Matías De Leis Correa logró un importante reconocimiento: Desde la última vez que nos vimos, su segundo largometraje (después de su ópera prima Convaleciente), fue seleccionado para la competencia oficial del Festival BFI Flare de Londres, uno de los eventos de cine queer más importantes y antiguos del mundo, que se celebrará entre el 13 y el 24 de marzo.
Se trata de un drama romántico realizado en coproducción entre De Atar Contenidos y Matchbox Films, estrenado en la Argentina en octubre de 2023 y protagonizado por Patricio Arellano y Esteban Recagno, acompañados por Martín Stark, Josefina Langlois y Matías De Leis Correa.
-¿Qué pensaste cuando te anunciaron que Desde la primera vez que nos vimos va a representar a la Argentina en la competencia?
¡Entré en un shock! Creo que estuve cinco horas sin poder creerlo. Además lo que tiene este festival, más allá de avisarte si quedaste, es que te mandan un mail contando por qué la película fue elegida. Me dio una gran alegría saber que elogiaron el guion, las actuaciones y la trama basada en los vínculos. Normalmente los festivales, te dan respuestas más tipo telegrama: quedaste o no. Además, me invitaron a presentarla. Es muy loco e inesperado. La voy a exhibir el 16 y 17 de marzo.
-La película se presentó en lugares tan distantes y distintos, como Estados Unidos, Australia y ahora en Gran Bretaña, ¿qué creés que representa para los públicos de otros países?
Hay mucha identificación. Mucha gente nos escribió en diferentes idiomas: la peli también estuvo en Estonia, Suiza y en un montón de festivales LGBTB. Muchos mensajes los tuvimos que traducir con el Google Translator para ver qué nos estaban diciendo (Risas).
Lo primero que nos hacen saber es que hay muchísima identificación. Algo que rescatamos mucho con mis coproductores (Evelyn Flores, Verónica Murta, Facundo Acosta y Carolina Da Costa Cambio) es que la película llega a la gente. La gente entra en las situaciones y me ve algo real, tangible. No es un universo imposible ¿Quién no se ha enamorado de alguien que fue correspondido y de repente se reencontró mucho tiempo después? Todos hemos pasando algunas situaciones así.
Los comentarios nos dicen –sin spoilear- que la película invita al amor en etapas, sin ir más allá. Bajar esta cosa del amor eterno, para siempre y obligado. Si es eterno que sea bienvenido, pero no que sea una obligación.
-Después de toda esta experiencia con distintas audiencias, ¿qué nuevo significado la encontrás?
Me siento muy orgulloso del producto logrado. Me gusta ver la película con públicos distintos y desconocidos. Y tratar de incorporar nuevos mercados como si jugara contra el tiempo, sin esperar. Al mismo tiempo, atravesados lo que está sucediendo en el país. Con la necesidad de no quedarnos callados, como alguien que quiere hablar desde una minoría, desde un movimiento artístico determinado.
-¿Con qué movimiento, género o referente te identificás?
No es una película sencilla, pero tiene algo muy tangible. No quiero caer en el A más B es C, pero es difícil que la gente diga: “Ya vi una película igual”. La gente sigue apostando al amor. Siempre te digo que lo amo a Ingmar Bergman. ¡Me faltan años luz para imaginarme ser un Bergman! Pero me parece maravilloso que la gente encuentre en los vínculos en esa simpleza.
–Desde la última vez que nos vimos es parte de una trilogía que comenzó con Convaleciente. ¿En qué instancia se encuentra la próxima?
La tercera se llama El nuevo novio de Lucía y ya está terminada. Vamos a tratar de hacer el circuito clásico, pero a la vez se están definiendo muchas cosas en estos días.
-¿Qué te lleva a emprender el camino de los festivales como un desafío personal?
La ventaja es que son herramientas para que la película llegue a otros territorios, a otros países y culturas. Pero cualquier cineasta o productor sabe que vas a recibir muchos no. Y hay que estar preparado para eso. Es un montón de tiempo que se invierte. ¡Muchísimo!
Por suerte, aunque está invisibilizado, pero tengo la suerte de tener un equipazo, gente hermosa. Con cada película el equipo crece y somos todos amigos, gente con la que estamos en la misma sintonía. Muchos eligen no trabajar con amigos porque puede no tener un buen norte, pero se genera algo de familia muy grato. Además, siempre hacemos las películas en tiempo récord (Risas).
Julia Montesoro