla: “El año pasado tuvimos una reunión con el ministro de Cultura, Tristán Bauer. Su conclusión es que hay que hacer una nueva ley porque ésta ya no alcanza. También nos reunimos con el vicepresidente del ENACOM, Gustavo López, y nos manifestó la necesidad de hacer otra ley. DAC tiene una larga tradición en cuanto a encargarse de las problemáticas del sector. Sus miembroshistóricosparticiparon en la redacción de la Ley 17741. También consiguieron, luego de años de lucha, consagrar la ley para el derecho de autor del director. Estos pasos fueron una inspiración: si lo pudieron hacer en el pasado, se puede hacer ahora. La intención del proyecto es crear un instrumento para que alguien desde el Poder Legislativo –o quien fuese- le de curso”.
El proyecto establece el nuevo nombre para el organismo que debería regir los destinos de la actividad audiovisual: Instituto Nacional de las Artes Audiovisuales, que sería “continuador del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales”: “Quienes trabajan en el Instituto son los que mejor conocen las normas, la legislación y la administración. Lo que se propone no es reemplazar la estructura o disolverla sino plantear el cambio de nombres porque el INAA es una continuidad del actual INCAA, pero con otras características”.
Las modificaciones que propone el proyecto de creación del Instituto Nacional de Artes Audiovisuales, entre otras, contemplan un nuevo organigrama para la estructura de autoridades. El nuevo organismo tendría un presidente, un vicepresidente y once directores, observando la paridad de género, la representación federal y la diversidad cultural. A la vez, se crea el Consejo Federal de Artes Audiovisuales, conformado por las autoridades de Cultura de cada provincia.
En este nuevo contexto, el marco prevé la ampliación de las regulaciones y gravámenes a todas las nuevas formas de exhibición de producciones audiovisuales. Además, se corrige el concepto del fomento a la producción, abarcando toda la cadena del proceso, desde el proyecto hasta su difusión.
La norma legal plantea recomponer al “Costo Medio”, de forma en que respete el espíritu con que fue creado, significando una verdadera referencia del costo de una producción audiovisual estándar. Y también modificar y clarificar los sistemas de ayudas consistentes en créditos y subsidios.
“Creamos un borrador para no tener que enfrentarnos a la hoja en blanco, pero es totalmente maleable y lo consultamos y consensuamos en todos los lugares donde vamos. El último viernes de junio tuvimos una reunión federal con 37 referentes de las provincias. Lo hablamos con todos los sectores posibles: productores, guionistas, directores, entidades, cámaras. Establecimos el sitio web y el mail para difundir el proyecto y a la vez recibir aportes. Además, pautamos nuevas reuniones con los directivos del ENACOM y con legisladores para debatir la propuesta. Creemos que este es el momento oportuno para comenzar a hablar formalmente de una nueva Ley Audiovisual”, concluyen.