El Festival de San Sebastián reconocerá con un Premio Donostia la trayectoria de la productora Esther García, figura clave en la internacionalización del cine español y latinoamericano, justo cuando se cumplen cuatro décadas de la creación de la compañía El Deseo. Además, el cartel oficial de la 73ª edición será un homenaje a la actriz Marisa Paredes, una de las estrellas más queridas del Festival desde su primera visita en 1977 y hasta su fallecimiento el pasado año.

El Centro Internacional de Cultura Contemporánea-Tabakalera acogió el miércoles 30 el acto de presentación de carteles, durante el cual el director del Festival, José Luis Rebordinos, y la responsable de Comunicación, Ruth Pérez de Anucita, anunciaron la entrega del Premio Donostia a Esther García, productora de El Deseo con más de un centenar de títulos a sus espaldas.
Por octavo año consecutivo, una gran figura de la cinematografía contemporánea protagoniza un cartel que desde 2018 ha estado presidido por los retratos de Isabelle Huppert, Penélope Cruz, Willem Dafoe, Sigourney Weaver, Juliette Binoche, Javier Bardem y Cate Blanchett. El póster de este año con la imagen de Marisa Paredes ha sido diseñado por el estudio donostiarra Wallijai a partir de una instantánea tomada por el fotógrafo Manuel Outumuro en Madrid en el año 2000.

Wallijai también ha confeccionado los carteles del resto de secciones, que como es habitual, mezclan fotografía e ilustración, y esta vez juegan con la idea de que todas y todos llevamos distintas películas en nuestro interior. Asimismo, cada póster incluye referencias más o menos expresas a diferentes géneros: al drama (New Directors), al cine bélico (Horizontes Latinos), al romántico y al musical (Zabaltegi-Tabakalera), a la ciencia ficción (Perlak), al anime (Nest), al terror (Culinary Zinema), a las historias de aventuras (Zinemira) y al western (Made in Spain).

A estos carteles se sumarán próximamente los tres de la iniciativa Klasikoak, que desde 2024 agrupa bajo la misma marca tres propuestas: la retrospectiva Klasikoak, que este año estará dedicada a la guionista estadounidense Lillian Hellman; la sección Klasikoak del Festival, y el ciclo de la Filmoteca Vasca que se desarrolla entre octubre y diciembre en Bilbao, Donostia, Pamplona, San Juan de Luz y Vitoria.

Esther García, independencia, riesgo y excelencia en la producción
Siempre con la independencia, el riesgo y la excelencia como señas de identidad, Esther García (Cedillo de la Torre, Segovia, 1956) ha trabajado en más de un centenar de producciones. En 1986 se enroló en la productora El Deseo, creada un año antes por los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar, pero antes había participado como secretaria, ayudante o jefa de producción en películas como Pim, pam, pum… ¡Fuego! (Pedro Olea, 1975), que compitió en la Sección Oficial de San Sebastián; Siete chicas peligrosas (Pedro Lazaga, 1979), Sé infiel y no mires con quién (Fernando Trueba, 1985), El año de las luces (Fernando Trueba, 1986), La vida alegre (Fernando Colomo, 1987) o El juego más divertido (Emilio Martínez Lázaro, 1988). También colaboró en series como Curro Jiménez, que contó con directores como Mario Camus, Pilar Miró o los hermanos Romero Marchent, y Los pazos de Ulloa (Gonzalo Suárez), además de en gran parte de la obra de Mariano Ozores.

Pero a partir de su primera colaboración con Pedro Almodóvar en la película Matador (1986) ha sido una pieza fundamental en todos los proyectos posteriores del director manchego, que en la pasada edición del Festival de San Sebastián recibió también el Premio Donostia. Su nombre aparece asociado al de los Almodóvar en películas como La ley del deseo (1987), que dio nombre a la productora, o Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), que optó al Oscar a la mejor película extranjera; un galardón que logró una década después con Todo sobre mi madre (1999). Además de La flor de mi secreto (1995), proyectada en la Sección Oficial de San Sebastián fuera de concurso, otros títulos en común son Hable con ella (2002), que brindó a Pedro Almodóvar el Oscar al mejor guion original; La mala educación (2004), que inauguró Cannes; y Volver (2006), que consiguió en el festival galo los premios al mejor guion y a la mejor interpretación femenina para todo el reparto antes de conseguir cerca de un centenar de galardones, entre ellos el FIPRESCI en San Sebastián.

