El director, productor y guionista Sergio Acosta es, desde el 1 de marzo, el presidente del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM), que abrió la convocatoria a cuatro de sus líneas del Plan Integral de Fomento, con una inversión cercana a los 20 millones de pesos destinados a dinamizar la industria cinematográfica y audiovisual en la provincia.
Este primer llamado se compone de cuatro convocatorias: Desarrollo de Guión de Largometrajes y Series, Desarrollo de Proyectos de Largometrajes y Series, Cortometrajes de Primeras y Segundas Obras, y Cortometraje Comunitario y Originario. Las mismas están dirigidas a personas inscriptas en el Registro Provincial del Audiovisual (RePA) y productores asociados o coproductores interesados en filmar en Misiones. Las inscripciones estarán abiertas hasta el miércoles 31 (consultar bases en www.iaavim.gob.ar).
-La inscripción está abierta para cuatro líneas de fomento. ¿Cuáles son las grandes novedades de la propuesta?
Para ponerlo en contexto: la Ley Audiovisual de Misiones cumplió diez años. Y el Instituto se implementó dos años después: está atravesando su noveno año de gestión. El año pasado lanzamos el nuevo Plan de Fomento. Un plan integral, que contempla todas las etapas de producción y todos los formatos, desde cine hasta series, además de otros formatos audiovisuales. También contempla lo relacionado con la distribución y la comercialización.
Recién a mediados de este año se lanzaron algunas líneas del plan, dado que el contexto nacional y provincial ha cambiado tanto. Estamos contentos de poder lanzarnos en este contexto tan adverso. Esto significa un poco de aire y esperanzas para el sector audiovisual.
Después de las cuatro líneas lanzadas el 1 de julio, se abrirán otras cuatro el 1 de agosto. Tendrán que ver con el cortometraje estudiantil, experimental y cine comunitario.
-¿El foco está puesto en fomentar la industria audiovisual de Misiones o la intención es también convocar a realizadores y productores de todo el país?
Nuestro plan de fomento tiene dos grandes líneas: una es la convocatoria y la otra es la ventanilla continua. Esta última está abierta todo el año. Allí recibimos proyectos de largometraje industrial o de series industriales en coproducción con un productor misionero, que cuenten con el interés del INCAA u otra fuente de financiamiento demostrable. Ahí pueden participar productores de todo el país. De hecho, en estos diez años de la Ley, Misiones participó muchos rodajes: muchas películas de Buenos Aires, Córdoba y diferentes lugares que hicieron coproducciones. La ventanilla continua está abierta y claramente es para todo el país.
Las convocatorias están dirigidas principalmente a los misioneros. Pero eso no quita que tenga un acuerdo de codesarrollo con otras provincias u otro productor del país. Está más apuntado al segmento medio, que es el segmento emergente de profesionales o productoras que todavía no están filmando. Por eso lanzamos desarrollos, un contexto en el cual no está el INCAA: el Instituto ha parado la rueda de producción en toda la Argentina.
Con los montos que nos autorizaron desde la provincia, lo que hacemos es fomentar el desarrollo de nuevas obras o de obras que ya están en carpeta, pero que necesitan un financiamiento para poder reescribir el guion, pasar por un script doctor, armar la carpeta, el diseño y hacer traducciones.
También fomentamos los cortometrajes, un formato que dentro de la provincia el sector audiovisual pide constantemente.
-¿Qué busca un productor o un realizador en Misiones? ¿Por qué eligen Misiones?
En principio, por las locaciones y por nuestro contexto. Misiones tiene una política de conservación de la selva muy fuerte. Si te fijás en Google Maps, Misiones es todo verde alrededor, mientras que alrededor es todo gris.
También por las Cataratas del Iguazú: hemos tenido rodajes de reality shows y de publicidades internacionales gracias a las cataratas.
Actualmente hay una capacidad instalada muy fuerte en estos años de desarrollo audiovisual: hay técnicos para cubrir tres rodajes en simultáneos; actores locales; una isla de colorimetría -que pertenece al parque industrial, en alianza con el IAAVIM-. Las coproducciones pueden acceder a esa isla de primer nivel para, por ejemplo, terminar el LTO o el DCP. Solo tiene que pagar el colorista.
-¿Qué aspectos buscás potenciar en la gestión iniciada el 1 de marzo?
Estamos trabajando con la gerencia de Fomento del instituto, a cargo de Santiago Carabante, en la creación de nuevas herramientas de financiamiento. Hay un proyecto de ley de cash rebate que implica incentivos de reintegros de los aportes a las inversiones de la provincia.
