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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Marcelo Schapces, creador y director de la serie «Litto Nebbia, una vida musical»: «Es una personalidad esencial en la cultura popular argentina»

La leyenda del rock argentino Litto Nebbia es el protagonista de la miniserie documental Litto Nebbia, una vida musical, una propuesta de ocho episodios que se propone retratar su extensa carrera, su independencia artística y su profunda huella en la música popular del país.

Marcelo Schapces es el creador, productor (a través de Barakacine) y director (junto a Miranda Nebbia, hija de Litto) de esta producción, que comenzó a todarse en Rosario, ciudad natal del músico, donde se rodaron escenas clave y entrevistas en una visita cargada de emoción y memoria.

«Desde que tengo 10, 11 años son fan del rock nacional -evoca Marcelo Schapces-. Escuchaba a Los Gatos y a todas las bandas iniciales: Almendra, Manal, Vox Dei. En 1978 lo conocí a Litto por acercarme a él a la salida de los recitales. Y una vez en particular nos encontramos en Corrientes y Callao, en la esquina donde está esa disquería enorme, Zival’s y nos quedamos hablando mucho. El ya tenía organizado su viaje a México. Había decidido irse por el hostigamiento que sufría: era la época de la dictadura y se tornaba imposible seguir actuando en Argentina. No mucho tiempo después yo también me fui a México. Entonces lo fui a ver. Y ahí terminamos siendo amigos. A finales del año ’81 empecé a colaborar con él. Al volver a Buenos Aires, a mediados de 1982, seguí trabajando en su productora Melopea durante casi cinco años. Después me dediqué al cine, pero esporádicamente nos seguimos encontrando».

-¿Qué te impulsó a pensar en Litto Nebbia como protagonista de una serie documental?

Hace un par de años estaba con Mariano del Mazo, un periodista amigo con quien hicimos el documental de Alejandro del Prado, de quien también fui manager. Mariano me contó tenía que hacerle una entrevista a Litto por los 50 años del disco Muerte en la Catedral. Le dije que lo acompañaba. En ese reencuentro le comenté que en esta época, donde hay tanto documental dando vueltas y tantos músicos reseñados, me parecía inconcebible y muy injusto para su carrera que él no tuviera un trabajo audiovisual a su altura. Aun sabiendo que Litto es una persona muy particular, es también a su modo el padre del rock y a la vez el padre de la independencia musical.

Un aspecto fundamental que nos orientó en la propuesta es que las cosas se iban a tener que hacer de forma «Nebbiera«: como él quería. Quiero decir, no es que tengo a la gente de Netflix o Amazon acompañando para proponerle: «entonces al comienzo de la serie vos tenés que ponerte una peluca para estar otra vez con el pelo largo y cantar La Balsa con un coro de niños hippies. Nada de eso iba a suceder. Era a su modo…o no se hacía.

-¿Qué rol juega Miranda Nebbia, la hija de Litto?

Cumple un papel esencial. Ella siempre ha hecho audiovisuales y entre otras cosas, también hizo algunos trabajos para su padre. La conozco desde que nació. Juntos encaramos esta producción de manera muy particular, porque es superindependiente, en esta época donde hay que recomponer todas las formas de trabajo porque al no existir el Estado, al no estar el INCAA presente como debiera estar y como ha estado en toda la vida de nuestro gran cine, reinventamos otras maneras.

Durante todo este 2025 hemos estado haciendo entrevistas, recreaciones, ordenando el gigantesco archivo fotográfico musical que Litto aporta para la serie y que Miranda conoce muy bien. Hay muchísimo material y entrevistas: a músicos, artistas, amigos de la infancia en Rosario. El resultado es un viaje épico de lo que Litto llama la «melancolía vital», que tiene mucho que ver con su trayectoria y con su carrera actual. Porque Litto, más allá de que la gente conoce más muchos de sus clásicos —que son muchos además, porque son 60 años de carrera- sigue vigente componiendo, editando música, haciendo recitales y viajando por el mundo y por el país. Y está con muchísima energía para seguir haciendo lo que a él más le gusta, que es la música.

-De esa serie de entrevistas, ¿con qué revelaciones y aportes a la historia del rock te encontraste?

Las entrevistas, como los archivos, ordenaron cosas que muchas veces estaban recordadas o contadas de manera atomizada. Afortunadamente, Litto tiene una memoria prodigiosa. Se acuerda de todo y organiza los recuerdos con muchísima sinceridad, porque está muy de vuelta y no tiene nada que ocultar. Entonces, todo aquello que se ha contado durante mucho tiempo empezó a aparecer en forma ordenada. De esta manera vuelve a aparecer la historia del rock nacional y de la música popular de los últimos 40 ó 50 años.

Además de un anecdotario muy gracioso, muy rico y en algunos casos inédito, en las entrevistas se habla mucho de música: de composición, de armonías, de por qué tal cosa era nueva o cómo tomaban la influencia de los grupos pre-Beatles, Beatles y pos-Beatles en los comienzos de los años 60. Y se desmitifica la bohemia de esos años: la gente estuvo ahí, la vivió y no tiene que caretear nada.

Hay mucha gente que va a aparecer y que tiene relación con esa historia: Moris, Emilio del Guercio, León Gieco, Fito Páez, Calamaro, la Trova Rosarina, Lito Vitale, Baglietto, Ricardo Soulé. Gente que tienen una vida vinculada con la música de la que no pueden desprenderse y sigue vigente. La gente recuerda gemas que los marcaron, como Hombres de hierro, El Rey lloró, Presente o Giros, pero todos los músicos siguen componiendo ¡Son música! Por eso, Litto es una vida musical.

-De tus conversaciones con Litto, ¿qué aspecto no musical te sorprendió?

Su fascinación con el cine. Es capaz de recitar fichas técnicas de películas de los años 50 de Douglas Sirk, John Huston. O de Coppola y Scorsese, o de Bergman y Antonioni. Es muy cinéfilo y también leyó mucha buena literatura. Esa cultura aparece en la serie porque él constantemente tiene esas referencias.

En cuanto a lo musical, mucha gente se va a sorprender de que Litto puede estar una mañana entera escuchando free jazz, más allá de que su búsqueda vaya por otro lado. En una de las conversaciones comentaba que hay un músico de free jazz llamado Sun Ra, que falleció hace poco tiempo, de quien tenía 200 discos. La casa de Litto en Tigre es un enorme museo de la música y del cine.

-¿Cómo sigue el proyecto de aquí al estreno?

Con Miranda vamos a terminar las entrevistas e iniciar la edición de los primeros episodios este año. Imagino que entre el otoño y el invierno del año que viene, cerca del canceriano cumpleaños de Litto, lo vamos a estar presentando. Por otra parte, tendrá un formato de un documental que resuma los ocho capítulos, con el cual haremos una gira por todo el país, con Litto tocando algunos temas. Será nuestra manera de rendirle homenaje a un artista imprescindible de la cultura popular argentina.

Julia Montesoro

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