El realizador Martín Desalvo y los actores Alberto Ammann, Pablo Echarri y Mora Recalde presentaron El silencio del cazador en el 23º Festival de Málaga (que se lleva a cabo hasta el domingo 30), donde la película compite en la Sección Oficial. Los protagonistas fueron presentados a través de una videoconferencia realizada el martes 25, en la que el realizador definió a la historia sobre la vieja rivalidad entre un guardabosques y un rico colono como “una parábola sobre la mala utilización de los recursos naturales”.
Protagonizada por Pablo Echarri, Mora Recalde y Alberto Ammann, El silencio del cazador es la historia de Guzmán, un guardabosques que patrulla la selva en busca de cazadores furtivos, y Venneck, un colono muy querido que, como sus ancestros, es cazador. Ambos tienen en común a Sara, una comprometida médica rural, casada con Guzmán y que fue pareja de Venneck. Todos ellos participaron en una rueda de prensa virtual junto al guionista Francisco Kosterlitz, presente en Málaga.
Martín Desalvo propone “una mirada sobre el conflicto ecológico desde el barro, lejos de la mirada edulcorada que solemos tener los que vivimos en la ciudad”. Para ello, Desalvo y Kosterlitz indagaron durante semanas en la provincia de Misiones y “nos encontramos con una realidad fascinante” reflejada en la película, ya que “muchas de las situaciones que vemos están basadas en la realidad”.
Alberto Ammann interpreta a Venneck, un personaje que “me provocó mucho interés porque, si bien podría ser un villano, tiene algo muy interesante que lo humaniza”. Según el actor, Venneck es “ese tipo de personas que por el hecho de tener dinero se siente dueño de las personas a su alrededor”. A su vez, para el actor, en El silencio del cazador “está presente la lucha de clases y la falta de capacidad de evolución respecto al medio ambiente”.Pablo Echarri, que interpreta a Guzmán, reconoció que se leyó el guion “sin poder abandonar la lectura hasta el final” porque “su nivel de contundencia es muy importante”, con “actitudes heroicas en todos y cada uno de los personajes, cada uno con sus razones para defender sus posturas”. También coincidió con Ammann en el trasfondo de la lucha de clases, con “un rico colono enfrentado a un guardabosques por un objeto de deseo”, lo que convierte esa relación en “una bomba a punto de estallar”.
Para Mora Recalde, su personaje de Sara “surgió de una forma más intuitiva” y afloró mientras entrenaba el acento de la provincia de Misiones. “Siempre vi a Sara como un personaje con mucha libertad de acción”, añadió.
Por último, Martín Desalvo recordó que El silencio del cazador quiere denunciar que “las actitudes de macho y de dueño de todo, incluidas las personas, no terminan bien y nos llevan a muchos desastres”. “Quería dar cierta esperanza a las razas animales de que pueden sobrevivir a nuestros desastres”, bromeó el realizador.