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Todo el cine y la producción audiovisual argentina en un solo sitio

DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Tres documentales jujeños integran la Competencia Internacional del Festival de las Alturas, que continúa hasta el sábado 13

El Ciar del Río, de Renán Aparicio; Wacay, mujeres del Tabacal, de Belén Revollo y Zapla, Los Hijos del Óxido, de Hernán Paganini, son las tres películas jujeñas que participan en la Competencia Internacional de Largometraje Documental de la 9ª edición del Festival de Cine de las Alturas que se celebra hasta el sábado 13 y es organizado por el Gobierno de Jujuy a través del Instituto de Artes Audiovisuales de Jujuy (IAAJ).

El Ciar del Río, Renán Aparicio, es un documental que atraviesa la vida de un kayakista qie se adentra por la cuenca del Río Bermejo en un viaje introspectivo, siguiendo la ruta de navegación de un viejo explorador. Wacay, mujeres del Tabacal, de Belén Revollo, es un filme en el que cinco mujeres en una plantación tabacalera nos guían en el recorrido de la dura jornada rural. Mientras trabajan, comparten sus vidas. Pero ellas también tienen secretos e historias olvidadas. Zapla, los Hijos del Óxido, de Hernan Paganini, narra cómo Altos Hornos Zapla fue la puesta en marcha del proyecto industrial y el adiestramiento de sus habitantes al “hombre moderno” que el país demandaba. Pero luego del esplendor, el metal transmutó en herrumbre y de sus ruinas nacieron los hijos del óxido.

GPS Audiovisual dialogó con los tres directores sobre la importancia del Festival, sus expectativas y la importancia del rol del Estado en las producciones audiovisuales.

-¿Qué expectativas tienen por representar a la provincia y al país en la competencia?

Revollo: tomamos la decisión de aguardar el estreno de la película para el festival porque nos interesa que quienes fueron parte de la película puedan ser lxs primerxs en verla. El compromiso sucede con el público que se acerca a la sala, pero siempre parte del respeto y la veracidad con que se cuenta la vida de otras personas. El espacio en el festival es una valiosa pantalla que hay que sostener para poder dar viabilidad a la producción jujeña que ha crecido fuertemente. Elegir volver a Jujuy, quedarnos a trabajar aquí en nuestra provincia es toda una apuesta al desarrollo audiovisual y cinematográfico en la región.

Aparicio: Mis expectativas es que le guste la película a la gente y que quiera verla. Sobre todo que se hable de la película y del río Bermejo.  De todas las veces que participe en el Festival es la primera vez que estoy dentro de esta competencia, lo cual me da satisfacción porque demuestra un crecimiento profesional. Estoy muy agradecido por la oportunidad y, además, es el estreno argentino del film y también juego de local.

Paganini: Es una cuestión muy importante participar del festival con el documental porque también tiene una fuerte carga regional y local. Habla de la industria siderúrgica de Zapla, que toca mucho a mucha gente de acá. Es una fábrica con un peso histórico muy importante, es la primera siderúrgica que se arma en el país. Hay muchas personas ligadas, con su historia, ya sea por padres que han trabajado ahí, abuelos o algún vínculo.

Wacay, mujeres del Tabacal

-¿Qué los impulsó a hacer los documentales?

Revollo: Cuando era niña vivía en un lugar rodeado de fincas tabacaleras. Eso para los varones era sinónimo de aventura, pero para las chicas era territorio prohibido, sinónimo de peligro. Al crecer comencé a acercarme y conocer trabajadorxs rurales. Me di cuenta de que, como en muchos lugares, la vida y el trabajo de las mujeres era invisibilizado, muchas veces incluso no considerado trabajo sino solo complemento de la labor de los hombres. Quise contarlo, o más bien, que las mujeres que vivían su vida como trabajadoras rurales pudieran contar eso.

Hace años hubo unos talleres de capacitación a clasificadores de tabaco. Allí pude conocer historias de vida que realmente son impactantes. Me fui dándome cuenta con el tiempo que la historia de cada una de estas mujeres era representativa de muchas otras en este ámbito. Ese hecho a mí parecer merece un tratamiento, un análisis.

