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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Hernán Moyano, creador de «Terror»: «Busco darle un marco profesional a lo que hago habitualmente, que es conectar gente y difundir el género»

Hernán Moyano creó el proyecto Terror, con el objetivo de desarrollar y promover festivales de cine de terror y fantasía en territorios latinoamericanos donde la visibilidad de estos géneros aún es escasa.

Entre Moyano –director, productor, guionista y director del festival Gritos en el Planetario- y la productora de festivales de cine Michelle Jacques-Toriglia se embarcaron en la tarea de llevar del cine de género a nuevas audiencias, abriendo espacios para la apreciación y discusión de producciones que muchas veces no encuentran su lugar en los circuitos tradicionales de festivales.

-¿Por qué Terror? ¿Qué tiene que ver con tu historia?

Este es un proyecto que busca seguir promoviendo lo que me ha tenido ocupado gran parte de mi vida, que es el cine de terror en Argentina y Latinoamérica. Vengo colaborando desde principios de los 2000 con festivales latinoamericanos. ¡Vi aparecer a casi todos los festivales de cine de género en Latinoamérica! El primero en el que contribuí fue el de Puerto Rico. Era su representante en el Cono Sur. Recibía películas y cortometrajes para el festival.

Ese esquema se fue repitiendo con otros festivales como el de Santiago Horror, con el que continúo colaborando. También estuve desde la primera edición en el de Terror Córdoba.

Casi naturalmente cumplo esa tarea de tratar de vincular gente: directores de festivales con las películas; distribuidores que me piden recomendaciones de nuevas películas de género que se están produciendo y que por ahí no saben que existen.

Así nació el sitio Cine de género latinoamericano: para visibilizar esas producciones y que sea más fácil tanto para directores de festivales como para distribuidores, agentes de venta y productores.

-¿Cómo está planteado Terror?

Tiene mucho que ver con darle un marco más profesional a esto que hago habitualmente, que es conectar gente. Estando en el Festival Cine en Grande en Tierra del Fuego, lo primero que me surgió fue fascinarme por estar en el fin del mundo. Me pregunté cómo puede ser que no haya un Festival de Cine de terror allí. Incluso se me ocurrió que tenía que llamarse “Terror en el fin del mundo”. Lo charlé con Michelle Jacques-Toriglia, amiga, productora en Gritos en el Planetario y productora y programadora de mil festivales. Ahí mismo surgió la idea de que si hacemos un festival en el fin del mundo debería haber otro en el polo opuesto. Se me ocurrió Jujuy: si este es “Terror en el fin del mundo”, el otro sería el “Terror en las alturas”.

Inmediatamente después se me ocurrió que esto mismo se puede replicar en otros lugares. Porque el siempre el eje conductor es el terror, que es lo que no cambia nunca. Eso permite llevar el terror a todos lados, casi como una cuestión itinerante.

-¿Qué escenario observás en América Latina con relación al cine de género, fantástico y de terror?

Hoy todos los ojos del mundo están puestos en Latinoamérica, a nivel género de terror. Una de las buenas cosas que pasó con Cuando acecha la maldad fue que además de romper la taquilla en la Argentina, permitió demostrar que hay talentos como Demian Rugna -y muchos otros- a la altura de cualquier realizador extranjero-foráneo. Y que le pueden dar una impronta local y muy particular al cine de terror. Hay muchas buenas ideas para lo que representa el cine de género. Y están en Latinoamérica.

-¿Por qué lo decís?

Porque lo que vemos en el mundo es repetición, ya como hartazgo, con las precuelas, secuela, spinoff y esas cosas que marcan que ya no hay ideas.

En Latinoamérica, como todos los que hemos empezado a trabajar en el género hace veintipico de años, tuvimos que aguzar nuestro ingenio y potenciarlo. La realidad es que vivimos, con el variopinto de nuestras culturas, leyendas, los mitos y la literatura, hace que tengamos muchas historias por contar que no se parecen a ninguna.

Entonces actualmente los ojos del mundo están puestos acá. México es el principal consumidor de cine de terror del mundo. Aunque mucha gente crea que es Estados Unidos, no: los principales consumidores de terror hablan nuestro idioma. Eso también es un elemento para tener muy en cuenta. El conglomerado latino en Estados Unidos cada vez es más potente y tiene dinero para gastar en entretenimiento. Nuestras películas tienen público.

-¿Qué objetivos tenés con Terror?

En octubre se van a cumplir 20 años del estreno de nuestra ópera prima Habitaciones para turistas. Estamos pensando en hacer un reestreno, porque en esa época se veía en el Buenos Aires Rojo Sangre y casi en ningún otro lado: no teníamos dónde mandarla. Desde ese panorama, donde no teníamos festivales, casi todos los países de Latinoamérica tienen el suyo. El objetivo es crear uno donde no hay y potenciar a los que están: ahora estoy organizando, sobre la base de este proyecto de terror, crear Terror en la Madre de Ciudades, lo que será el festival de cine de Asunción, en Paraguay. Se realizará en octubre. Mientras, hay países como Brasil y México que tienen un montón.

-¿Qué ocurre en Argentina y específicamente con Gritos en el Planetario, el festival que generaste vos en la Ciudad de La Plata?

Argentina tiene muchos festivales y la tendencia es creciente. En cuanto a Gritos en el Planetario, por suerte el ciclo explota. El formato fideliza al público: durante todo el año tenemos el domo explotado. La tercera edición del festival se realizará del 1 al 3 de noviembre. Lo hacemos el festival para mostrar películas latinoamericanas, que es un poco el gran chiste. Me encanta ver El exorcista o La profecía, pero también quiero que vean El exorcismo de Dios o Cuando acecha la maldad.

Terror dio su primer paso con un ciclo en Rosario. ¿Qué pasó allí?

Allí están Luciano Redigonda y Gustavo Escalante, amigos y programadores del Festival Latinoamericano de Rosario, que es uno de los más clásicos que tenemos y que este año se vuelve a hacer. Dejó de hacerse cuando hubo cambios en lo que era el Centro Audiovisual de Rosario, un faro en lo que tenía que ver con gestión cultural para todo el país. Por suerte se está acomodando eso y la gran videoteca que tenía el Centro Audiovisual ahora está protegida.

El centro ahora funciona en el Centro Cultural Cine Lumière, que es un cine también muy clásico, como los que crecimos visitando cuando éramos chicos. Luciano y Gustavo se acercaron y que programara cine de terror argentino en julio, justo cuando pensábamos lanzar este servicio.

Para octubre tenemos programado todo un mes de cine de terror latinoamericano, otra vez en Rosario. Pero será con el cine de género latinoamericano. Ese mismo mes tenemos proyectado el Madre de Ciudades en Asunción. Y entre septiembre u octubre armaremos el ciclo Terror en el fin del mundo en Río Grande.

-¿Cómo contactarse con Terror?

A través de las redes sociales Festivales de terror. Todo se engloba allí, porque es lo primero que busca la gente cuando se mete a un buscador. También pueden escribir a festivalesdeterror@gmail.com para decirnos que quieren que el terror llegue a nuestro territorio, ciudad, país… ¡donde sea!

Julia Montesoro

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