Jimena Muñoz es la productora general del Festival Internacional de Cine de las Alturas, cuya décima edición se celebrará del 9 al 17 de mayo de 2025.
Organizado por el Gobierno de la Provincia de Jujuy a través del Instituto de Artes Audiovisuales de Jujuy, el festival celebrará una década exhibiendo las producciones de los Andes y contribuyendo con el crecimiento de la cultura y la industria audiovisual de la región.
La convocatoria está abierta hasta el 15 de noviembre para sus cuatro categorías competitivas:
Competencia Internacional de Largometraje de Ficción y Competencia Internacional de Largometraje Documental, para producciones de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Competencia Cortos NOA, destinada a cortometrajes de las provincias del noroeste argentino: Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja y Catamarca.
Competencia Nacional Work in Progress de las Alturas, destinada a películas en desarrollo de Argentina.
Los interesados podrán inscribir sus producciones a través de este enlace.
-Una década de permanencia implica una mirada hacia lo que se fue construyendo año tras año. ¿Cuáles creés que son los logros esenciales del Festival de las Alturas?
El más destacable es habernos posicionado en la región como el único evento de cine andino independiente. Estos diez años fueron de promoción, difusión y exhibición de películas andinas, que de otra manera no hubiéramos conocido. Nos posicionamos con esta impronta de cine andino y durante estos diez años permitimos el desarrollo de historias y relatos que tienen más que ver con nosotros. Y que además se exhiben a sala llena.
Los países de los Andes han sabido aprovechar este espacio. El festival es una marca a lo largo y ancho de la cordillera. Estamos instalados. Y los directores están esperando cada edición para presentar sus películas. Mirando atrás, ése es nuestro gran logro.
-¿Cómo los atraviesa el compromiso de pensar en la décima edición, una cifra simbólicamente tan importante?
Al segundo día de abrir la convocatoria nos pareció una locura haber recibido tanta cantidad de películas inscriptas. Nunca nos había pasado en las ediciones anteriores. Esta convocatoria fue un impacto para todo el equipo. Hay una gran cantidad de documentales y de ficciones para seleccionar. Tenemos en cuenta el contexto y la crisis que está viviendo la industria y especialmente el cine independiente. Prevemos que estos años son de muchas películas y que tal vez no sea así en las próximas ediciones.
-El Festival también está a la vanguardia de la tecnología. En sus últimas ediciones se habilitó una plataforma web, un domo y hasta se estrenó la primera película realizada con inteligencia artificial. ¿Esto también es parte de la búsqueda de nuevos contenidos, más allá de la programación?
Sí, sí, tiene que ver. Más allá de las competencias y de la programación andina, tenemos secciones paralelas que hemos ido enriqueciendo a lo largo de los años. Así como una de ellas es la de accesibilidad, también hemos incorporado contenido 360º y de realidad virtual. Y vimos en una sala la primera película de inteligencia artificial. Podía parecer un poco loco, tratándose de un festival andino y de cine independiente. Pero nos parece adecuado poder tener diversidad y variedad de contenidos. Fuimos adaptando nuevos formatos a las distintas secciones paralelas.
-El festival también se adaptó a las novedades tecnológicas.
Desde que está el Instituto de Artes Audiovisuales de la provincia contamos con un área de fomento que impulsa este tipo de contenidos y de formatos. El festival es el espacio exhibidor y también el pilar del instituto, porque tiene recursos para poder exhibir estos contenidos a lo largo y ancho de la provincia.
El espacio pudo sostenerse en el tiempo. Hemos sobrevivido hasta la pandemia y cuando no teníamos salas creamos una plataforma. Nos adaptamos a este contexto de tecnología y de realidad virtual, a las nuevas formas de consumir y de ver cine.
-Como se sabe, el Festival de las Alturas es una vidriera significativa del cine andino. ¿Hay nuevos acuerdos y alianzas a la vista?
Estamos trabajando en coproducciones y en ayudas entre instituciones. Creo que es el formato correcto para poder sostenernos. Cuando terminemos la convocatoria vamos a poder hacer algunos anuncios importantes.
-Un festival se completa con el apoyo del público. ¿De qué manera se fueron agregando áreas y servicios para el crecimiento de la audiencia?
El festival fue creciendo y Jujuy lo ha tomado como propio. Hemos llenado las salas, contando con el público local y regional. En la semana de festival viajaron muchos directores para acompañarnos, lo mismo que estudiantes de cine que vinieron de Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán y Santa Fe.
Eso nos posiciona como uno de los eventos más importantes de cine de la región. Pero no es todo: también avanzamos en la recuperación de espacios de salas y sedes culturales, transformados en salas de cine, en lugares donde no había acceso. Y desde hace un par de años venimos desarrollando una sección paralela, que es la sección de accesibilidad. Eso nos permite ser más inclusivos y tener contenidos accesibles, para que este festival pueda llegar a muchas más personas.
-Pensando en términos del desafío que se avecina, que es la edición 2025, ¿están evaluando cuáles serán las novedades que se van a presentar?
Ya venimos configurando el próximo festival. Quisiéramos poder contar con más directores en la sala. Y como en cada edición, con maestros de cine, clases magistrales, eventos formativos, muestras de libros. Así se fue formando el festival desde las primeras ediciones. Nos parece que celebrar 10 años vale el esfuerzo. La voluntad política del Gobierno de la provincia de Jujuy es seguir sosteniendo las políticas públicas que venimos desarrollando, con el Instituto (de Artes Audiovisuales de Jujuy) y con el festival.
Julia Montesoro