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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Pablo Reyero comienza el jueves 16 el Taller de Dirección y Guion y asesoría de Proyectos Audiovisuales de Comunidad Cinéfila

El jueves 16 comenzará el Taller de dirección y guion y asesoría de proyectos audiovisuales de Comunidad Cinéfila, dirigido por el realizador y docente Pablo Reyero. Se llevará a cabo en modo virtual en ocho clases, a través del enlace correspondiente al Taller.

Comunidad Cinéfila es el espacio de gestión audiovisual cuyo objeto es la promoción y exhibición del arte cinematográfico a partir de la formación de espectadores.

Pablo Reyero es director, guionista y productor de cine. Es licenciado en Comunicación Social (UBA). Entre sus películas se encuentran Paso San Ignacio (estrenado en 2019); La Cruz Del Sur y Dársena Sur. Dirigió numerosas series y unitarios para televisión, fue coresponsable del Área Cine de la TV Pública de Argentina doce años, y dictó seminarios, talleres, asesorías y cursos en escuelas de cine, universidades, festivales y centros culturales.

-¿Cuáles son los objetivos del Taller de dirección y guion y asesoría de proyectos audiovisuales?

Fundamentalmente, acompañar el desarrollo de un proyecto audiovisual y lograr encontrar la voz autoral de quienes quieran contar una historia a través de la imagen y el sonido. En el fondo, lo más importante es encontrar esa voz propia, a partir de la cual desarrollar esa idea o esa semilla que es un proyecto audiovisual.

-¿A quién va dirigido el taller?¿Dónde buscás esas voces autorales?

Es para profesionales y para personas que se estén iniciando en este camino. Que es un camino largo. Y en el camino está el aprendizaje: más allá de las herramientas teóricas y de la enseñanza del lenguaje audiovisual, se aprende a través del hacer y de los errores.

-¿Qué buscás vos en quien se inscribe en el taller?

Vivimos rodeados de pantallas, inundados de imágenes trilladas que se repiten. vivimos rodeados de pantallas y de imágenes que se repiten. Este escenario se convirtió en un muro que impide la comunicación real, o una comunicación efectiva a un entendimiento y a compartir experiencias de vida y superadoras.

Encontrar una voz propia es el talón de Aquiles para poder desarrollar un trabajo que lleve a franquear ese muro. Para no caer en la repetición de esas imágenes y esquemas ya recorridos, sino tratar de encontrar ideas originales. Es cada vez más difícil de lograr, pero es el trabajo al que me interesa apuntar. En este taller, lo que propongo es tratar de acompañar en esa búsqueda.

-Para cualquier cineasta lo más complejo es encontrar esa voz propia y las ideas originales.

Sí. Pero solamente con un tono propio una voz singular, se puede contar algo original. Original no significa algo totalmente nuevo: eso ya no existe. Pero siempre hay una vuelta a los orígenes y una recombinación novedosa de elementos ya preexistentes. Hay que disociar y encontrar un nuevo modo de relacionar.

-¿Cuántas clases tiene el taller para avanzar en esa búsqueda?

Son ocho encuentros de entre una hora y una hora y media. La duración dependerá de los proyectos que estemos analizando y de las cuestiones del lenguaje, audiovisual y herramientas teóricas voy a ir aportando en cada uno de esos encuentros. También contaré con elementos gráficos, para hacer la explicación más efectiva.

-¿Qué  actividades colectivas proponés para desarrollar estos conceptos?

Depende mucho de la singularidad de cada persona. Por eso la propuesta es que quienes se interesen en el taller traigan aunque una idea. Eso va a contribuir a encauzar el asesoramiento. Me permitirá darme cuenta de las herramientas que servirán para avanzar en el desarrollo del proyecto.

-¿Todas las ideas son contables y pueden terminar en un audiovisual?

No soy partidario de decir que hay historias que merecen ser contadas y otras que no. No pienso eso. Hay que indagar en cada una de esas ideas y encontrar el potencial. Y en función de eso, tratar de desarrollarlas. Pero más que las ideas, hay que pensar que los procesos para desarrollar un proyecto son muy largos. Demandan años. Para llevarlos adelante hay que estar muy convencido. Debe haber una necesidad interna profunda para querer contar esa historia y no cualquier otra. Filmar requiere de una voluntad muy fuerte que se sobreponga a muchísimos obstáculos que hay en el camino y que van a ocurrir. Esa es la clave.

-¿Por qué creés que a pesar de las dificultades permanentemente aparecen nuevos cineastas dispuestos a entregar su tiempo y su energía con tal de expresarse en el lenguaje del audiovisual?

-Por un lado, siempre existirá la necesidad humana de contar historias. Es algo que viene desde la época de las cavernas. Hoy, que predomina en el mundo el lenguaje audiovisual, creo que tiene que ver con comunicar a través de ese medio, con el desarrollo tecnológico. Esos desarrollos tecnológicos están ligados al manejo del poder en el mundo. De algún modo, el taller apunta tomar conciencia de ello. En ese sentido, es importante deconstruir los manejos a los que nos sometemos a través de la imagen y del sonido.

Julia Montesoro

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