Martín Ferrari es el creador e impulsor de la Ley de Cine en Neuquén, que entró en vigencia en enero último. Desde 2017, ocupa el cargo de vicerrector de la sede Patagonia Norte de la ENERC y además, es responsable del Ente Cinematográfico Neuquén, en ENCINE.
-¿Cómo fue el camino para llegar a la Ley de Cine?
Aunque entró en vigencia en estos días, la ley fue sancionada en el 2017. A partir de allí llegó el proceso de reglamentación. Desde el primer momento tuvimos un asesoramiento muy importante del INCAA. Su expresidente Alejandro Cacetta participó activamente: en Neuquén se reunió con el gobernador Omar Gutiérrez, con quien evaluó la decisión política que debía tomar la provincia, y con el cuerpo legislativo, para aportar detalles técnicos. Hizo un gran aporte con lo relacionado con el incentivo de reembolso, para que producciones nacionales argentinas que ya tienen presupuesto del INCAA trabajen con Neuquén en contratación de mano de obra y de servicios, y poder generar un impacto económico en la provincia.
-¿Cuál es el objetivo de la Ley?
La ley habla de generar incentivos para fomentar la producción audiovisual en la provincia de Neuquén, que viene haciendo cine hace muchos años con mucho esfuerzo: desde las provincias cuesta mucho poder llegar a conseguir un financiamiento o apoyo para hacer una producción. Hay (como en todas las provincias), un universo dramático virgen para contar, y esta ley va a permitir apoyar a realizadores y productores de la provincia, para que puedan contar las historias que necesitan.
-Estamos hablando de realizadores y productores, pero Neuquén también tiene actores, técnicos, estudiantes de cine de la sede de la ENERC inaugurada con la gestión de Cacetta.
Sí. Eso ocurrió a partir de la gestión del gobierno de la provincia. Porque si no hay una decisión política, las cosas no ocurren. Hubo decisión del Ministerio de Cultura, que gestionó la sede como parte de una planificación de querer generar mano de obra calificada para hacer cine. Y también para que nuevos realizadores puedan formarse y no tengan que ir a Buenos Aires.
-Mencionabas la prestación de servicios. Neuquén es sede de producciones, largometrajes y también publicidades. Hay mucha riqueza en ese sentido, ¿no?
Sí. Es un escenario elegido por sus características de servicios turísticos. Las producciones encuentran por un lado los paisajes y lugares que desean; por otro lado los servicios. Desde ahora, con el cine, se buscará generar incentivos no solo por el paisaje sino también porque hay una política de Estado atractiva, de reintegros de lo que se gaste en la provincia. Eso permitirá incentivar el empleo y la contratación de servicios, y generará un impacto económico extra para la provincia.
-Trabajaste activamente en la Ley de Cine que se acaba de promulgar, ¿qué cosas querías priorizar al participar en la generación de esta ley? ¿qué habría que fortalecer todavía en el audiovisual neuquino?
Cuando se empezó a gestar, en 2016, yo estaba a cargo de San Luis Cine. Lo que hice fue acercar la experiencia de diez años de Ley de Cine de San Luis. A esa experiencia se le sumó la participación de Cacetta, y también la de otro pilar importante que fue Ana Aizenberg, con la creación de la Film Comission. Esa Film Comission va a divulgar y acompañar todo el proceso. Este año hay que darle prioridad al sector audiovisual de Neuquén. Si bien está en una etapa fundacional, es un ente cinematográfico, al que hay que dotarlo de una estructura. Hay que generar un directorio, con un representante propuesto por el sector audiovisual y otro por la ENERC. Luego hay que armar el plan de fomento, generar las convocatorias, nombrar los jurados y hacer una apertura a que se presenten proyectos y seleccionarlos con el jurado. Este será un año fundacional.
-La sede Patagonia Norte de la ENERC está en marcha desde 2017. ¿Cuál es tu balance?
El comienzo fue en San Martín de Los Andes: allí ya hubo un primer corte de egresados. No pudimos terminar el ciclo lectivo 2020 porque todas las prácticas y las tesis por razones de pandemia. En 2020 abrimos la sede en la ciudad de Neuquén porque evaluamos, junto con el rector Carlos Abatte, que en San Martín de Los Andes cada vez había menos inscriptos y se estaban desperdiciando recursos públicos.
La ENERC tiene un cupo de veintiocho alumnos y egresaron trece en la primera camada. Tenemos catorce en el próximo corte y seis en la siguiente. Entonces, vimos la necesidad de continuar con los alumnos que ya habían empezado en San Martín y abrir una en Neuquén. La ENERC ocupa un lugar muy importante en la formación académica, en la realización de obras. Así, participamos –por ejemplo- en muestras dentro del Festival de Cine de Mar del Plata con historias de la provincia, historias que mostraron los alumnos.
Julia Montesoro