Regresaron a Cannes con Los abrazos rotos (2009), La piel que habito (2011), Julieta (2016) y Dolor y gloria (2019), con la que Antonio Banderas conquistó el Premio al mejor actor. Penélope Cruz ganó el galardón a la mejor actriz con Madres paralelas (2021) en Venecia, donde La habitación de al lado (2024) se hizo con el León de Oro, máximo galardón del festival italiano. Tras esta película, que fue la Proyección Premio Donostia programada tras la gala dedicada el año pasado a Almodóvar, llegará Amarga navidad, actualmente en desarrollo y que será el vigésimo largometraje producido por Esther García para Pedro Almodóvar. También ha producido sus cortometrajes La voz humana (2020) y Extraña forma de vida (2023).

El Deseo se ha caracterizado siempre por dar oportunidad a cineastas en su día emergentes como Álex de la Iglesia, Isabel Coixet, Daniel Calparsoro, Mónica Laguna, Dunia Ayaso y Félix Sabroso o Belén Macías. Además, también ha apoyado las carreras de importantes nombres del cine iberoamericano como Guillermo del Toro, Lucrecia Martel, Damián Szifron, Pablo Trapero, Julia Solomonoff, Luis Ortega, Andrés Wood o Miguel Gonçalves Mendes. Entre sus últimas producciones destaca Sirāt (2025), con la que Oliver Laxe obtuvo el Premio del Jurado en Cannes.

Entre los numerosos galardones conseguidos por García se cuentan el Premio Nacional de Cinematografía, recogido en San Sebastián en 2018, el Fotogramas de Plata 2019 y seis Premios Goya: tres como directora de producción por Acción mutante (Álex de la Iglesia, 1993), Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar, 1999) y La vida secreta de las palabras (Isabel Coixet, 2005), y tres como productora por Volver (Pedro Almodóvar, 2006), Relatos salvajes (Damián Szifron, 2014) y Dolor y gloria (Pedro Almodóvar, 2019).

También se ha destacado por su compromiso feminista: es integrante de CIMA (Asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales), impulsó junto a un amplio grupo de realizadoras españolas el documental colectivo Yo decido. El tren de la libertad (Made in Spain, 2014) y produjo, entre otras, no ficciones como Con la pata quebrada (Made in Spain, 2013) y Manda huevos (Sección Oficial Proyecciones especiales, 2016), ambas dirigidas por Diego Galán, o El silencio de los otros (2018), de Almudena Carracedo y Robert Bahar.

