Sofía, de Olivia Nuss, fue la gran ganadora del 36º Festival La Mujer y el Cine, que finalizó el 5 de mayo: ganó el premio Una Cierta Mirada al Mejor Cortometraje de la muestra; el premio Cinema de Femmes, que le permitirá competir en Francia y el Premio de la Asociación de Directores de Fotografía.
El cortometraje cuenta la historia de Sofía, una joven de 17 años, que se debate con la abrumadora responsabilidad de cuidar a su padre enfermo terminal.
Olivia Nuss, realizadora egresada de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica y actriz, anteriormente había dirigido el corto El muro de las constelaciones (2020), que durante la pandemia participó de Cinema de Femmes.
-¿Cómo surgió la idea de Sofía?
Es nuestra tesis de la ENERC, facultad pública gratuita y federal que depende del INCAA. Ahí curso la carrera de realización. Es nuestro proyecto final, con un equipo que está compuesto por una persona de cada carrera. Si bien estábamos enmarcados en esa tarea, teníamos muchas ganas de poder llevarlo un poco más allá que un simple ejercicio de la facultad.
El corto surgió de la idea de grabar en exteriores. Veníamos haciendo trabajos en interiores, menos realistas y más oníricos. Nos propusimos probar otro estilo: algo más naturalista y urbano.
Los abuelos de nuestra guionista, Camila Belén López, vivieron toda su vida en Villa Lugano, en Lugano 1 y 2. Desde allí empezamos juntas a pensar la historia de Sofía. La idea era que fuera una historia dentro de una de esas ventanitas que hay en esa gran ciudad que es Villa Lugano. Una historia pequeña dentro de toda esa gente que compone ese lugar.
-¿Qué historia encontraron para contar?
Sofía cuenta el paso a la adultez y ese momento complejo de la adolescencia, donde todavía uno es chico pero a la vez aparecen ciertas responsabilidades. En el caso de ella es cuidar a su padre enfermo.
También cuenta qué genera en una persona tener que asumir responsabilidades que no quiere, no está preparado o que no deberían ser tomadas por alguien tan pequeño. Y a la vez aparece la relación padre e hija. Y también la contención del barrio: ella, que parece estar tan sola a la vez está muy contenida por los vecinos y por las dinámicas de ese barrio.
-¿A instancias de quién llegó el corto a La Mujer y el Cine?
No habíamos participado antes, pero es interesante saber que la ENERC tiene su propia distribución de los cortometrajes que se crean en la escuela.
Michelle Petit de Meurville era muy importante en la escuela: a través de ella se distribuían los cortos que se generan, algo muy importante porque es la forma de salir un poco al mundo.
Este año despidieron a Michelle, como a muchas otras personas de la escuela. Y nos enteramos de que entramos al festival por otros compañeros que vieron la programación y se dieron cuenta. A nosotros no nos había llegado la comunicación porque lamentablemente esa área de la escuela se desfinanció.
Fue un gran esfuerzo de otros trabajadores de la escuela, quienes nos ayudaron a poder seguir llevando a cabo la distribución de Sofía. Y también fue un lindo reconocimiento porque nos ayudó a todos a entender la importancia de ese rol en la escuela. Es una lástima de que todo eso se esté desfinanciando.
-Volvamos al momento en que anunciaron que había ganado el premio más importante del Festival de la Mujer y el Cine. ¿Qué te pasó?
No lo esperábamos. Para nosotros ya era un premio enorme estar en ese festival. Estábamos muy contentos con nuestro equipo de que eso hubiera pasado. Sinceramente me olvidé de la posibilidad de ganar algo.
Cuando nos contactaron, pidieron que extendiéramos la invitación de la ceremonia a nuestra ADF Marina Ramírez. Ahí pensé que quizá ella ganaría un premio a la mejor dirección de fotografía. Fui a la ceremonia para acompañarla, pero sin esperar ninguna otra mención.
Primero ganamos el Premio Cinema de Femmes. Fue una sorpresa tan grande que nos relajamos. Cuando nos nombraron como mejor película nos quedaron tan sorprendidos que les tuve que decir a mis amigos que nos habían nombrado (Risas).
La sensación es de agradecimiento y de estímulo para que sigamos haciendo lo que tenemos ganas de hacer y lo que contamos. Lamentablemente hoy hacer cine es un acto de mucho coraje también, de mucha valentía y de poner mucho de nosotros.
-Entre los agradecimientos mencionaste a la ENERC. ¿Qué representa la escuela pública?
Principalmente significa la posibilidad y oportunidad. Negar esas oportunidades a la gente me parece uno de los actos más terribles que hay porque es perpetuar las injusticias. En cierto punto, la educación pública es también la posibilidad de que un país tenga su propia voz. Poder entender que las ideas, las historias, están en la cabeza de todos. Pero necesitamos esa oportunidad y esa ventana para poder expresarlas y entenderlas.
-Sofía fue seleccionado para Cinema des Femmes. Viene la premiere internacional. ¿Qué recorrido imaginás para el corto?
Lo que le está ocurriendo a Sofía y lo que va a venir ya es un premio. Algo muy hermoso que no esperábamos. Este premio nos dio la sensación de que está bueno que mostremos esto. Que otros puedan ver lo que queremos contar. Ahora estamos en el proceso de intentar que se restablezca esa área de distribución de la ENERC para que acompañen el corto a nivel nacional e internacional.
-Además de directora sos actriz. Protagonizaste Cromañon, serie que seguramente se estrenará a fin de año en streaming, dirigida por Fabiana Tiscornia. ¿Sos como directora de la misma manera que fue ella con vos?
Sí, así es. No podría ser actriz sin ser directora ni directora sin ser actriz. Cuando era chica estudié mucha actuación en escuelas de teatro, pero después decidí entrar a la escuela de cine. Pensaba que eso implicaba dejar la actuación. Pero la carrera de cine fue mi mejor escuela de actuación.
Cromañón es lo primero que hice profesionalmente. Estando ahí entendí que todas las herramientas que tenía las había como terminado de sellar estando detrás de cámara. De hecho, muchas de las cosas que aprendí en Cromañón las aplicamos con Trinidad Abreu, quien interpreta a Sofía en nuestro corto. Actuar y dirigir son dos roles que se retroalimentan.
Julia Montesoro