Paganini: Yo soy de Palpalá, un pueblito en el que estaba los Altos Hornos Zapla, el que se funda a partir del nacimiento de la industria de Zapla. Es una historia muy ligada a la mayoría de los habitantes, una ciudad que hoy tiene 40 mil habitantes.  La génesis (del pueblo) está ligado a la explotación del hierro, lo que significó una transformación muy importante en la vida de mucha gente. Nací en 1988, previo a la privatización en 1992.

Mi generación vivió toda la decadencia de la ciudad, de la vida cotidiana, cómo todo se fue viniendo abajo. De ahí viene la cuestión de “Los hijos del óxido”. Es un tema que siempre estuvo muy presente. A mí me resultó muy, muy fuerte y movilizante, pero creo la idea se mantuvo bastante en líneas generales.

Zapla, Los Hijos del Óxido

-¿Se fue modificando el eje principal o el objetivo inicial del documental en el curso del rodaje?

Revollo: Algo hermoso que sucede en el documental es su capacidad de metamorfosis, ¡siempre puede sorprenderte en el proceso! Sí, hubo cambios, pero no creo que modificaron el eje. Filmamos en pandemia y eso dificultó algunas cosas. Eso hizo que tuviésemos que replantear no solo el rodaje y dividirlo en muchas otras fincas, en distintas partes de la provincia, sino que debimos con rapidez generar los vínculos necesarios para poder filmar en la época de cosecha planificada, que sucede solo en el verano. Lo que más me sorprendió fue el amor, la ternura, la dureza y la resiliencia en las personas que fui conociendo. El deseo de hablar, contar y ser escuchadas.

Aparicio: Se fue modificando porque esta idea comenzó en 2016. La película la terminé a comienzos del 2023. ¡Imaginate todo el tiempo que pasó y cómo fue cambiando! Comenzó con el objetivo de filmar un documental en el Río y, a través del montaje, fue tomando otro vuelo, cambiando y buscando tener una película.

Las personas que aprecian al río son los pescadores y lo que viven de él, con su barcito y sus pequeñas cosas para vender pescado. Ellos le dan su valor agregado, pero siento que la sociedad le da la espalda a estos ríos. ¡Eso me sorprende! Será que uno se enamora los ríos cuando los empezás a investigar y conocer.

El Ciar del Río

En momentos donde se debate el rol del Estado en las producciones audiovisuales ¿cuál es tu opinión o postura al respecto? ¿Qué rol debe tener el Estado?

Revollo: El mercado tiende a homogeneizar las historias y los relatos, dejando de lado los procesos creativos. Tratan de unificar los idiomas, una especie de «latino neutro», que no tiene nada de neutro, o salen biopics en serie. Para que la rueda de trabajo se siga moviendo está bien que se produzca constantemente, pero lo interesante está en la variedad. Y en eso el rol del Estado es fundamental para impulsar el desarrollo de una industria que pueda distinguirse de otras, lo cual genera cientos de puestos de trabajo en áreas diversas. ¿Cómo podríamos contar nuestras historias, con nuestra mirada, nuestra forma de hablar y conocer sin las herramientas que genera el mismo cine argentino, con una Ley modelo? El INCAA es fundamental para ello.

Aparicio: Es fundamental del Estado y el rol de nuestro Instituto de Cine Nacional porque el INCAA es una marca país. Cuando vos buscás coproducciones afuera, como por ejemplo con Estados Unidos, España o con cualquier país, siempre tener el apoyo del INCAA da una seriedad al proyecto audiovisual que se va encarar. Para mí es importante, y también es vital que el Estado y el INCAA regulen la actividad porque genera trabajo indirectamente. Crea un impacto y eso es algo positivo, no solamente para la rama del audiovisual, sino para el turismo, gastronomía, hotelería, etc.

Paganini: Este documental (Zapla, los Hijos del Óxido) es el primer largometraje que se hace con un equipo técnico en el que todos somos egresados de la sede NOA de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC). Que existan los fomentos nos da la posibilidad de federalizar un poco, porque sino los relatos tienen una mirada muy centralista. Por otra parte, creo que si caemos en una mirada mercantilista del cine, y no desde el valor cultural que tiene, probablemente se pierda mucho nuestro acervo cultural.

Claudio Marazzita

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