Cecilia Roth recibió el Reconocimiento a la Trayectoria en la inauguración de la 19ª edición del Santiago Festival Internacional de Cine (SANFIC19) de Chile, que se lleva a cabo hasta el domingo 27.
Como parte de las actividades gratuitas de SANFIC19 se realizó el martes 22 un encuentro con el público junto a la galardonada actriz argentina en la Sala CEINA del Centro Arte Alameda. Esa misma noche se exhibió su más reciente producción, Conversaciones sobre el odio, dirigida por Vera Fogwill y aun inédita en la Argentina, que participa en la Competencia Internacional. La actriz también participó de un encuentro en la Embajada de Argentina en Chile
En el marco del encuentro con el público, respondió acerca del rol que tienen los Estados en el desarrollo de la industria audiovisual: “Lamentablemente, por varios factores, entre ellos el económico incluso, los gobiernos, los Estados de casi toda Latinoamérica, después de haber apoyado muchísimo la cultura y el cine en particular también, están dejando de hacerlo de la manera que lo hacían –detalló-. Yo creo que el rol del Estado es apoyar la cultura, básicamente. La cultura es nuestra identidad y lo que exportamos al mundo. Si eso, como dicen algunos personajes políticos, no reditúa económicamente, pues no reditúa económicamente claro. Reditúa de otra manera mucho más importante que es tener un pie en el mundo. Es nuestra manera de exponernos, abierta y sensiblemente, al mundo”.
En otro tramo de la conversación, sostuvo: “Creo que el rol del Estado tendría que ser mucho más presente y mucho más activo en relación con lo económico. Lo que pasa es que, pareciera que… claro, hay hambre, hay hambre. Yo creo que de cine también hay hambre y de cultura también. En los países en los cuales la cultura se va degradando, para mi entender, dejan de ser ellos mismos y empiezan a globalizarse en el peor sentido de la palabra. Todas las películas empiezan a parecerse y solamente las grandes productoras pueden hacer”.
Con relación a Conversaciones sobre el odio, expresó: “El guion era maravilloso. Es la historia de dos mujeres, una relación tóxica pero profundamente amorosa. Después de una década de separación, se reencuentran, sacando a la luz lo que a menudo queda sin decir: los pensamientos, fantasías y deseos que las mujeres y los hombres albergan pero nunca comparten”.
Cuando se le preguntó sobre sus criterios para seleccionar roles, la actriz emblemática del cine de Pedro Almodóvar y de Adolfo Aristarain puntualizó: “Elegir roles es complejo, aparentemente fácil pero lejos de serlo. Leo la narrativa y examino cómo la visión del director se alinea con ella. Evalúo si el personaje contribuye a la narración o si es superfluo. Una película es un relato, una narrativa, no solo personajes dispersos. Me atraen los personajes que evolucionan a medida que avanza la película, aquellos moldeados por los eventos en desarrollo”.