Historias Breves 19 es el resultado del concurso de cortometrajes del INCAA, que se ganó un lugar como semillero de cineastas argentinos. Esta edición estrenada en el cine Gaumont el jueves 24 de febrero, presenta una selección de siete títulos con variadas estéticas: Después de las 12, de Sofía Szelske; Palito, bombón, helado, de Lucia Paz; Club nocturno, de Gonzalo Bazillo; Rosita, de Lucía Ravanelli; Borderline, de Rocío González; Errantes, de Carla Finco y Ahí vienen, de Lucas García y Pedro Ponce.
Eddie Calcagno y Paola Rizzi coordinan la actividad de los cortometrajistas seleccionados y la adaptación de los productos finales a un largometraje.
-¿Con qué se va a encontrar el público que vaya a ver Historias Breves 19?
EC: Lo fascinante de Historias Breves es no saber con qué nos vamos a encontrar. Precisamente, la propuesta del programa es incitar a los jóvenes a que transiten caminos diferentes a los que caminamos nosotros. La idea es estimularlos más para la locura, para poder atravesar historias diferentes. Y como son varias y pueden tratar temas completamente diferentes, se convierte en una película única en la que el rompecabezas lo terminan de armar los espectadores cuando salen de verla.
-¿Cómo logran ensamblar este trabajo?
PR: Hay una dinámica que tiene sus etapas: el llamado a concurso, la selección de un jurado (donde ni Eddie ni yo tenemos que ver), la elección de los ganadores, la firma del convenio. A partir de ahí, empieza a correr un contador porque una vez que firman tienen un tiempo para entregar el corto terminado.
Desde ese momento se empiezan a comunicar con nosotros, que formamos parte del comité consultivo de Historias Breves, porque estamos para apoyarlos, escucharlos, sugerirles. En mi caso, también darles algunas pautas técnicas de posproducción: al tratarse de siete cortos que conforman una misma película hay ciertos parámetros que se tienen que unificar.
Ahora se están estrenando estos cortos pero se están empezando a filmar los ganadores de otro concurso posterior. Para nosotros el trabajo no termina nunca, porque terminan unos y empiezan otros.
-Son como una especie de tutores de los nuevos realizadores.
EC: Fundamentalmente, queremos señalarles muy sutil y respetuosamente que entiendan que uno no es un policía sino que es un señor que ha hecho cine mucho tiempo y que puede trasladar determinadas experiencias personales. Aunque sea una locura lo que ellos están haciendo, si insisten nosotros no podemos decirles que no se hace de esa manera. Eso es lo más valioso que tiene Historias Breves: este mecanismo que el INCAA ha construido como productor, que le permite al realizador y su equipo hacer lo que realmente se le dé la gana.
-¿Hay un criterio de curaduría para conformar cada largometraje?
PR: Por un lado no hay documentales y hubo muy pocas animaciones. Por otro, se venían estrenando dos por año y si había dos cortos temáticamente muy parecidos, uno de los dos iba a la siguiente edición.
EC: Trabajar con 14 películas por año es complejo y la pandemia fue muy dolorosa porque paralizó la producción. No solo porque hubo que hacer una revaluación del presupuesto: es muy difícil como guionista haber escribto un guion hace tres años y filmarlo ahora.
En cuanto a la pregunta, nos reunimos con Paola para evaluar de qué manera logramos un principio, un medio y un final que levante. No es fácil y podemos llegar a pelearnos entre nosotros (risas).
PR: ¡Nunca, jamás! (Risas).
-Eddie, ¿qué te motiva, después de tantos años de trayectoria, de trabajar en esta propuesta año tras año?
EC: Mi relación con el cine es puramente emocional. Siempre me pasó así: desde que fui crítico del cine, luego productor y realizador de publicidad y después, realizador de varios largometrajes, Casualmente, en estos días estuve en la filmación de uno de los nuevos cortos y llegué más cansado a mi casa que si hubiera jugado un partido de fútbol, porque me emociona poder tener la amplitud para abrirme a los cuentos de los otros. A estos chicos que están contando cosas que a mí ni se me ocurriría contar, pero que respeto y me emocionan. Empecé escribiendo gacetillas en un diario a los 17 años y nunca dejé de participar en cine. Y ahora trato de ser un compañero más para que Historias Breves siga siendo un grupo de películas y un proyecto excepcional y original.
-Cuando se encuentran con los 14 proyectos, ¿piensan que están frente a los trabajos de los cineastas del futuro?
EC: Eso ocurre desde el momento en que sus guiones son elegidos. En la última convocatoria se presentaron 500 proyectos y se eligieron 14. Aunque el jurado le pifie en algún proyecto o alguno de los directores no responda a los niveles de sus propios proyectos, siempre nos llevamos sorpresas.
Julia Montesoro