Las ruinas nuevas, de Manuel Embalse, ganó el Gran Premio de la Competencia Internacional de la primera edición de The International Documentary Film Festival Thailand – What the Doc! (WTD!), que finalizó el domingo 31 en Bangkok. Además, la película ganó el Green Doc Award.

“Las palabras “Made in China” – hecho en China, la fábrica del mundo – se han convertido ahora en una declaración de origen y en una etiqueta sobre el estado de la basura del universo. De los restos sin vida de la humanidad emerge un poeta, las huellas de su existencia y el peso de su ser descubiertos en el otro lado del mundo. La película está impulsada por el propio impulso e instinto del artista, como si fuera una pieza de arte escénico. De un mundo interior lleno de dolor, el director lo devuelve a la vida con tranquila elegancia. Y convierte los escombros en un patrimonio invaluable”, describió el Jurado acerca del premio a Las ruinas nuevas.
Por su parte, el jurado del premio Green Doc declaró: “Esta película cuenta la historia del pasado, el presente y cuestiona el contexto futuro de su entorno. Entretejida poco a poco, presentada a través de imágenes de objetos olvidados, recuerdos, texto y material antiguo y nuevo, le da al público la oportunidad de reflexionar sobre los aspectos sociales del capitalismo y la transición de los tiempos. Por lo tanto, esta película es una excelente herramienta para registrar los recuerdos humanos y los rastros de la civilización”.
Los otros premios del festival fueron los siguientes: Premio del Jurado al Documental Internacional, Taman-Taman/Park, de So Yo-Hen; Película documental tailandesa, Au Revoir Siam, de Domenico Singha Pedroli; Premio del Jurado al Documental Tailandés, Home and Away, de Rachata Thongruay; Premio de Directoras al Mejor Documental, As a Bird that Briefly Perches.

Con producción del Colectivo Antes Muerto Cine y guion de Manuel Embalse, Las ruinas nuevas cuenta con la producción de Joaquín Maito y el montaje de Tatiana Mazú González y Manuel Embalse. Un arqueólogo aficionado, obsesionado con los desechos electrónicos, graba imágenes y sonidos durante diez años como parte de una investigación intuitiva. Mientras da forma a un diario personal, lúdico y musical, viaja incansablemente por el mundo, intentando descifrar lo que esconden sus hallazgos y cómo podría interpretarlos.
Un día, en un taller de reciclaje de objetos electrónicos, ocurre una extraña revelación. A partir de ese momento, su búsqueda da un giro inesperado y, siguiendo la pista de un poeta fantasma, surgen nuevas preguntas. Con el paso del tiempo y la acumulación de ruinas, el arqueólogo ve crecer a su gato llamado Pendrive y le pregunta: «Querido amigo, ¿cómo se escribirá la historia en el futuro? ¿Quién la escribirá?».
Así, entre el absurdo y la oscuridad, el arqueólogo intentará comprender el estado actual de la tecnología y su vínculo con la memoria, en tiempos de crisis ambiental y sobreproducción.
«Siempre quise ser paleontólogo -describió Manuel Embalse-. Como muchos de mi generación de los 90, «Jurassic Park» fue un hito fundamental, quizás no solo con respecto a los dinosaurios, sino también en relación con la posibilidad de reconstruir el pasado desde el presente, hacia el futuro.
Los desechos electrónicos como rastro del presente empezaron a despertar mi curiosidad en 2012. Ese año, conseguí mi primer celular con cámara y me convertí en archivista de mis propias imágenes y sonidos cotidianos en relación con la tecnología y la memoria. Con el tiempo, a esas imágenes y sonidos se unieron restos de chatarra tecnológica que recopilo a escondidas: baterías, chips, carcasas, fragmentos de discos externos, vidrio templado… Empecé a catalogar el material hasta la actualidad, diez años después. Poco a poco, se convirtió en una película: «Las ruinas nuevas».
La belleza, el caos, el horror, el absurdo y la fragilidad del mundo habitan por igual en mi archivo. Y esas imágenes y sonidos también habitan, sin dejar rastro aparente, todos esos dispositivos electrónicos obsoletos que acumulé y fotografié durante años. Es inevitable que me pregunte entonces: ¿cómo se reconstruirá la historia dentro de un par de décadas, si todo se recicla, se destruye o se abandona?»