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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Martina Garello, del proyecto de «UPA 3» a una historia sobre vampiros: «Me interesa mucho trabajar desde el humor»

En octubre último, Martina Garello reapareció en Tomando estado, de Federico Sosa, en la que tuvo una participación especial. Prácticamente fue su reaparición pública tras el nacimiento de su primer hijo, Rafael, nacido el 3 de marzo. Después del natural distanciamiento laboral debido la maternidad y la pandemia, rápidamente recuperó la gimnasia de rodajes y proyectos. Llamativamente, en muchos de estos está unida a Tamae Garateguy, con quien la une una particular simbiosis.

-¿Qué tiene Tamae Garateguy para convencerte de abordar roles tan arriesgados como el de Hasta que me desates y después pasar a un género tan distinto, como el de UPA 3, Una Pandemia Argentina?

Hay algo de ella que me encanta: es muy generosa con el espacio que le da a los actores para crear, imaginar y colaborar. Es un trabajo, pero al mismo tiempo hay algo expresivo que muchas veces sucede en los ámbitos donde uno genera sus proyectos y que es necesario para un actor. Ella te hace parte de su proyecto. A veces desde el principio, como pasó en Hasta que me desates.

UPA 3 fue en medio de la locura que estamos viviendo. Yo estaba encuarentenadísima porque había nacido mi primer hijo en marzo. En el medio -creo que al quinto mes de Rafa-, me llama y me dice “che, vamos a hacer una versión en cuarentena de algunas escenas”. Tuve que acomodarme un poco, porque desde que nació mi hijo estuve encerrada literalmente Fue raro reinsertarme en el trabajo, porque quizás estaba en un mundo como para adentro. Y fue como una especie de catarsis absoluta.

-¿En qué consistió tu trabajo en UPA 3?

Yo había estado en UPA 2. Hacía de la mujer de Tamae y formábamos una familia con su propio hijo, Valentino. ¡Es un planazo actuar en UPA!  Los tres son muy divertidos y generosos.

En esta versión tengo una escena con Valentino por zoom, muy verborrágica, en la que me cuenta que está un poco cansado de su madre y el encierro empieza a salir por los poros. Se retoma desde ahí mi participación en la historia de ellos, que por supuesto están haciendo una nueva película y todo sale mal, como pasa siempre en UPA.

-También está pendiente otro trabajo de la dupla: 10 palomas. Allí nuevamente incursionás en el thriller con elementos del terror. ¿Cuál es tu relación con el género?

¡Hay tantas cosas con Tamae que había perdido la noción de lo que queda en carpeta y de lo que está por venir!Allí hice una participación chica, como psicóloga del protagonista, que es Guille Pfening. Es un thriller buenísimo. Hay algo del género de terror que permite una exploración casi lúdica, como cuando era niña. La actuación es imaginar, crear otros mundos. El género puede ir muy lejos en un montón de aspectos y eso me encanta.

En Hasta que me desates hago de una bailarina que pierde a su familia. Es un derrotero autodestructivo, pero también es muy tierna. Hay algo de cercanía que lo permite, por cómo construye Tamae el género, porque trabaja mucho con el registro actoral. Esa combinación de que le gusta la actuación más todos los elementos del género está buena. Ahora estamos en un nuevo proyecto con Tamae.

-Una historia sobre vampiros. ¿De qué se trata?

El guion está a cargo de Diego Fleischer, con quien hizo Las furias, Pompeya y Mujer Lobo. Es una historia a través de las épocas. Como en Hasta que me desates hay algo de un personaje que baila, que imagina historias: quizás las vive, quizás las escribe, como un fuego eterno a través de las épocas y el romanticismo. Hay algo del vampiro y de la vampira que es romántico. Ahí soy una mujer vampiro. Estamos de nuevo reencendidas, nos hablamos a las tres de la mañana, estamos de nuevo en el mundo ese como cuando hicimos Hasta que me desates, que fue con mucho compañerismo. Hay algo medio simbiótico con Tamae, enganchamos y nos encanta trabajar juntas.

-En 2020 se estrenó en el Festival de El Cairo el corto Mi padre muerto, dirigido por Roberto Porta, del cual sos la protagonista. ¿Qué valorás a la hora de aceptar un papel?

Ese corto tenía un plano corto con una actriz, muy dramático: se le moría el padre y la arrastraban. Yo tengo mucho humor negro, y creo que hay que reírse de la vida y de la muerte también. Estoy diciendo esto muy canchera y por ahí dentro de dos días te digo otra cosa, pero hay algo de poner en el trabajo lo que uno va viviendo. Recientemente, hace unos años, falleció mi papá y yo decidí seguir haciendo cosas. Un poco habla de eso ese corto. Justamente, ahora poco filmé otro corto con este director sobre física cuántica. Ese director también estrenó otro corto anterior en el festival de Cannes. Me interesa mucho cómo trabaja Roberto Porta, es muy cómico lo que produce. Es un aspecto de la actuación que me interesa mucho: el humor, la ironía.

-Por ahí desapareciste porque te habías dedicado casi exclusivamente al cuidado de Rafael, pero aun así estuviste muy activa.

Una tira semillas a la tierra y a veces salen todas o ninguna. Acá salieron todas, el bebé, todo. Daniel (NR.: Rosenfeld), mi pareja, también está a full. Por momentos estamos cansados: no es sencillo. Tamae o la gente con la que trabajé me bancan a full. Eso es lindo de sentir porque estás muy disociada, cansada. Cuando filmé el corto en un momento vino Dani donde estábamos filmando, le di teta al bebé y se fueron. Es nuevo esto para mí, pero es hermoso. Más allá de todo lo que se sabe, que es arrollador y que te cambia la vida, tiene un costado que jamás pensé que era tan hermoso.

Julia Montesoro

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