En el marco del 66º Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el domingo 23 de septiembre se celebrará la jornada Zinemaldia & Technology, un lugar de encuentro para tecnólogos, cineastas y profesionales de la industria cinematográfica en el que conocerán de primera mano los nuevos avances tecnológicos y las oportunidades que se generan tanto en el ámbito de la creación como de negocio. Herramientas como blockchain, la realidad virtual y mixta, la neurotecnología o las tecnologías del lenguaje están incorporándose al cine.
Para conocer de primera mano los nuevos avances tecnológicos, sus posibles aplicaciones y las oportunidades que se generan tanto en el ámbito de la creación como de negocio, el director del Festival, José Luis Rebordinos; el director de ICT de Tecnalia (centro privado de investigación tecnológica), Joseba Laka y el presidente de Petronor (empresa petrolífera española), Emiliano López Atxurra, suscribieron el miércoles 12 el convenio de colaboración por el que se unen para promover este evento pionero.
El sector audiovisual se encuentra en continuo cambio, entre otros factores, debido a la irrupción de las nuevas tecnologías, herramientas que se han experimentado en otras áreas como la industria del videojuego o la medicina, y que ahora están encontrando su campo de aplicación en el cine. Así, iniciativas como blockchain, realidad virtual y mixta, neurotecnología o tecnologías del lenguaje se están incorporando al cine, creando una narrativa diferente y nuevas oportunidades de negocio en la industria audiovisual.
Además de constituirse en un lugar de encuentro para tecnólogos, cineastas y profesionales de la industria cinematográfica, Zinemaldia & Technology reunirá a los agentes públicos y privados que están haciendo posible la integración de la tecnología en el sector.
Rebordinos explicó que “las nuevas tecnologías están cambiando el cine, y esos cambios afectan también a los festivales, fundamentalmente por los nuevos dispositivos electrónicos, las plataformas de distribución y el papel de la televisión”.
Por su parte, Laka señaló que “la tecnología va a ser, cada vez más, el elemento diferencial tanto de la elaboración de las nuevas producciones, como de su explotación comercial”.
Asimismo, López Atxurra aseguró que “el Festival es una gran plataforma para dar una vuelta de tuerca al cine como industria y aprovechar las capacidades del sistema vasco de ciencia y tecnología para que el mundo del cine llegue a ser también un día cliente de la oferta tecnológica de Euskadi”.
El evento arrancará con una conferencia inaugural del director de cine Juan Antonio Bayona, y contará con presentaciones, demostraciones y área de networking sobre tecnologías punteras como blockchain, una base de datos descentralizada que no puede ser alterada y que revolucionará la distribución y la gestión de derechos y permisos; la realidad virtual y realidad mixta, que transforman al tradicional espectador pasivo en un espectador activo inmerso en una experiencia nueva; el neuromarketing, que estudia las respuestas del cerebro a diferentes estímulos exteriores; y novedosas tecnologías del lenguaje, que desarrollan técnicas avanzadas en herramientas de subtitulación y traducción multilingüe.
La jornada se completará con dos paneles con invitados de instituciones públicas y empresas privadas, que debatirán sobre la colaboración público-privada y las nuevas oportunidades que ofrece la incorporación de la tecnología en el mundo del cine.
La entrada será gratuita y para acudir es necesario estar acreditado en el Festival o inscribirse en la web de Tecnalia (www.tecnalia.com). En el mismo enlace, se puede acceder a más información y a la agenda del evento.
Además, el martes 25, en el Foro de Coproducción Europa-América Latina se celebrará la mesa redonda, apoyada por SPRI, Film Industry & Blockchain, donde Iván Gutiérrez de Tecnalia y Covadonga Fernández de Blockchain Media expondrán las claves de la revolución que supone blockchain en la industria del cine y cómo además de cambiar la manera de consumir películas, contribuirá a proteger la propiedad intelectual y a generar un reparto de beneficios más justo y transparente, gracias a los contratos inteligentes.