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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Susana Nieri estrena «Gotas de lluvia»: «Me interesa el cine como herramienta de transformación social»

Cineasta, docente y feminista, Susana Nieri estrena su tercera película, Gotas de lluvia, documental que –en línea con sus películas anteriores, El toro por las astas y Ella se lo buscó– ahonda en problemáticas de género a partir de los diversos tipos de abusos y violencias a los que son sometidas las mujeres.

Gotas de lluvia, que se estrena en Cine.ar el jueves 10, retoma el trágico caso de Ivana Rosales (madre de dos mujeres, todas ellas abusadas por quien fuera su pareja), muerta como consecuencia de los golpes recibidos. Lo hace a través de su hija Abril, quien así como puede poner en palabras un pasado signado por los abusos (que precipitaron el suicidio de su hermana, Malka), tiene un orgulloso presente de militancia y resiliencia.

Susana Nieri dialogó con GPS audiovisual sobre Gotas de lluvia.

-¿Cómo surgió la idea de Gotas de lluvia?

La idea surgió cuando filmé mi ópera prima El toro por las astas. En aquel momento escribí una suerte de ensayo sobre las distintas formas de violencia de género, y una de ellas es el abuso sexual en las infancias. Luego vino Ella se lo buscó, la historia de Ivana Rosales: en ese final ella narra los abusos que habían sufrido sus hijas Abril y Mayka. Luego de aquel estreno en 2012, el trabajo -que la convirtió a ella en un ícono feminista de lucha contra la violencia de género- nos encontró juntas. A fines de 2016, luego de la marcha NUM de ese año, la convoqué para preguntarle si podíamos avanzar en un nuevo documental que la tuviera de protagonista a Abril acompañada por ella. Nos fuimos acercando juntas a Abril para ver si estaba dispuesta a dar su testimonio, que es central en el documental. La muerte repentina de Ivana (el 6 de septiembre de 2017) dejó el proyecto en pausa. Abril decidió retomarlo, según sus palabras, “para que esta película ayude a otras chicas”.

-¿Cómo emprendiste de nuevo el camino, tras la muerte de Ivana?

Reformulé el guion pensando en la manera de representar esta presencia-ausencia de Ivana en el film. Me vino a la mente aquel hermoso documental de Albertina Carri Los rubios. Pensé en el recurso de tomar la presencia de una actriz para representarla y se me ocurrió Mónica Lairana. Yo había trabajado con ella hacía muchos años en un corto y en ese momento ella estaba con su cabello rubio, del mismo color que lo tenía Ivana en el momento de su muerte. El parecido era inquietante. Fue hermoso volver a trabajar con ella, no solo por su imagen sino también por su sensibilidad como directora.

-El documental profundiza sobre el caso Ivana Rosales, sobre todo a partir del relato de su hija menor, Abril. ¿Cómo fue para ella aceptar contar para la cámara su historia?

El documental completa el relato de Ella se lo buscó, porque en aquel entonces, cuando estábamos en posproducción de sonido, se suicidó Mayka, la hija mayor de Ivana. Ese mismo año había sido el juicio por los abusos contra ella y Abril. En la primera parte del film, Abril reconstruye a modo de álbum familiar aquel pasado signado por un progenitor violento y abusador y repasa esos acontecimientos. Pero también accedemos al relato de su propio abuso, de aquellas imágenes que están como retazos en su memoria. Ella tiene un poder de resiliencia muy grande, que nosotras decimos heredado de Ivana.

¿Cómo lo trabajaste? ¿Tenías previsto que todo fuera fluyendo espontáneamente o buscabas que “actuara” algunas escenas? ¿Qué elementos te aportó ella para la película que no tenías previsto?

Para llegar a ese momento charlamos bastante con ella, sobre cómo y ante quiénes quería contar ese momento de su vida. Así surgió hacerlo en su casa y con sus amigas de militancia. La escena fue planteada antes para la luz y la cámara, pero en el momento de grabarla ellas estaban solo con el cámara y la sonidista. Fue un momento muy profundo y a la vez muy contundente, en donde surgieron ideas que no había pensado.

-¿Qué testimonios o qué organismos tenías previsto en la preproducción que no pudiste obtener? ¿Por qué?

No hay mucha presencia de organismos: además de ella, sus compañeras de lucha, las militantes, solo hay tres testimonios de profesionales que aportan su mirada desde sus disciplinas y nos hacen pensar en lo complejo pero también doloroso de esta problemática. Hubiera querido que estuviese Ivana y el testimonio del hermano varón, pero no se pudo por las circunstancias familiares.

-¿Cómo incide en vos emocionalmente tener que ser narradora de una tragedia y al mismo tiempo estar en contacto, escuchar y contener a las víctimas?

Creo que no soy la narradora: son ellas mismas quienes narran sus historias, tanto Ivana en su momento como Abril. Yo me siento como un instrumento para que eso que hay que visibilizar, se ilumine. Sí creo que aparece en ambos documentales es una gran escucha. En cuanto a la contención, creo que han sido encuentros, porque nos apoyamos todas y todos los que participamos en estas películas, se crearon lazos profundos que nos trajeron hasta aquí. Es fuerte estar ante sobrevivientes de violencias de género y te transforma.

-¿Se puede ver Gotas de lluvia como “lo que no conté en Ella se lo buscó”? Al mismo tiempo, ¿creés que van a surgir nuevos elementos que te permitan pensar en otra película abordando el mismo caso?

No lo diría así, pero hay un hilo invisible entre ambas películas y hay una completud entre ambas. Y esos dos documentales junto a El toro… conforman un corpus audiovisual desde el que abordo varias formas de violencias hacia el género femenino por el solo hecho de ser mujeres y en todas lo hago desde una perspectiva de género y derechos humanos. Sí surgieron nuevos elementos que me han permitido estar pensando ahora una nueva película que va a abordar esta temática pero desde otro ángulo. Quiero incurrir en los abusos sexuales en las infancias pero en las instituciones. Ya comencé con la investigación y tengo de base un caso puntual de la ciudad de Córdoba capital.

-A partir de tus documentales, ¿tenés contacto con más víctimas que te proponen abordar sus temas como motivos para nuevas películas? Sí, eso sucede a partir de la militancia con las películas, los cines debates: he escuchado a miles de mujeres y sus historias. De hecho, esto que acabo de comentar -el caso de Collegium en Córdoba-, surgió a partir de un encuentro de esas características.

¿Creés que tu obra va a dirigirse en esa dirección?

No sé muy bien esa respuesta, pero es probable, porque de hecho así viene sucediendo. A mí me interesa el cine como trasformación social y activar desde allí, el cine como instrumento político. Ese es mi camino.

-Creés en el cine como herramienta de transformación social. ¿Cuál es el propósito de Gotas de lluvia? ¿A quién va dirigido?

El propósito es el mismo que vengo teniendo desde El toro…y con Ella…, aportar un grano de arena para la transformación sociocultural que tanto necesitamos sobre estas temáticas que nos atraviesan a las mujeres, los géneros y las diversidades. Mirar y visibilizar desde las gafas violetas de los feminismos.

Julia Montesoro

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