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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Verónica Chen compite en el Festival de Málaga con «Los terrenos»: «Me siento más cercana a los personajes femeninos»

Verónica Chen fue seleccionada para participar en la Sección Oficial del Festival de Málaga –que comienza el viernes 1 de marzo- con su película más reciente, Los terrenos.

Protagonizada por Azul Fernández, César Troncoso, Victoria Orellana Muñoz, León Chen y María Ucedo, fue estrenada en junio último en la Argentina.

Vera es una exsurfista nacida junto al mar que está entrando a su cuarto mes de embarazo. Este viaje es su despedida de una vida en el agua para pasar a una vida en tierra. Vera se entusiasma con un terreno excepcionalmente barato y a pasos del mar. Pero allí vive, en una tapera, una mujer sola, viuda reciente con un bebé y un hijo pequeño, quien tras algunas negociaciones se arrepiente de venderla. Vera contacta a un agente inmobiliario local, Suárez, quien le propone un acto inmoral para quedarse.

Rodada íntegramente en la costa uruguaya, tiene una característica que la emparenta con la obra de Verónica: el agua como elemento narrativo.

-El agua es una referencia clave en tu filmografía y no casualmente vas a participar en el Festival de Málaga, ciudad ubicada a orillas del Mediterráneo. ¿Habías participado anteriormente en este festival?

¡Sí! ¡Lo conocía! Me sonaba mucho el tema de las Biznagas: me llamaba la atención el término. Y me di cuenta de que tengo una: Agua, mi segundo filme, ganó el Premio Especial del Jurado en 2007. Yo no pude asistir porque en ese momento se me cruzó con otra fecha que tenía comprometida. ¡Y me la trajeron a casa! Así que recién después de que me convocaron me di cuenta de que había participado, aunque no lo había registrado tanto porque no había ido. Pero es un lugar muy lindo, con un gran festival. Estoy súper contenta de estrenar internacionalmente la película ahí: es una gran ventana. Y además, es la ciudad donde nació Pablo Picasso.

-¿Vas cambiando las respuestas y las explicaciones sobre por qué el agua aparece constantemente?

A medida que pasa el tiempo voy haciendo más lo que me gusta, lo que quiero. Donde me encuentro más cómoda. Hace unos años escribí cuatro películas juntas, a las que llamé “El cuarteto de la costa”: me gusta ambientar mis películas en la costa. Hay algo de ese escenario que me llama. Parte del conflicto de los personajes que van versus los que están, pero el lugar le da un carácter diferente y me interesa. La primera fue Marea alta (2020) y Los terrenos es la segunda. Actualmente estoy preparando la tercera.

Me encuentro cómoda dentro de esta forma. Cuando era más chica, por ahí era menos conciente de cómo seguir. ¡Una tiene tantos deseos! Sobre todo con las primeras películas, donde te dispersás un poco. Pero ahora ya sé que es aquí donde mejor me hallo.

-Es la línea que elegiste transitar.

Por varios años, sí. Me siento cómoda. Además, al ser un cuarteto donde los personajes tienen que ver entre sí, y los conflictos se cruzan, me encuentro conviviendo en un mundo de personajes que me resultan familiares. Seguí lo que hacía (Michael) Haneke en la primera mitad de su filmografía, en donde uno podía rastrear a los secundarios que iban reapareciendo. Siempre me había sentido atraída. A partir de esa base intento crear la idea de este pequeño mundo de películas acotadas en estas locaciones comunes, siempre junto al mar.

-¿Qué parte de la costa elegiste para Los terrenos?

Se rodó íntegramente en Uruguay, así como Marea alta fue realizada en Argentina. Siempre elijo una costa rioplatense por definición. Son costas con paisajes parecidos.

-Por lo menos en estas dos primeras películas las mujeres llevan adelante la acción en situaciones complejas. ¿Por qué esa decisión?

También por comodidad. Me encuentro más cercana a los personajes femeninos. Siento que las puedo expresar mejor, me siento más cómoda. Ponerlas en situaciones provocadoras obedece a mi curiosidad. “¿Qué pasaría si…?” Me lo pregunto a mí misma y pienso en mi entorno, en mis amigas, en las personas que conozco y pregunto: ¿qué pasaría en esta situación? ¿Qué me pasaría a mí? ¿Qué le pasaría la gente que conozco, que respeto, que quiero ante esta situación?

Aunque me interesan los personajes masculinos, encuentro más dificultades para comprenderlos.

-La lucha de clases y el concepto de propiedad privada están expuestos en Los terrenos, así como se manifestaron en la anterior, Marea alta. ¿Qué buscás proponer con esos dos tópicos, que además son muy propios de esta coyuntura?

Es verdad que arranco muchas veces por el escenario y después coloco un personaje ahí. La historia se empieza a desarrollar como por capas de una cebolla. Los turistas en la costa claramente son de una clase social diferente a las personas que viven y trabajan para ellos en ese lugar. Ahí se genera una situación de clase: es una primera irrupción. Luego voy generando lo demás: es una mujer. Llevando adelante su actividad. Tiene el sueño y el deseo de un terrenito frente al mar. Cree que encuentra una ganga -una situación en la cual nos podemos encontrar habitualmente- y lo tiene que llevar adelante sola porque el marido está en otra cosa. En ese camino se cruza con un personaje –que es Suárez- que es turbio. Así es como van surgiendo solas, espontáneamente, las cuestiones de clase, de género y de poder. Y se van entremezclando.

No sería lo mismo (no lo sé porque no lo pensé) si Suárez fuera una mujer. La relación sería muy diferente. Tanto como si Vera fuera un hombre. Al ubicar a los personajes en esta situación y en esta locación el conflicto -o la multiplicidad de conflictos- empieza a desarrollarse solo.

Conflictos que debe atravesar esta mujer que además esta sola. Los terrenos también marca otro elemento y una mirada diferente: la de una mujer sobre otras mujeres.

Sí. También es muy interesante lo que pasa entre Vera. la protagonista y Cinthia. Es mujer y está sola con niños. Pero no hay conexión posible entre ellas, no hay sororidad. ¿Por qué no la hay? De eso habla la película. Vera no se lo permite, no le interesa: prima su egoísmo. Para Cinthia es imposible: lo vive como una invasión. Son dos tipos de mujeres y dos situaciones claramente distintas. Podrían unirse, pero no lo hacen.

Julia Montesoro

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