Marisa Paredes, medio siglo de vínculo con el Festival de San Sebastián
Dotada de una singular elegancia y presencia escénica, Marisa Paredes (Madrid, 1946-2024) trabajó en más de 75 largometrajes durante una carrera repleta de personajes complejos y de gran fuerza dramática. Su carrera está asociada a directores como Fernando Trueba, Montxo Armendáriz, Jaime Chávarri, Agustí Villaronga y, sobre todo, Pedro Almodóvar, para quien trabajó en Entre tinieblas (1983), Tacones lejanos (1991), La flor de mi secreto (1995), Todo sobre mi madre (1999), Hable con ella (2002) y La piel que habito (2011). Fuera del ámbito español, Paredes también actuó a las órdenes de cineastas como los mexicanos Arturo Ripstein y Guillermo del Toro, el chileno Raúl Ruiz, el italiano Roberto Benigni y el portugués Manoel de Oliveira.
Forjada en el teatro y la televisión de los años 60 y 70, la actriz estableció un sólido vínculo con el Festival de San Sebastián desde que en 1977 visitó el certamen por vez primera como parte del elenco de El perro, un filme de Antonio Isasi-Isasmendi, que concursó en la Sección Oficial. Posteriormente visitó el certamen con Tras el cristal (Zabaltegi, 1986), de Agustí Villaronga; Mientras haya luz (New Directors, 1987), de Felipe Vega, y Trois vies et une seule mort (Tres vidas y una sola muerte, 1996), obra de Raúl Ruiz incluida en Perlak, igual que Profundo carmesí (1996), de Arturo Ripstein.
Con el director mexicano repitió en El coronel no tiene quien le escriba (Made in Spanish, 1999), a la que siguieron Salvajes (New Directors, 2001), de Carlos Molinero; El espinazo del diablo (Made in Spanish, 2001), de Guillermo del Toro; Una preciosa puesta de sol (Made in Spain, 2003), de Álvaro del Amo; Dans le rouge du couchant / Red Dusk (Crepúsculo rojo, Sección Oficial, 2003), de Edgardo Cozarinsky; Frío sol de invierno (New Directors, 2004), de Pablo Malo, y Reinas (Made in Spain, 2005), de Manuel Gómez Pereira.
En la segunda década del siglo XXI visitó San Sebastián con As linhas de torres (Zabaltegi-Especiales, 2012), de Raúl Ruiz y Valeria Sarmiento; Querido Fotogramas (Made in Spain, 2018), de Sergio Oksman, y Petra (Perlak, 2018), de Jaime Rosales. Su última participación en el Festival tuvo lugar el año pasado, meses antes de fallecer a los 78 años, cuando participó en Made in Spain como parte del reparto del documental Mucha mierda (2024), de Alba Sotorra.
Premio Nacional de Cinematografía en 1996, Goya de Honor en 2018 y presidenta de la Academia de Cine entre 2000 y 2003, Marisa Paredes fue una de las grandes damas del cine español y, como tal, sus paseos por la alfombra roja del Festival o sus apariciones en las galas fueron frecuentes. En 1994, por ejemplo, entregó la Concha de Plata al mejor actor a Javier Bardem, y cinco años después recogió en nombre de Almodóvar el Premio FIPRESCI para Todo sobre mi madre. También otorgó los Premios Donostia a Ben Gazzara en 2005 y a Liv Ullmann en 2007, y entre ambas ediciones, en 2006, su imagen quedó asociada de por vida al Festival al protagonizar el cartel de su 54ª edición, caracterizada como el personaje de Rita Hayworth en el clásico The Lady From Shangai (La dama de Shanghai, 1947), de Orson Welles.
Por tanto, tal y como ha señalado José Luis Rebordinos, será la segunda vez que Marisa Paredes protagonice el cartel del Festival. “En 2006 fue representada como La dama de Shanghai y ahora, 19 años después, en una imagen bellísima que nos recuerda su grandeza como actriz y como persona. Y todo ello en una edición en la que uno de los Premios Donostia será para una mujer igualmente talentosa y valiente con quien Marisa trabajó en varias ocasiones, Esther García, una productora sin la que no se puede entender el cine español y latinoamericano de los últimos 40 años. Por ambos motivos, por este cartel y por este galardón, no podemos estar hoy más felices”, ha concluido.

Recuperación de carteles de 1959 y 1971
El Festival de San Sebastián continúa alimentando su archivo histórico con nuevas incorporaciones a su fondo. Entre los carteles que faltaban por recuperar en condiciones óptimas figuraban los de 1959 y 1971, correspondientes a la séptima y decimonovena edición, respectivamente. El Festival ha adquirido ambos posters de colecciones privadas de Londres y Madrid, respectivamente, y los ha restaurado digitalmente tras haber superado la fase de conservación curativa e instalación.
El primero de los carteles es obra de Alfredo Tienda y se lanzó en la imprenta Valverde de San Sebastián en el año en que ganó la Concha de Oro The Nun’s Story (Historia de una monja, 1959), de Fred Zinnemann, y el segundo, creado por Navarro y editado en la imprenta madrileña Edicolor, es el de la edición en que triunfó Le genou de Claire (La rodilla de Claire, 1971), de Éric Rohmer.