Al principio, estábamos apuntado al desarrollo cultural y al desarrollo de una imagen propia con una identidad. Esto va a seguir estando, pero con este nuevo contexto entendemos que hay que crear nuevas herramientas de financiación para hacer la provincia más tentadora para las producciones grandes y las plataformas.
-¿Cómo impacta en el IAAVIM, y más puntualmente en el Plan Integral de Fomento la restricción de fondos del INCAA?
A todas las provincias le hace mucho daño. Es una regresión porque todas las producciones que se han filmado acá -ficción y documentales industriales- se hicieron con apoyo de fomento del INCAA.
Desde su aparición, el IAAVIM siempre fue un jugador que aportó el 10%. El productor podía armar su esquema financiero con el INCAA, con Ibermedia, con fondos propios, con un acuerdo de coproducción. Podía armar un esquema muy interesante y muy virtuoso entre lo público y lo privado.
Al desaparecer el INCAA en este momento muchas películas que estaban por filmarse se detuvieron. Las que están en posproducción también pararon porque no se están pagando los compromisos pendientes. Se ha paralizado completamente la industria. Nosotros, con el IAAVIM y nuestro presupuesto anual, solos no podemos reactivar la industria de rodajes. Por eso hemos decidido apostar por el desarrollo y por los formatos breves.
La parálisis no solamente perjudica a los rodajes, sino también en la política de coparticipación que INCAA, ya que todos los años contribuye a las provincias con el 10% del costo medio. Son unos diez millones por año.
-Coparticipación que sale del Fondo de Fomento Cinematográfico que tiene el cine argentino por Ley. No es que la gente está haciendo un aporte extra y ese aporte extra está derivándose a las provincias.
Tal cual. Además, esos fondos que van a las provincias permiten mantener a los cines móviles, un programa que surgió del INCAA, del que ahora las provincias tienen que hacerse cargo. Siempre fue una responsabilidad compartida, como los festivales y el fomento. Lamentablemente la visión del presidente del INCAA, Carlos Pirovano, es que esa política no va más.
-Sin el apoyo del INCAA, ¿de qué forma planifican el desarrollo de la actividad?
Un bien importante son los acuerdos interprovinciales. El INCAA no está y con las provincias que tenemos Ley de Cine o Ley Audiovisual, nos empezamos a mirar con más cariño. Estamos dialogando con Córdoba y hay intenciones con Jujuy, Salta y Río Negro. Con ellos compartimos el espacio de la Asamblea General del INCAA, donde estamos los representantes de estos Institutos.
Entendemos que es importante el codesarrollo, la coproducción y la codistribución. Para eso generamos estos vínculos para poder apuntalar nuestras industrias.
-¿Hay diálogo con las autoridades del INCAA?
Hemos conversado con el presidente en la Asamblea Federal. Allí le hemos tratado de argumentar por qué es importante y por qué no es un gasto, sino que es una política de fomento que tiende a que las provincias también puedan tener un desarrollo y un ingreso para promocionar la exhibición.
Para algunas provincias significa muchísimo, porque no tienen Ley de Cine o de Promoción Audiovisual. Además, entre otras cosas, también se financian los festivales nacionales y provinciales. Es una es una política de desarticulación de todo el esquema del cine de Argentina.
-Como contrapartida, Misiones busca potenciar el sector audiovisual a través de políticas públicas…
Sí. Es un trabajo que empezó hace más de 20 años. Como en otras provincias, hay un grupo de gente a la que les gusta el cine, que empieza a movilizarse y a generar políticas públicas.
Es un plan ambicioso porque incluye todas las líneas y todos los formatos, duraciones y procesos. Para que ese fondo de fomento provincial crezca año a año, estamos trabajando en nuevas herramientas y leyes para poder incluir también al privado, al mecenazgo y a las rentas de la provincia a través de diferentes mecanismos. Siempre con la mirada puesta en que el aporte del Estado beneficie a empresas y Pymes audiovisuales. Para que le permita viajar para generar coproducciones. Nosotros estamos en Misiones, pegado a Paraguay y Brasil y tenemos mucha relación con nuestros vecinos. Si bien estamos en desventaja con nuestro cambio y moneda, buscamos la forma de compensarlo. Solos no podemos producir en este momento. Cualquier productor puede generar un vínculo o una alianza estratégica con una productora misionera. Intentamos incentivar a que nos busquen y a generar nuevas estrategias y alianzas.
Julia Montesoro