En el debut de nuestra nueva sección, Mirada GPS, el comentario acerca de uno de los estrenos de esta semana, El último pasajero (la verdadera historia), documental de Mathieu Orcel.
“¿Cuál es la verdadera historia, Eduardo?”, le pregunta el entrevistador. ¿Cuál es la verdadera historia sobre el hotel Boulevard Atlántico?, ¿qué es la verdad sino una construcción subjetiva? Esta película, dirigida por el francés -radicado en Argentina- Mathieu Orcel, cuenta la relación (simbiótica, según las palabras del propio protagonista) entre Eduardo Gamba y el hotel Boulevard Atlántico, ubicado en el balneario bonaerense Mar del Sud.
A partir de una interesante recolección de testimonios que cuentan sobre el auge del hotel, construido a fines del siglo XIX en una localidad cercana a Miramar, que entre muchas idas y vueltas (y luego de varias transacciones y propietarios extraños en el medio), termina quedando en manos de Eduardo, quien nos narra su historia de vida en el hotel, a través del largometraje. Las fuentes a las que recurre el director no son azarosas: la gente del pueblo conoce bien la historia de Eduardo y duda sobre su legitimidad como inquilino del que hoy es el hotel en pie más antiguo del país.
Eduardo, de 80 años, afirma tener todos los papeles de la propiedad, por lo cual se considera su dueño. Por otro lado vive del y para el hotel, atrapado en un loop temporal que parece no tener fin. El otrora hotel, bar y cine está habitado por él, su perro y su gato (ambos, también muy viejos). Es interesante cómo se plantea el relato en primera persona del inquilino (¿ocupa?) del lugar, en contraposición a lo que cuentan varios habitantes de Mar del Sud. Eduardo se presenta como el dueño legítimo del añejo edificio, y vive de él, guiando a los turistas en visitas donde cuenta la historia del hotel. Pero, ¿qué tan verdaderas pueden ser sus historias, si hasta él mismo reconoce inventar algunas partes para que resulten más interesantes? Debido al poder oratorio del “protagonista principal”, el espectador duda entre su palabra y lo que dicen los demás.
“El último pasajero…” es una muy interesante película construida en base a una historia cargada de nostalgia. A partir del testimonio de quien hoy en día es el último pasajero que le quedó a un hotel burgués (que tuvo su auge a comienzos del siglo XX), uno puede imaginarse cómo funcionó aquél edificio neoclásico en sus mejores años. Hay una buena reconstrucción a partir de la dicotomía planteada entre el testimonio en primera persona y el de otros lugareños de Mar del Sud, que nos deja pensando acerca de cuánto hay de verdad, y cuánto forma parte del imaginario de un hombre que vive sumergido en un mundo que fue, y del que hoy solo quedan sus ruinas. (Por Lucía Chab)