Victoria Galardi es la directora de Manual de supervivencia, comedia dramática de ocho capítulos de 25 minutos cada uno, protagonizada por Esteban Bigliardi en el rol de Esteban, un abogado que decide romper los mandatos familiares y lanzarse a la actuación. Sin trabajo y recientemente separado, se encuentra ante la difícil tarea de sostener su nuevo presente, y abrirse camino en un mundo que le es desconocido y que le resulta más arduo de lo previsto.
Intervienen Dolores Fonzi (Eli), Martín Piroyansky (Martín), Violeta Urtizberea (Ana) y Julieta Zylberberg (Julieta), Daniel Hendler (Pablo), Abián Vainstein (Miguel), Pilar Gamboa (Pilar), Verónica Llinas (Verónica).
Manual de supervivencia fue ganadora del Concurso Federal de Series de Ficción y Docuficción del INCAA. Es la primera serie original de Movistar producida en Argentina y puede ser vista completa y bajo demanda en exclusiva en la plataforma Movistar Play.
Victoria Galardi dialogó con GPS audiovisual acerca de Manual de supervivencia.
-¿Cuál fue el punto de partida para ponerse en la piel de la crisis de un hombre que descubre tardíamente su vocación de actor y tira su vida perfecta por la borda para lanzarse a la aventura?
Haber conocido a Esteban Bigliardi y haber hablado con él acerca de su decisión de dejar la abogacía para lanzarse, de adulto, a la actuación. Partimos de ahí, de cómo se atrevió a cambiar de trabajo y salir de cierto lugar de confort. Luego ficcionamos todo el resto.
-Uno de los tantos méritos de la serie es la convocatoria del casting. ¿Cómo fue la búsqueda de tantos actores reconocidos? ¿El guion estaba escrito antes o se fue modificando conforme se iban confirmando las participaciones?
Muchos son actores a quienes conozco desde hace muchos años, con los que siempre quise trabajar y no tenía un papel para ofrecerles. Otros con los que sí había trabajado y no veía la hora de volver a hacerlo. La serie me dio esa posibilidad, tenía roles casi protagónicos en cada capítulo para ofrecer. Y sí, muchos de ellos los escribimos pensando en esos actores, como el caso de los personajes de Violeta, Dolores, Pilar Gamboa, Vero Llinas, Julieta Zylberberg, Martin Piroyansky. Les pasé los guiones y todos quisieron participar y por suerte pudimos acomodar también la filmación a sus agendas ya que algunos estaban más disponibles que otros. Por ejemplo, Dolores Fonzi estaba haciendo una película como protagonista mientras filmábamos, iba y venía de un set a otro, pero no se quiso bajar del proyecto. Le estoy eternamente agradecida por eso. Luego, también Mora Recalde hizo la dirección de casting, me ayudó mucho a pensar en todo el resto de los personajes que faltaban cerrar e hizo un gran trabajo.
-Entre otras cosas, la serie instala el conflicto entre padres e hijos, entre la vocación y el mandato. ¿Hay algo autorreferencial en esto?
No. Pero conozco y puedo citar muchos ejemplos de gente que ha tomado decisiones por seguir un mandato. Muchos hijos e hijas que de alguna manera siguen pegados a la mirada de sus padres, aun cuando creen ser libres.
-Prácticamente todos los personajes van mostrando su cara B, su lado miserable: el actor que lo abandona en el casting, la viuda del psicólogo, la madre que le da a cuidar a su beba, la hermana manipuladora, el vecino que le propone un trato absurdo, el director de la película, el director de la obra teatral, la representante. ¿Es subliminal o subyacentemente una crítica a la frivolidad del ámbito artístico?
Bueno, no todos esos personajes son parte del ambiente artístico. El padre, la psicóloga, la amiga (Eli), la abogada, el vecino, la hermana, la novia del padre no forman parte de él. Nunca fue intención de la serie hacer una crítica a la frivolidad del ambiente artístico. Creo que la frivolidad traspasa el ambiente de la actuación, existen personas frívolas no importa en qué ambiente se desarrollen. No queríamos con Paula hacer una serie para entendidos. Ese tipo de temáticas cuando no hablan además de un conflicto más universal, como el que tiene la serie, no me resultan interesantes.
-Pese a ser un antihéroe, un loser, tiene su particular encanto con las mujeres. ¿Qué creés que le encuentran de atractivo?
Esteban es guapo, noble, sensible y sabe escuchar. Tiene varios atractivos, por lo menos para mí.
-¿Cómo se articulan sus recurrentes sueños eróticos en el relato? ¿Qué significado tienen?
Los sueños se pueden relacionar y o interpretar como cada uno quiera, no tienen un significado. Algunos incluso nacieron de una foto, de una imagen que me interesaba y por supuesto nos servía en varios casos para la comedia. Me divertí mucho filmándolos.
-Finalmente, queda un romance no resuelto en la serie: el de esteban con Dolores. ¿Lo pensaste como una posibilidad de “fin de capítulo” en algún momento?
No hay un romance entre ellos planteado, hay una amistad. Dos personas que están un poco solas acompañándose en un momento duro para cada uno. Podría haber un romance entre ellos más adelante, lo pensamos, pero quedará para la temporada dos si es que hay otra.
-¿Había Manual de supervivencia sin Esteban Bigliardi?
No.
Julia Montesoro