En 2025, el gobierno de Brasil volcará unos 300 millones de dólares al sector audiovisual local. El anuncio fue formulado por el presidente Luiz da Silva en el acto de celebración del Día del Cine Brasileño –que se llevó a cabo el miércoles 19-, oportunidad en la que firmó el decreto que oficializa la cuota de pantalla en cines locales sancionada en enero y que establece por diez años más la exigencia de exhibición comercial de películas realizadas en Brasil.
El mandatario se presentó en los Estudios Quanta de Río de Janeiro junto con la ministra de Cultura Margareth Menezes para realizar el anuncio. “Este 2024 es el año de la cosecha. Y todavía tenemos cinco meses por delante. Vamos a reconstruir paso a paso y transformar la cultura brasileña en una industria poderosa”, expresó el primer mandatario.
Los fondos al sector serán provistos a través de una nueva línea de crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que retoma el apoyo a la industria audiovisual a través del lanzamiento del Programa Audiovisual BNDES FSA.
La nueva línea de crédito, elaborada en conjunto con el Ministerio de Cultura y Ancine, forma parte de un conjunto más amplio de acciones del Gobierno Federal para promover el desarrollo del sector audiovisual en el país. El objetivo del programa es inducir inversiones y potenciar el mercado crediticio para el sector audiovisual, centrándose en los principales cuellos de botella de producción y exhibición, como la infraestructura audiovisual, la innovación y la accesibilidad, así como fortalecer el negocio en todos los eslabones de la cadena.
BNDES ofrecerá tres tipos de crédito: para proyectos de Infraestructura (financiando la adquisición, implementación y expansión de activos de infraestructura de empresas); para proyectos de Innovación y Accesibilidad (financiar inversiones en innovación o accesibilidad) y para contenidos y comercialización (financiamiento de planes de negocios para fortalecer empresas, con foco en el desarrollo, producción, comercialización e internacionalización de contenidos audiovisuales brasileños, incluidos juegos electrónicos, además de capacitación de empresas y profesionales).
Según las autoridades de Cultura, el año que pasó marcó la reactivación de la actividad, ya que desde el sector público se invirtieron unos 240 millones de dólares en la producción de contenidos nacionales; además de un monto récord de cerca de 40 millones de dólares en coproducciones internacionales distribuido en 476 proyectos de 47 países.
“El gobierno tampoco tiene que ser el patrocinador de todo, sino un inductor que habilite condiciones para que los profesionales de la cultura tengan acceso a recursos. El empresariado también debe tener la postura de financiar películas y creer que recibirá ganancias. Aquí nadie quiere favores de nadie”, expresó Da Silva.