El cineasta y fotógrafo Aldo Paparella murió a los 66 años, según comunicó el Museo del Cine Pablo Cristian Ducrós Hicken en sus redes sociales en la tarde del lunes 6. El estreno de su cortometraje Contemplación en el recientemente terminado BAFICI fue su piadosa y profética despedida. El mismo consistía en el diario personal de un director de cine que sufre una contusión craneana que deja al descubierto la existencia de un tumor cerebral. Frente a esta realidad decide canalizar la desesperación filmando una película sobre su experiencia. Una película sobre el despojamiento, en definitiva.
“El diario personal como forma de intentar entender una enfermedad y de pararse ante las dificultades del momento en que se está. El diario personal como forma de tomar distancia creativa, de observar con una mirada distinta una vida que se volvió otra, probablemente más agónica y más consciente. Con valentía y aplomo, y una remera de Iron Man, Aldo Paparella pone el cuerpo y cuenta sobre ruinas diversas mientras se mueve y se comunica a pesar de todas las dificultades, mientras sigue reflexionando con lucidez y sigue practicando el arte y el oficio del cine, ese que supo transmitir a muchos durante mucho tiempo”, definió Javier Porta Fouz, el director del Festival que eligió Paparella para su mensaje póstumo.
Nacido en Buenos Aires en 1958, Paparella era hijo del renombrado pintor y escultor de su mismo nombre, nacido en Italia en 1920 y radicado en la Argentina, donde murió a los 57 años.
Estudió cine en el CERC, la escuela del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales devenida en ENERC. En 1989 obtuvo la Beca de la Fundación Antorchas y la Beca Internacional del Fondo Nacional de las Artes. Desarrolló su actividad docente en instituciones terciarias y en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Tras dirigir el mediometraje Los Sabuesos de Sofócles, tuvo su primera experiencia en el largometraje en 2004 con Hoteles, en la que participaron Noemí Anaya, Anahí Juárez y Carla Bandirali. En 2013 estrenó Olvídame, que contó con Antonella Costa y Gonzalo Valenzuela en los roles centrales.
“Fue fundador y director en 1990 de la escuela de cine Cievyc, que tuvo entre sus docentes a Martin Rejtman, Gustavo Fontan y Claudio Caldini, y participó en emprendimientos editoriales como la revista Film, publicada entre 1993 y 1998, que fue una pieza importante en la renovación de la crítica de cine local y de la pionera serie de monografías dedicadas en 2010 al Nuevo Cine Argentino. En la década del 80 fue responsable de la Cineteca de nuestro Museo”, lo despidió el Museo del Cine a través de sus redes sociales.
Paparella también publicó los libros de fotografía Futuramic, Abducción, Esperatrix, Androide, Espectros y El jardín del Diablo.
Dejó trunco el proyecto de largometraje El hombre de Marte.