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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Paula de Luque estrenó la serie «Las bellas almas de los verdugos»: «No intenté hacer una biopic de Rodolfo Walsh: me encanta hacer ficción»

Paula de Luque estrenó Las bellas almas de los verdugos, serie de ocho episodios de 26 minutos cada uno protagonizada por Diego Cremonesi, Vera Spinetta y Carla Pandolfi, que se emite los viernes a las 23 hs. en la TV Pública.

Con guion de Bruno Luciani y Paula de Luque basado en una obra de Marcelo Figueras, trata sobre la vida del autor de Operación Masacre antes de convertirse en el célebre escritor. La historia se ubica en 1956, cuando un joven escritor de policiales se convertirá en testigo involuntario de un levantamiento contra la dictadura. Al poco tiempo, Rodolfo recibirá la noticia que existen sobrevivientes de esa masacre, decidiéndose a iniciar una ardua investigación.

-¿De dónde surge Las bellas almas de los verdugos?

Está basada en la vida de Rodolfo Walsh, pero no es su vida. Si no, tendríamos que estar hablando de un documental de investigación y todos los hechos deberían ser comprobables y los actores ser parecidos. No es el modo que yo trabajo. No es tampoco una adaptación de Operación Masacre ni de Negro corazón del crimen, el libro de Marcelo Figueras que también toca el tema.

Es una adaptación libre mía, donde nadie menciona la palabra Rodolfo Walsh. Por supuesto, está basada en aquel periodista que cuando le dicen que hay un fusilado que vive, cambia la historia del periodismo en la Argentina.

-¿Qué aspectos de la realidad se cruzan en la vida de este personaje?

Mi personaje es un escritor a quien no le interesa para nada la política: está fuera de eso, le molesta. Es 1955: hay un golpe de estado muy violento, muy cruento, con la Plaza de Mayo bombardeada y miles de muertos que hace el ejército para derrocar a (Juan Domingo) Perón. De hecho lo derrocan, aunque el propósito era matarlo. Asume un gobierno de facto y el 3 de junio del año siguiente hay un intento de levantamiento dentro del propio ejército en contra del entonces presidente, (José Pedro) Aramburu, a favor de Perón. Recordemos que era militar; por lo tanto tenía sus adeptos dentro del ejército. Ese intento de levantamiento y alzamiento dentro del ejército es derribado, aplastado. Fracasa y fusilan a uno de los responsables, (Juan José) Valle. Pero no encuentran a (Raúl) Tanco, uno de los militares responsables. Hacen una En ese contexto, alguien le dice a Walsh que uno de esos fusilados está vivo. Walsh estaba (y mi personaje también) en un momento de la vida en que quería hacer una novela importante que lo consagrara. Pero no tenía inspiración para esa novela. Por eso, cuando escucha que hay un fusilado que vive no puede parar de pensar en eso y se pone a escribir. En la realidad, culmina con el libro Operación Masacre, su primera no ficción. Tanto Walsh como mi personaje encuentran en ese libro otra historia: es el libro que los lleva a la inmortalidad, a la consagración. Pero también a la muerte, porque en ese pacto de decir la verdad el personaje se compromete. Y la obra misma lo va modificando a él y su punto de vista sobre aquello que escribe. Esa investigación va haciéndolo cambiar de punto de vista. La serie va por allí.

-¿La serie está inspirada entonces en esa historia real y en esos episodios históricos?

…Y también está inspirada en conjeturas mías, en mi propia vida. No intento hacer una biopic de Rodolfo Walsh, me interesa recrear los acontecimientos.

-¿Qué representa para vos Rodolfo Walsh?

A mí me encanta hacer ficción, y me encanta exhibirla y que abra un debate. Ese es mi oficio o como le llamemos a esto de hacer cine. Yo insisto con que es cine en fascículos. Por lo menos, así intenté hacerla, con un lenguaje cinematográfico. Es lo que me apasiona. Sé que si la sigo mirando le quiero cambiar cosas (risas), pero estoy contenta con el resultado.

-¿Lo pensaste como serie desde su origen?

En 2016 convoqué a Marcelo Figueras para escribir una primera versión de un libro cinematográfico bajo mi mirada. Habíamos tenido la idea de hacer esta película con mi productor, Marcelo Schapces. La película no se pudo filmar, pero Figueras al mismo tiempo sí pudo publicar una novela.

-Hasta que apareció la oportunidad del concurso para series convocado por Renacer Audiovisual…

Teníamos la pulsión de contar la historia. Son ocho episodios de un poco menos de media hora: una película de casi cuatro horas. Es contrafáctico pensar cómo hubiera sido hacer una película. La puedo reeditar y convertirla en una película más adelante, pero lo cierto es que las series tienen más líneas de relato de una película.

-¿Cómo determinaste que Diego Cremonesi fuese el protagonista?

Me gusta mucho. Lo vengo siguiendo y me parece que es su gran protagónico. Tiene muchísimo talento, muchísima sensibilidad. Yo no busco parecidos sino actores grosos, sensibles, que puedan interpretar e internalizar el espíritu de un personaje, porque eso después imprime en el cuerpo. Pero acá no hay imitaciones, sino talento. Igual que Vera Spinetta y que Carla Pandolfi, que son los protagonistas. Y que el resto del elenco, que asumió su compromiso con la historia y con la ficción nacional.

Julia Montesoro

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