Tras tres décadas consagradas a la dirección de algunos de los festivales más importantes de España, culminando en la 70ª edición de Seminci, José Luis Cienfuegos el martes 2 en Madrid a los 60 años.
Comenzó su trayectoria en el departamento de prensa del Festival de Gijón, dando el salto a la dirección del certamen en 1995. En los 16 años que estuvo al cargo, convirtió la cita asturiana en la puerta de entrada en nuestro país para los cineastas más arriesgados y estimulantes, impulsando las nuevas tendencias que surgían a nivel global, y prestando especial atención al pasado fílmico.
En 2012 pasó a dirigir el Festival de Sevilla, convirtiéndolo también en punta de lanza para esos autores que estaban marcando el pulso del cine contemporáneo, y reforzando sus lazos con la industria española y europea.
2023 marcó su llegada a Valladolid, sin duda el mayor reto de su carrera. Durante tres ediciones, plasmó su sello inconfundible en la dirección, siendo fiel a la historia y el espíritu que han caracterizado Seminci, llevando además al festival a una necesaria renovación. Así hasta la 70 edición, sin duda una de las más exitosas de la larga trayectoria del certamen, perfecto exponente de la concepción que tenía de los festivales: lugares de diálogo y conocimiento a través de una programación ambiciosa y heterodoxa, estableciendo puentes vibrantes entre los creadores y el público, y sobre todo, espacios útiles y relevantes para la industria y los cineastas.
Cienfuegos adoptó una mirada poliédrica, destacando el papel fundamental que los distribuidores, productores, la crítica y los medios tienen en el impulso del cine de autor.
Transformó radicalmente la manera de hacer festivales en nuestro país, haciendo de ellos lugares habitables en los que el cine se convertía en el pilar para la celebración de la cultura y de la vida.


