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DIRECCION EJECUTIVA: JULIA MONTESORO

Martina Garello rueda «Auxilio» con Tamae Garateguy: «Me gusta trabajar desde la improvisación»

Martina Garello es una de las protagonistas de la primera película de terror de Tamae Garateguy, Auxilio, que tiene un elenco coral, con la participación de Cumelen Sanz, la colombiana Marcela Benjumea, Paula Carruega, Camila Toker, Verónica Intile, Anahí Martella y Gabi Valenti.

Martina Garello y Tamae Garateguy conforman un curioso caso simbiótico de actriz y cineasta que pueden abordar un abanico de géneros: juntas trabajaron en una comedia (Upa 2!); un drama erótico (Hasta que me desates) y un policial (10 palomas).  

-A esta altura se puede pensar que Tamae Garateguy no comienza un proyecto sin convocarte a vos. En Auxilio. ¿cómo te dijo que tenía este proyecto?

Es una colaboración muy especial y me gustó la propuesta apenas la vi. Me propuso participar de una película de terror donde hay monjas, locas y fantasmas. Y es la primera vez que hago de monja: soy la hermana Rita. La historia transcurre en 1930, en el contexto sociopolítico del primer golpe militar.

Rodaje de «Auxilio».

-¿Por qué una monja?

Por su diversidad de matices. Por un lado es muy dulce y muy devocional, pero a la vez tiene una gran fuerza física y se dedica a actividades dentro del convento. Allí debe sobrellevar momentos muy duros. Todos los personajes, en algún momento, alzan la voz. Son voces de mujeres que deben soportar y callar: de María Magdalena para acá, las mujeres han sido silenciadas.

-¿Qué encontraste en Auxilio como desafío interpretativo?

El terror de por sí tiene condiciones muy duras que tiene que ver con lo físico: en algún momento tiene que haber sangre, hace frío, la locación es un lugar abandonado, son jornadas largas. El desafío es encontrar en el mundo religioso de este personaje a alguien creíble, que siga teniendo fe aunque le ocurran cosas horribles. Es muy débil, dulce y al mismo tiempo tiene mucha fortaleza.

-¿Qué consigue Tamae Garateguy de vos en un set?

Lo que más me gusta de trabajar con ella es que tiene mucha libertad. Te saca el corsé y te propone ir más allá. Es una película de género, con todos sus códigos, pero ella además de lo actoral te propone tirarte al vacío. Y yo sé que hay red siempre. Además escucha mucho a los actores y tenemos mucho espacio para construir entre las dos.

-A través de los años y del vínculo entre ambas, ¿te tomás libertades para sugerirle cambios en el guion o en la puesta?

Con ella, el espacio creativo es enorme. Venimos trabajando uno o dos meses antes del comienzo del rodaje. Al mismo tiempo tiene margen de improvisación: siempre hay algo que propone en el momento. En la actuación, como en la danza, me gusta trabajar desde la improvisación: que me propongan y me desafíen en el momento. Eso me enciende.

-¿Tamae deja margen para la improvisación?

Cada película requiere de cosas distintas. Pero siento que encontré el gusto de ella: sé qué quiere y qué no. Y también ocurre porque se ve el sedimento de ciertas disciplinas: trabajamos desde películas anteriores con Connie Martin (la directora de fotografía); Samy Buccella (el músico); Andrea Benítez (la directora de arte). Nos miramos y entiendo lo que quieren. En ese margen, ella también busca lo novedoso: cada rodaje es una oportunidad para descubrir cosas.

Auxilio es también la primera película de época de ella.

Tamae siempre le encuentra como una vuelta personal: en esta película aparece el terror, pero ella siempre va más allá. Y también se permite la posibilidad de cierto recorte de lo social. Acá hay una historia de mujeres contada por mujeres.

-Mientras tanto, se estrenó en salas Que todo se detenga, de Juan Baldana, en la que también participás. ¿En qué consistió tu papel, qué te llevó a aceptarlo?

El proyecto surgió en el medio de la pandemia, en el momento más crudo. A Juan le llevé mi reel. Dos meses antes habíamos trabajado en Ensayo para emes con el productor, Maxi Dubois. Es una adaptación de una novela de Gonzalo de Unamuno y el personaje principal es Germán Baraja, un cínico que cree que está de vuelta y se las sabe todas. Hace una fiesta en un hotel muy cool y yo encarno a Violeta, la hija del dueño del hotel. Parece que cae en sus redes pero yo diría que es al revés.

-Acompañada por un lado por Tamae y por otro por tu pareja, Daniel Rosenfeld, ¿se te cruza la posibilidad de dirigir?

No sé si dirigir, pero hay ciertas novelas que tengo en la cabeza. Una que me interesa especialmente. Lo que me está ocurriendo en esta etapa es el deseo de querer contar ciertas historias. Con Tamae tenemos en desarrollo una película de vampiros. La estamos haciendo muy artesanalmente, para tener la libertad de modificarla a medida que surjan nuevas cosas.

Julia Montesoro

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