El querido actor Héctor Alterio, leyenda del cine argentino y gran impulsor del teatro independiente de los años 60, falleció en Madrid a los 96 años. La triste novedad se dio a conocer en la mañana del sábado 13 a través de un comunicado de la productora de su último trabajo teatral, Una pequeña historia: “Queridos amigos y compañeros, con enorme tristeza queremos informar que hoy, sábado 13 de diciembre por la mañana, Héctor Alterio nos dejó”.
Hasta hace un mes estaba actuando en Oviedo con su último espectáculo, Una pequeña historia, en el que recitaba poemas de León Felipe –su autor talismán– y cantaba tangos clásicos acompañado por el virtuoso pianista Juan Esteban Cuacci. Precisamente en el que ha sido su último espectáculo teatral, escrito por su mujer, la psicoanalista Ángela Bacaicoa, recordaba el actor este episodio y las circunstancias de su exilio, pocos meses antes del golpe militar que llevó al poder a Videla y a su camarilla. Aunque Alterio regresó a Argentina con frecuencia terminada la dictadura, echó raíces en Madrid, donde residía desde hace medio siglo.
Alterio fue uno de los protagonistas principales de primeras películas que llegaron a ser candidatas en la instancia final del Óscar a la mejor película de habla no inglesa: La Tregua (1974), Camila (1984), la ganadora La historia oficial (1985) y El Hijo de la Novia (2001).

En 2004, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España le otorgó el Goya de Honor en reconocimiento a una trayectoria ejemplar, un momento especialmente emotivo porque fue entregado por sus propios hijos, Malena y Ernesto. En abril de 2023 regresó a Buenos Aires después de diez años para realizar su despedida de los escenarios porteños y recibió la distinción de Personalidad Emérita de la Cultura del Ministerio de Cultura de la Nación.
Además del Goya, en 2008, su Argentina natal le reconoció con el Cóndor de Plata por su trayectoria cinematográfica.
Había nacido el 21 de septiembre de 1929 como Héctor Benjamín Alterio Onorato, hijo de inmigrantes italianos de la región de Molise. Tenía 12 años cuando falleció su padre y ese hecho marcó su personalidad. La timidez que empezó a aflorar desde ese momento era el reflejo más visible de un dolor que no conseguía mitigar. Tuvo que salir a trabajar mientras trataba al mismo tiempo de llevar adelante aquella temprana vocación artística descubierta en la escuela primaria.
Después de terminar sus estudios de arte dramático repartió su tiempo entre un empleo como corredor de Terrabusi (una experiencia seguramente decisiva para su consagratorio papel en La tregua) y su participación en la compañía Nuevo Teatro, uno de los grandes movimientos renovadores de la escena local en los años 60, creada por Alejandra Boero y Pedro Asquini. “Eran años de cierta bohemia y el descubrimiento definitivo de mi vocación”, evocó una vez. De ese repertorio asimiló también un compromiso social y político que lo acompañó toda la vida.
Inició su camino artístico a los 17 años dentro del movimiento filodramático. Su estreno teatral llegó en 1948 con Prohibido suicidarse en primavera, de Alejandro Casona. Dos años más tarde fue uno de los creadores de la compañía Nuevo Teatro, desde donde impulsó con fuerza el teatro independiente y participó en numerosas producciones hasta su cierre, en 1968. Su llegada al cine se produjo en 1965 con Todo sol es amargo, y alcanzó una proyección decisiva con películas como La Patagonia rebelde y La tregua.

En 1974 se exilió en España, país en el que se radicó y donde desarrolló una extensa y reconocida labor en teatro, cine y televisión. Viajó para presentar La Tregua en el Festival de San Sebastián. Una amenaza de muerte por parte de la Triple A le impidió volver a la Argentina. Entonces, empezó a residir junto con su mujer y sus hijos, Ernesto y Malena Alterio.
Desde entonces, ha participado en grandes producciones españolas como ‘A un Dios desconocido’ de Jaime Chávarri, por la que ganó el premio a Mejor Actor en el Festival de San Sebastián, ‘El crimen de Cuenca’ de Pilar Miró, ‘El nido’ de Jaime de Armiñán (película nominada al Óscar), ‘Don Juan en los infiernos’ y ‘El detective y la muerte’, ambas de Gonzalo Suárez

Ya en democracia, en Argentina participó en La historia oficial (con dirección de Luis Puenzo y coprotagonizada por Norma Aleandro, con la que obtuvo el Oscar), El verano del potro, Caballos salvajes, Cenizas del paraíso, El hijo de la novia, Corazón de fuego y Fermín, entre las 150 películas en las que intervino.

En su prolífica carrera teatral, interpretó una vasta cantidad de textos de autores fundamentales de la literatura dramática mundial. Algunos de sus más destacados trabajos incluyen Casa de muñecas, Un enemigo del pueblo, La sonrisa etrusca, Divinas palabras, Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, El mercader de Venecia, La danza macabra, Las criadas, El Padre, En el estanque dorado.
En televisión dejó trabajos memorables en nuestro país y en España, entre los que se destacan Vientos de agua, Alén, luz de luna, 7 vidas, Cuéntame cómo pasó, El barco, Su majestad y Tiempo final.
En 2022, después de ocho años, participó en un largometraje argentino: tuvo una intervención especial en el documental Partidos, voces del exilio, dirigido por Silvia Di Florio. Allí recita el poema de León Felipe “Qué lástima”. En la película también aporta su testimonio su hija, Malena Alterio, quien llegó al exilio español a los seis meses y actualmente es una reconocida actriz.
El último trabajo de Alterio en una producción argentina había sido en Fermín (2014), codirigida por Hernán Findling y Oliver Kolker. En los últimos años intervino en los largometrajes españoles Nora (2020, Lara Izaguirre) y Las consecuencias (2021, Claudia Pinto).

En 2023 fue declarado Personalidad Emérita de la Cultura, distinción otorgada por el Ministerio de Cultura de la Nación. “Han pasado 93 años y los recuerdos se agolpan, se mezclan, se distorsionan. Veo un muchachito flacucho y narigón andando en bicicleta por el barrio de Chacarita que encontró el modo de hacerse un lugar en ese vasto mundo haciendo que la gente se divierta con sus payasadas. Y así fue como los personajes me ayudaron a encubrir la timidez y lo siguen haciendo. (…) Así pasaron mis 93 años. Estoy contento de lo que he vivido. Dicen y es verdad, que estoy en tiempo de descuento. No sé si saben que tuve un tio que fue un gran arquero de fútbol. Espero que como él atajar varios penales todavía y seguir jugando todo lo que pueda. Gracias a esta profesión y al amor de todos ustedes. Nuevamente, gracias”, expresó Alterio tras recibir el reconocimiento de manos del ministro de Cultura, Tristán Bauer.


