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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Luciano Cáceres coprotagonizará «La noche que luché contra Dios»: «Me gusta arriesgar y no quedarme en un lugar cómodo»

Luciano Cáceres tendrá una participación atípica en La noche que luché contra Dios, la nueva película de Rodrigo Fernández Engler: allí encarnará a un patriarca bíblico. No es la única curiosidad en este momento de su carrera: más allá de sus proyectos, cinco películas que lo tienen como actor principal esperan su estreno comercial. Son Lennons, de José Cicala; La educación de los cerdos, de Eduardo Pinto; Tú, de Amín Yoma; El nene revancha, de Gonzalo Demaría y la italiana El nido, de Roberto De Feo.

Cáceres continúa su gira nacional con la obra teatral Desnudos, protagonizada junto a Gonzalo Heredia, Esteban Lamothe, Mercedes Scápola, Brenda Gandini y Sabrina Rojas.

-Además de la saga de películas que estás por estrenar, tu próximo proyecto es La noche que luché contra Dios, de Rodrigo Fernández Engler. ¿Qué te entusiasmó para aceptar este rol?

Me ilusiona mucho hacer un papel muy diferente de los que estoy acostumbrado, donde además tengo que hablar en hebreo. Poco a poco lo voy comprendiendo y aprendiéndolo por fonética. La película se centra en dos momentos históricos muy fuertes: el actual –relacionado con la explosión de la AMIA- y en un flashback, un viaje hacia el origen del pueblo de Israel. Me toca hacer de Jacob, en la era de los patriarcas. Es un desafío fantástico.

-¿Tomás cada papel como un nuevo desafío? ¿Sos el actor favorito de los directores?

Tiene que ver con el laburo que vengo haciendo desde hace muchos años. Nunca quise quedarme en un lugar cómodo. Y me gusta hacer mucho cine independiente: allí es donde se me permite poder arriesgar otras cosas. Por supuesto, estoy muy agradecido a los directores que me convocan. Me gusta acompañar a otros compañeros que necesitan hacer su ópera prima, que se autogestionan. Voy ahí de la misma manera en que trabajo en una producción más industrial: siempre estoy entregado al juego.

-El cine te lleva por caminos menos industriales que la tele.

La tele ya no hace cosas que no sean industriales. Actualmente solo hay una novela al aire y se grabó en pandemia. Siempre hay un riesgo, y uno puede comprender, pero ya no existen aquellos históricos ciclos como Atreverse, Hombres de ley o Cosa juzgada. De todas maneras, recientemente La TV Pública lanzó el ciclo Dos 20, historias de 20 minutos entre dos actores. Hicimos un capítulo con Andrea Rincón. Tuvimos tiempo para ensayar, dos días para grabar. Fue una propuesta muy teatral.

-El teatro es otro de tus espacios de creación. Actualmente estás presentando Desnudos en distintas locaciones del país. ¿Qué devolución tenés del público?

Me maravilla la vuelta a la presencialidad de los teatros. Empezamos la obra con el 30 por ciento de asistencia. Luego fue al 50, al 70 y a aforo completo. Y nos encontramos llenando el Metropolitan, con un público mucho más efervescente. Las salas explotan y es porque hay necesidad de ver teatro. Ojalá eso se traspase al cine: ver cine en las salas es un ritual que no se puede perder.

-Sos un pionero del retorno a la presencialidad: en cine, con tu viaje a Italia para protagonizar El nido. Después, con el regreso a las grabaciones televisivas en la 1-5-18.

Fue una manera nueva de laburar: todos los días con protocolos, saludándonos con mi enamorada con el puñito y hasta último momento, con el barbijo puesto. Y de golpe, la historia se demoraba una semana o más y la novela debía ir por otro lado, porque alguien se había contagiado.

Fueron nueve meses de una novela clásica, con las dificultades que tiene un culebrón para que la historia de amor se concrete. Si bien suelo hacer de los malos, esta vez me pidieron hacer de bueno, protagonizando la historia de amor con Lali (González).

-Hasta el Martín Fierro no paraste. ¿Dónde estabas cuando te enteraste de la noticia?

En una ruta, en gira con Desnudos. No pensé que lo ganaría. Primero porque no iba: suponía que por ahí no te lo daban. Además era la sexta nominación y pensaba: “¡justo en esta que no voy me lo van a dar!”

-¿Qué hubieras dicho si subías al escenario? Pensá que esta es la oportunidad. No trajiste el discurso y tenés que improvisar.

Claramente agradecer al laburo, a los compañeros y a los maestros, a quienes siempre tengo presentes. Y compartirlo con mi niña (Amelia, su hija) que es la que más aguanta cuando papá no está en casa.

Julia Montesoro

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