El príncipe de Nanawa, de Clarisa Navas, representará a la Argentina en la Competencia Internacional del 17º DMZ International Documentary Film Festival, que se celebrará entre el 11 y el 17 de septiembre en las provincias de Gyeonggi, Paju y Goyang de Corea del Sur. La delegación argentina se completa con Los días chinos, de Santiago Loza, que participará en la sección Essay.
El festival está conformado por 143 películas (88 largometrajes y 55 cortometrajes) de 50 países y se celebra bajo el lema «Un día que soñamos». Según la información oficial, «resuena con un desafío silencioso ante un mundo donde el progreso se siente lejano, incluso ilusorio. En tiempos como estos, el simple deseo de un día vivible puede parecer un lujo. Sin embargo, es precisamente esta esperanza —frágil pero vital— la que los documentalistas de hoy nos ofrecen, armados de valentía, reflexión y una determinación inquebrantable».

Con producción de Gentil Cine de Argentina, Yagua Pirú Cine y Tekoha Audiovisual de Paraguay y el apoyo del INCAA y de FONDEC, El Príncipe de Nanawa es un proyecto realizado durante más de diez años entre Clarisa Navas y Lucas Olivares, protagonizado por Angel Stegmayer y construida sobre la base de sus diarios, combinados con registros de sus diálogos con la realizadora.
Este documental sobre la transición a la edad adulta sigue a Ángel, un niño cineasta que Clarisa Navas conoció en un puente entre Argentina y Paraguay. Aquí, una sola estructura separa dos naciones, el aire vibra con guaraní y español, y la gente contrabandea mercancías. En este espacio liminal, Navas y Ángel, de nueve años, comienzan una relación que dura una década. La película es una crónica de su colaboración y del viaje de Ángel desde la infancia hasta la adolescencia, arrojando luz sobre la vitalidad resiliente de una vida que se desarrolla en las complejas realidades de una zona fronteriza.

Los días chinos es una producción de Varsovia Films (Diego Dubcovsky), Alina Films (Pablo Chernov) y Santiago Loza. Tras años de retraso, el director y escritor finalmente comienza un viaje largamente planeado. Solo se impone una regla discreta: realiza una toma al día. Este ritmo autoimpuesto se convierte en un ritual diario de observación, registro y reflexión. Lo que emerge es un diario filmado: una crónica de asombro que cartografia tanto paisajes externos como estados internos. Cada imagen conlleva una pregunta persistente: ¿qué significa seguir haciendo películas? A través de territorios desconocidos, el cine trasciende la documentación para convertirse en un acto de presencia y un intento de redescubrir el significado. El resultado es una meditación sobre el cine mismo: su persistencia, su soledad y su poder transformador sobre lo cotidiano.
Integra la sección Essay (Ensayo). El cine-ensayo es una forma de pensar en la pantalla. Es un cine impulsado no por la trama, sino por la fluidez de la subjetividad y la reflexión. Sin géneros definidos, estas obras se mueven con fluidez entre la ficción y la no ficción, la realidad y la imaginación. Representan un movimiento vital en el cine contemporáneo: uno que busca transformar nuestra percepción, interpretación y experiencia del mundo.
Sus temas son tan inmensos como sus formas. Los cineastas de esta sección dirigen su mirada inquisitiva a todas partes: hacia las urgentes crisis de opresión política y desplazamiento, pero también hacia las construcciones más silenciosas y fundacionales del cine nacional y la memoria colectiva. Nos guían a través de ciudades desconocidas, paisajes olvidados y vidas olvidadas, desmantelando definiciones familiares en el camino y llevando al espectador a nuevos ámbitos de comprensión.
Una característica distintiva de la selección de este año es la radical descentralización de lo humano. Aquí, animales, plantas e incluso espacios vacíos emergen no como escenarios pasivos, sino como narradores activos, agentes de perspectiva y coautores de significado. De esta manera, la sección de Ensayos 2025 se suma a una conversación global crucial sobre la reconsideración de la historia, la civilización y el medio ambiente. Pero, sobre todo, ofrece una audaz invitación: liberar el documental de las convenciones y abrazar el potencial pleno, fluido e ilimitado del propio cine.
Competencia Internacional
Tales of the Wounded Land, de Abbas FAHDEL (Líbano, 2025)
La Jetée, the Fifth Shot, de Dominique CABRERA (Francia, 2024)
Bright Future, de Andra MACMASTERS (Rumania, Corea del Sur, 2024)
El príncipe de Nanawa, de Clarisa NAVAS (Argentina, Paraguay, Colombia, Alemania, 2025)
The Ground Beneath Our Feet, de Yrsa ROCA FANNBERG (Islandia, Polonia, 2025)
Militantropos, de Simon MOZGOVYI, Yelizaveta SMITH, Alina GORLOVA (Ucrania, Austria, Francia, 2025)
Light of My Eyes, de Sophie BREDIER (Francia, 2025)
Cutting Through Rocks, de Sara KHAKI, Mohammadreza EYNI (EE.UU., Irán, Alemania, Países Bajos, Qatar, Chile, Canadá, 2025)
Redlight to Limelight, de Bipuljit BASU (India, Finlandia, Letonia, 2025)
Al oeste, en Zapata, de David BIM (Cuba, España, 2025)