La actriz argentina Olivia Hussey, musa adolescente de Franco Zeffirelli en su inmortal versión de Romeo y Julieta (estrenada en 1968), murió el viernes 27 a los 73 años, víctima de cáncer. Había sufrido cáncer de mama en 2008 y volvió a manifestarse diez años después
“Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de Olivia Hussey Eisley, quien se fue en paz a su hogar rodeada de sus seres queridos el 27 de diciembre. Olivia era una persona extraordinaria cuya calidez, sabiduría y pura bondad conmovieron las vidas de todos los que la conocieron. … Olivia vivió una vida llena de pasión, amor y dedicación a las artes, la espiritualidad y la bondad hacia los animales”, se informó a través de sus redes sociales.
Nacida en Buenos Aires el 17 de abril de 1951, Hussey estudió arte dramático en Londres y comenzó su carrera en el teatro británico, así como en televisión y cine. Había llegado a Inglaterra con su madre, ya separada de su padre, el cantor de tangos Osvaldo Ribó, que se popularizó en la segunda mitad de la década del 40 integrando la orquesta de Ricardo Tanturi. Al comenzar la actividad artística, adoptó el apellido materno.
A los 15 años, el director Franco Zeffirelli la eligió para encarnar el rol protagónico de Romeo y Julieta, juntro con el también adolescente Leonard Whiting. Ganó un premio David di Donatello y un Globo de Oro por su actuación en la película. La popularidad obtenida por la película fue tal que el gobierno del dictador Juan Carlos Onganía la invitó a la Argentina. Fue la última vez que vio a su padre y solo aceptó verlo por curiosidad.
Sus trabajos posteriores en Hollywood, el Reino Unido y proyectos internacionales incluyen la serie de televisión Jesús de Nazaret, de Zeffirelli (interpretó a María); Muerte en el Nilo (1978, dirigida y protagoniozada por el gran actor soviético Peter Ustinov) o la serie y la película para televisión sobre la Madre Teresa (2003).
Protagonizó uno de los títulos pioneros del slasher: Black Christmas, de Bob Clark, estrenado en la Argentina como La residencia macabra en 1975, tres años antes de Noche de brujas, la obra maestra del (sub)género, de John Carpenter.
En 2018, le dijo a Variety que Zeffirelli filmó las escenas de desnudos con buen gusto y «era necesario para la película». Pero en 2022 ambos actores demandaron a Paramount por explotarlas sexualmente y distribuir imágenes de desnudos. «No fue algo que jamás acepté hacer. Simplemente lo hice porque sentí que no podía decir que no», dijo en el momento de la demanda, que fue desestimada dos veces.
Cuiriosamente, trabajó como «actor de voz» en los videojuegos Star Wars: Rogue Squadron y Star Wars: The Old Republic.